Con la otra mano le tocó la cara y empezó a frotarle el labio inferior con el pulgar, de modo que su boca se abrió ligeramente.

—Necesito que gimas por mí. Muéstrame que esto es lo que quieres.

Vio en sus ojos que no estaba bromeando. Ella estaba demasiado asustada para molestarlo, así comenzó a hacer ruidos silenciosos.

—Buena chica. Ahora muéstrame cuánto me quieres.

Movió su mano izquierda de sus labios a su garganta y se puso de pie para colocarse frente a ella.

—Pídeme que te folle.

El agarre alrededor de su garganta se apretó y empujó ligeramente la parte superior de su cuerpo hacia abajo en la cama. Su mano derecha todavía estaba masajeando sus entrañas. Ella siguió gimiendo mientras él mejoraba la velocidad.

—Dije, suplícame que te coja.— Su cara ahora parecía bastante agresiva. 

—Follame, Tom. Hazlo.

Él sonrió y sacó los dedos de ella. Ambas manos se dirigieron a la parte superior de su cuerpo y le abrieron la blusa.

Sus pechos estaban casi completamente expuestos cuando comenzó a masajearlos. Inclinó su cuerpo encima de ella para que pudiera sentir su polla dura entre sus piernas.

Le separó las piernas y se abrió los pantalones. Se inclinó sobre ella de nuevo y luego lo sintió. Se empujó dentro de ella. Duro. Ella automáticamente juntó las piernas, pero él siguió abriéndolas.

Se retiró un poco antes de empujar de nuevo profundamente, más fuerte que antes. Un breve grito escapó de su boca y él se inclinó más para poner uno de sus dedos en sus labios.

—Cállate.— Movió su polla dentro y fuera de ella gimiendo mientras aún extendía sus piernas ampliamente.

Dolía, y mucho, pero no se atrevió a emitir ningún sonido. Su polla era dura y gruesa y estiró el interior de su cuerpo. Se movió más rápido y emitió sonidos como si estuviera cerca.

Y ahí estaba. Un breve segundo en el que realmente sintió placer. Todavía dolía, pero se sentía bien. Al ver que ella lo hizo gemir así.

Ella siguió gimiendo mientras él seguía acercándose. Él tiró de su cuerpo tan cerca del suyo que ella podía sentir su longitud completa. Volvió a poner la mano en su garganta, apretándola y haciendo ruidos de satisfacción.

Sus caderas aún se movían y sintió que la llenaba con su esperma caliente mientras su boca se abría y dejaba escapar un fuerte gemido.

Y ese fue el momento exacto en que alguien entró en la habitación. No podía ver quién era, pero la mirada en la cara de Tom la hizo darse cuenta de quién podría ser.

Se congeló por un segundo con la mano todavía en el pomo de la puerta antes de irrumpir en la habitación y se lanzó sobre Tom, que estaba dando un paso atrás.

Era Draco. Ella seguía acostada en su cama en estado de shock, su cuerpo temblando.

Todo lo que podía ver era la espalda de Draco y su mano lanzándose hacia arriba antes de golpear a Tom en la cara sin resistencia.

La sangre salpicó en la dirección en la que Draco lo había golpeado y Tom cayó al suelo. Sin prestarle atención, se puso encima de él y le golpeó la cara repetidamente hasta que ella se dio cuenta de lo agonizantes que empezaron a sonar los sollozos y gemidos de Tom.

Su cara estaba cubierta de sangre y no podía moverse más. 

—¡Detente, lo estás matando!

Aún sin importarle, siguió golpeándolo hasta que el chico debajo de él se desmayó. Estaba tendido allí sin ningún signo de vida.

E incluso Draco siguió golpeándolo con el puño agresivamente. El anillo que llevaba en su mano derecha ya estaba goteando con sangre mientras seguía. Era como si hubiera soltado todo el dolor dentro de él. Como si no pudiera controlarse.

—¡Draco, tienes que parar! ¡Va a morir!

Se detuvo durante un momento y estiró su mano derecha antes de levantarse lentamente y voltearse hacia ella. Su camisa negra y partes de su cara estaban salpicadas de sangre. Sus rasgos eran más nítidos que nunca, y sus ojos estaban llenos de rabia.

—No te atrevas a hablarme, puta.

Nunca en su vida había visto a Draco tan vicioso. Su boca sólo se abrió un poco y su mandíbula estaba apretada.

La miró directamente a los ojos cuando dijo —Te amaba. Sabes que lo hice. Y todo lo que haces es follar alrededor de Hogwarts como una puta.

—Draco...

—Acabas de follarte a mi mejor amigo. No vuelvas a poner mi nombre en tu boca sucia o juro por Dios que te golpearé como a él.

Se quedó mirándola un momento más con absoluto disgusto en sus ojos antes de salir de la habitación.

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