Separados

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"Hemos estado separados por más de años

Todavía te quiero tanto

Y no puedo olvidarte

Tu imagen está grabada en mi mente

Y me hace tanta falta

Dependiente de usted"

Noviembre de 2020

Los hermanos Galán estaban dando los últimos retoques al espectáculo en vivo que tendría lugar el mes.
El año 2020 los tomó por sorpresa con la pandemia mundial que sacudió a todos, especialmente el mundo artístico. Tuvieron que cancelar toda la gira para la conmemoración de los 40 años de aniversario del Dúo y tomar las fechas para el año siguiente.

- Rocío me ha dicho que lo has pasado mal esta semana. ¿Qué ha pasado? - Joaquín
pregunta, saliendo de la sala de producción.

- Tuve una bajada de presión, pero no fue nada grave. - Lucía responde después de que salgan del edificio.

- ¿Está segura? ¿Tomaste tu pastilla? ¿Has visto a tu médica? - Joaquín disparó las preguntas. Aunque su relación amorosa no funcionara como él quería, Lucía le importaba. Se preocupaba por ella, además de ser su única hermana, fue la que le dio la primer oportunidad de saber lo que es ser padre.

- Joa, estoy bien. No se preocupe, he marcado una cita para esta misma semana. - Dijo Lucía para tranquilizarlo.

- De acuerdo entonces. No dejes de cuidarte, por favor. - Joaquín dijo.

- No lo haré. - Le sonrió, sosteniendo su mano y apretando con cariño.

- Bueno, me voy. Dile a Rocío que no se olvide que esta noche tenemos cena en casa. - Joaquín pidió, que quería que su hija estuviera presente al menos a una cena con su familia. Aunque sabía que a Rocío no le gustaba Viviana, su madrastra.

- Muy bien, cuando llegue a casa, se lo haré saber. - Respondió, pero sabía que su hija no iría.

- Gracias Gachi. - Le besa la mejilla y se dirige a su coche.

Lucía se dirige a su coche, sube y conduce a su casa. Ella necesitaba un baño y un descanso. Aparca en el garaje del edificio donde vivía, sale del coche yendo hacia el ascensor para ir a su piso.

- Hola hija, ya estoy en casa. - Lucía entra en la casa.

- Estoy aquí en el dormitorio, mamá. - Responde Rocío.

- ¿Aún no te has vestido? - Pregunta Lucía tras ver que su hija lleva un pijama.

- ¿Vestido para qué, mamá? - Rocío arqueó una ceja.

- Para cenar en la casa de tu padre, Rocío. - Lucía la miró.

- No voy a ir a esa cena, mamá nunca he ido a las cenas en casa de mi padre, ahora menos. - Rocío se encoge de hombros.

- Hija, tu padre te pidió que fueras. Me habló de esta cena durante toda la semana en la productora. - Lucía se sentó en la cama con su hija.

- Mamá, quiero a mi papá, si sólo fuera una cena con él, iría. Pero ya sabes que Viviana nunca pierde la oportunidad de clavarme un alfiler. - Rocío tomó las manos de su madre.

- Lo sé, hija mía, pero al menos haz un esfuerzo por ir. No me gusta ver a tu padre triste por cosas así. - Lucía acaricia la cara de su hija.

- Está bien, mamá. Iré a la cena, pero quiero dejar claro que sólo voy porque tú has insistido y no para entristecer a mi papá. - Rocío besa a su madre en la mejilla.

Hay Que Estar En Mi LugarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora