La vio alejarse y, obediente, no se movió de la camilla. El silencio que acompañó la marcha de Olivia se vio acompañado de una suave melodía que parecía salir de un aparato que había en una de las mesas. Una radio. Cuando había entrado en la enfermería no se había dado cuenta de que la morena tenía la música puesta.
Salió de sus pensamientos cuando la vio regresar con una bandeja llena de gasas, hilo y agujas.
- ¿Es necesario coser? - su ceño se arrugó con preocupación.
- Si eres lo suficientemente fuerte como para cortarte a ti misma deberás serlo igual para soportar un par de puntos - replicó - ¿O me lo vas a negar? - cogió una gasa y, tras mojarla en suero, empezó a pasarla suavemente por la piel de la mora, que ocultó un quejido.
- Yo no me he hecho nada. Me caí.
- Ya, Zulema, finjamos que te creo.
La nombrada no volvió a abrir la boca, limitándose a observar con curiosidad la tranquilidad y cuidado con el que Olivia limpiaba su herida. Parecía increíble que aquella chica que antes se desmayaba con la simple visión de la sangre, ahora fuera capaz de hacer todo eso sin inmutarse.
- Toma este paño - le tendió un trozo de tela de color morado - Muérdelo, por si te duele la aguja - le explicó cuando vio que fruncía el ceño - No vale la pena anestesiar, apenas serán tres puntadas. Pero hazme caso.
- No necesito morder nada.
- Zulema... - suspiró - De acuerdo - se encogió de hombros - Haz lo que quieras, pero no muevas el brazo.
Cuando la aguja se clavó en su piel por primera vez apretó la mandíbula con fuerza, ahogando un grito de molestia. Olivia se detuvo para mirarla y terminó apretando el paño entre sus dientes, haciéndole sonreír triunfante. Tres punzadas más tarde, tal y como había prometido, se detuvo. Cubrió la herida con una gasa antes de alejarse.
- Supongo que con esto bastará. Procura no volver a caerte cerca de unas tijeras.
- Qué graciosa - la oyó mascullar - ¿Me voy? - preguntó cuando Olivia regresó junto a ella, con los instrumentos ya guardados y las manos limpias.
- A no ser que quieras pasar la noche aquí - ironizó. La sonrisa burlona que había en sus labios se borró cuando su mirada se cruzó con la de Zulema. Sus ojos se habían oscurecido y comprendió que algo había cruzado por la mente de la pelinegra - Zulema, era una broma - le advirtió - Claro que tienes que regresar a tu celda.
- ¿Eso quieres? - había adoptado ese tono susurrante, esa voz ronca que erizaba la piel de la morena cada vez que la escuchaba.
- No es cuestión de lo que quiera o no - replicó alejándose un par de pasos - Es cuestión de lo que debes hacer.
Zulema se levantó de un salto para acercarse a ella. Olivia fue retrocediendo hasta que sus piernas chocaron contra la mesa que había a sus espaldas. La pelinegra siguió avanzando imparable hasta situarse entre las piernas de la menor, que sintió que sus pensamientos se empezaban a nublar.
- No hagas tonterías, Zulema.
- Pero si yo no estoy haciendo nada - otra vez tenía ese tono de falsa inocencia.
- ¿Qué vas a hacer? - Olivia giró la cabeza, tratando de ocultar su nerviosismo - ¿Besarme para luego pedirme que lo olvide? - se burló.
Zulema comprendió que aquello no era más que un modo de tentarla, de jugar con ella. Pero si Olivia quería jugar, eso harían.
- Lo primero sí - susurró terminando de acercarse. Un pequeño impulso por parte de cualquiera de las dos y sus labios terminarían por unirse - Pero esta vez quiero que lo recuerdes.
YOU ARE READING
Un simple error [Zulema Zahir]
Fanfiction{HISTORIA TERMINADA} Con un cargo de asesinato a sus espaldas, Olivia Gómez ingresa en Cruz del Sur sin saber que la tranquilidad que reinaba en su vida hasta ese momento sería sustituida por un auténtico huracán. {Zulema x OC Femenino}
![Un simple error [Zulema Zahir]](https://img.wattpad.com/cover/262093429-64-k9860.jpg)