--- ENTE| es un concepto filosófico que remite a lo que es, existe o puede existir. Un ente participa del ser y tiene propiedades que, como ente, le son propias.
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[ historia en castellano ]
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La segunda pruebaconsistía en hacer una carrera de 50 metros. Cuanto más rápido ibas, y menos tiempo hacías, ganabas más puntos.
Leah competiría contra Momo.
Ambas ya se encontraban en sus posiciones, con todas las miradas puestas en ellas.
El disparo sonó, dando inicio a la carrera. La de pelo azabache corrió como se había entrenado toda su vida, corriendo de una manera inhumana, dejando a la contraria atrás con bastante facilidad.
Antes de que se pudiera dar cuenta ya había pasado la meta, escuchando su puntuación en voz alta.
4,99 segundos.
Suspiró, no estaba mal. Giró su cabeza al sentir como un cuerpo caía al suelo, viendo como Momo yacía en él, respirando entrecortadamente y con sudor corriendo por su nuca.
Sin darle mucha importancia la observó desde arriba, recibiendo una mirada con admiración de la de coleta.
La ojivioleta le ofreció su mano, viendo como esta abría levemente los ojos, pues no esperaba que la chica fuera amable.
Leah suspiró, viendo como la femenina tardaba en reaccionar, por lo que empezó a retirar su mano. Rápidamente, Momo agarró su mano mientras se levantaba, con un rojo carmesí sobre sus blancas mejillas.- Gracias.
Dándole una última mirada, al azabache se deshizo de su agarre, para dirigirse hacia los demás con su típica expresión neutral. No le gustaba estar allí. Ella solo quería ser libre. Solo deseaba cumplir la edad necesaria para no depender de nadie e irse, desaparecer.
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La tercera pruebaconsistía en fuerza de agarre. Donde debías apretar un objeto, el cual te medía la fuerza que ejercías en él, para ver la puntuación que hacías en total.
Leah se encaminó hacia el profesor la última, viendo como los demás ya habían agarrado uno de los que él tendía. El adulto le tendió el último, observando con detalle los movimientos de la chica. Esta agarró el objeto y ejerció fuerza en él, sin necesidad de utilizar su don.
97, 5 kg.
Sonrió triunfalmente, orgullosa de sí misma y de los frutos que habían dado el haber sido entrenada hasta desfallecer desde pequeña.
Volvió tras sus pasos, notando como unos pequeños pies resonaban detrás suyo, hasta posicionarse delante de ella.
Sus orbes violetas chocaron con los marrones de la chica, provocando su sonrojo rápidamente.
