Capítulo 127: ¡Ge, sé razonable!

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Xie Qingcheng no sabía cómo lidiar con él en absoluto, sentía que He Yu era ahora como una obra de arte de cristal de primera calidad que valía cientos de millones y que definitivamente no podría pagar si la rompía, temiendo que una palabra equivocada suya lo hiciera quebrar, ni siquiera tenía el coraje de moverse a voluntad.

Deliberó sus palabras durante un rato antes de decirle al cristal- está bien... entonces, ¿podrías soltarme?

Cuando He Yu lo soltó, estaba aturdido, Xie Qingcheng lo miró en silencio durante un tiempo pero se sentía un poco avergonzado. Realmente no esperaba que las cosas fueran en esta dirección.

-He Yu, tú, ¿acaso esto es una broma?

-¿Te parece que estoy bromeando?

Xie Qingcheng levantó la mano para sostener su frente y parecía como si se estuviera esforzando por digerir la noticia.

No se rió de He Yu sarcásticamente, ni le faltó al respeto, ni le regañó.

Pero estaba un poco desorientado.

Le gustaba a He Yu.

Mierda, ¿cómo pudo pasar eso?

En realidad, antes, cuando He Yu lo abrazaba, lo besaba y lo hacía con él, nunca pensó en gustarle.

Los dos eran heterosexuales antes y el desarrollo de este tipo de relación en la cama fue inicialmente de naturaleza reivindicativa, aunque más tarde la naturaleza reivindicativa había desaparecido. Xie Qingcheng sólo lo consideraba como la lujuria de un chico virgen que era incapaz de detenerse después de probar la frescura de la fruta prohibida, pensó que estaba un poco confundido.

Incluso aunque ambos hubieran caído y lo hubieran hecho de forma tan entusiasta en la víspera de Año Nuevo, estaba asustado y decepcionado de sí mismo por haber tenido una reacción física tan intensa. Pensaba que si se seguía enredando con el joven de una forma tan apasionada, podría perder el control de alguna manera y luego caería con él.

Sabía, por supuesto, que He Yu era apasionado, pero nunca había pensado que fuera amor verdadero.

El amor y la pasión no eran lo mismo. [2]

Uno buscaba el cuerpo, el otro lo que quería era el corazón.

Después de todo, He Yu era un joven que aún estudiaba en la universidad, ¿con qué no podría jugar? Cuando estan en la cima, querrían bajar todas las estrellas y regalarselas, pero cuando bajaban a la tierra, empezaban a arrepentirse y a buscar de nuevo la llamada "verdadera felicidad". El entusiasmo iba y venía rápidamente, el enamoramiento para los jóvenes era como jugar un juego nuevo que les resultara emocionante y, cuando obtenían el éxito, simplemente se rendían.

¿No fue así con Li Rouqiu en aquel entonces?

Por eso, hablar de sentimientos con los jóvenes era una farsa. La luz de sus ojos y las palabras que salían de sus bocas, incluso si las escuchaba, no había que tomárselas en serio.

En cuanto a He Yu, que siempre estaba hambriento de piel y quería besarlo y abrazarlo, también lo trataba como un adicto. Ya ni siquiera se molestaba en hablar con él, de todos modos, a más se resistía, más interesante le parecía a He Yu y menos efectivo era el resistirse. Mientras no llegaran a lo último, lo mejor era dejarlo estar, si no había una respuesta por su parte, el pronto se cansaría de ello.

Pero Xie Qingcheng no esperaba que He Yu no se aburriera.

He Yu no sólo no se aburrió, sino que lloró con tanta tristeza, habló con tanta sinceridad, hizo tanto, estuvo reprimiéndose durante tanto tiempo y, luego bajó su presión, le dió esta respuesta que lo tomó desprevenido.

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