©𝐄 𝐓 𝐄 𝐑 𝐍 𝐀 𝐒 𝖙𝖆𝖗𝕶

𝐄 𝐓 𝐄 𝐑 𝐍 𝐀 𝐒 𝐓 𝐀 𝐑 𝐊

FANFICTION AND MULTIVERSE

WITH ETERNALS!

AND

NESRYN!

AND

AVENGERS!

TONY STARK había visto muchas cosas a lo largo de su vida como Iron Man y ahora como un Vengador. Sus compañeros Vengadores también habían visto de todo, que ya poco podían sorprenderse. Pero esto que presenciaban sus ojos era totalmente nuevo, dejando de lado que incluso el mismísimo Dios del Trueno, Thor, no daba crédito a las palabras que salían de la boca de quien se llamaba Ajak, una Eterna.

— Somos Eternos, creados por un Celestial llamado Arishem. Mi nombre es Ajak — se presentó la mujer con voz neutra mientras los demás Vengadores se rehusaban a bajar sus armas. No era la primera vez que un enemigo se presentaba de forma pacífica ante ellos y terminaban saliendo por los aires. Detrás de Ajak, había un joven vestido de azul con el mismo traje entallado que portaba la mujer solo que con diferentes cambios. En sus brazos había una joven de cabellos negros, inconsciente y con un traje anaranjado con detalles en morado, uno de sus brazos colgaba y parecía haber llorado por las lágrimas secas de sus mejillas.
Ajak pareció reparar en que todos tenían su vista en una de sus Eternas, Nesryn. La razón por la que habían llegado hasta la Torre de los Vengadores y por la que las disputas entre los Eternos habían llegado a los golpes.

— Deseo proteger a una persona de mi equipo. Esta joven que ven aquí es muy poderosa, desde hace siglos que no puede controlar su poder y nosotros no podemos ayudarle mucho. Los hemos visto a ustedes, trabajar como equipo... Ella puede serles útil. Le he borrado todos sus recuerdos, por ello cuando despierte creerá todo lo que le digan. Es una de mis más preciadas Eternas — Los Vengadores se vieron entre sí, sin saber que responder. Era como si la mujer, Ajak, les estuviera regalando un cachorro que ellos tendrían que domesticar. Wanda se vio reflejada en ella, porque durante mucho tiempo el poder que ella poseía la estaba consumiendo y Steve sabía lo malo que era no tener un control sobre su propio cuerpo.

— Nosotros podemos, ¿no? —cuestionó Wanda hacia Tony y Steve. Tony no se veía muy convencido, pero se encogió de hombros.

— Tenemos una condición — Fue la primera vez que Natasha habló y dio un paso hacia adelante guardando su arma. Ajak asintió comprensiva —. Nunca regresarán por ella. Si se queda con nosotros, si la cuidamos nosotros a pesar de todos los riesgos que nos lleve ustedes nunca podrán regresar por ella.