Tenebris y el soldado del invierno| Bucky Barnes / Soldado del Invierno

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La promesa carmesí

The winter soldier :

Hendrick, un adolescente de tan solo 18 años, lo habían puesto a mi cargo hace poco y debía de enseñarle todo sobre las armas que poseimas y el manejo de estas además de entrenarlo en batalla , era bueno aprendiendo pero hablaba demasiado, esperaba que con un buen entrenamiento cerrará la boca pero nunca lo hacía.

Por más duro que lo hiciera entrenar, por más golpeado que estuviera siempre tenia algo que decir o algún chiste estúpido.

El llego junto a su hermana menor una niña pelirroja de aparentemente 13 años ambos eran muy unidos, aunque me queje de la presencia de aquella niña en los entrenamientos el se negó a entrenar sin ella y ella se negó a irse sin el, no tenía de otra.

Me llamaban la niñera

La pequeña no se quedaba nunca sentada, intentaba imitar lo que hacía su hermano y lo que hacía yo, en varias ocasiones logró quitarme algunos de mis cuchillos y practicar con ellos, no se los quitaba, si la niña quería ser una asesina que lo sea.

Me daba igual.

-Hermano ya estoy muy cansado - dijo el pelirrojo mientras me daba una palmada en mi hombro y posteriormente se sirvió un vaso con agua

Se cansaba demasiado rápido no tenía nada de entrenamiento.

La pelirroja no había notado que su hermano mayor había dejado de entrenar y ella seguía dándole golpes a un gran saco.

-Dame tu mejor golpe- dije colocándome  frente a ella

-Ella no entrena- dijo su hermano

- Le hable a ella no a ti-conteste

Era la primera vez que le dirigía la palabra directamente, la niña dudo pero poco después había estampado su puño contra mi abdomen.

-No, no expongas tu pulgar - dije mientras tomaba su mano y acomodaba sus dedos- evitas lesiones y daños - me coloque a su costado - el golpe debe de provenir de todo tu cuerpo no solo de tu brazo ,pega con los nudillos , tu torso y cadera deben de girar a tu contrincante , dobla algo las rodillas - añadí mientras intentaba enseñarle imitando todo lo que le decía, la pelirroja aprendía más rápido que su hermano

-Winter, ¿así?- dijo ella

Era la única que me llamaba así, y como era de esperar no me gustaba para nada pero era imposible corregirla  me había llamado así desde que llego.

Asentí con la cabeza- Ahora golpeame- le dije colocándome nuevamente frente a ella

Hizo todo lo que le explique y lanzó su golpe,  esta vez no me lo espere, dio un salto y su puño se estampó en mi manzana de Adán,  se suponía que debía ser en mi estómago, retrocedí y me sobe la zona, como si nada hubiera pasado -Bien hecho niña, ve con tu hermano- dije y esta corrió donde su hermano a contarle esto aunque el joven ya había visto todo.

-Soldado, lo llaman - entro uno de mis superiores

Segui al hombre mientras dejaba a los hermanos de cabellera pelirroja descansar, habían entrenado fácil unas 12 horas de corrido, al llegar a la oficina del oficial me mantuve de pie mientras esté me preguntaba sobre el chico, quería mandarlo a misión lo más pronto posible, mandarlo conmigo, la próxima misión era hoy mismo prácticamente en dos horas, al chico le faltaba entrenamiento, pero les dio igual, más que una ayuda seria una carga, después de recibir esas instrucciones fui nuevamente a la sala de entrenamiento y ninguno de los dos hermanos estaba ahí, me tuve que dirigir a su habitación, como era su  mala costumbre siempre tenían la puerta abierta.