"En esta vida, y en la otra"

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Narrador:
Dicen que el alma elige que tipo de vida desea tener antes de llegar al cuerpo. La experiencia que necesita en cada viaje en el que llega a la tierra, recolectando recuerdos y aprendizajes. Nos enamoramos hasta que duela o sangre, con cada paseo por el mundo de los vivos conviviendo con un mismo círculo rodeados de los mismos seres amados, un mismo talón de aquiles, y existen ocasiones en las que en el camino, se encuentran con su otra mitad, con un alma gemela, la destinada a ser desde la más duradera y honesta de las amistades, una hermandad de hierro o el amor de una vida. Y dicen que cuando encuentra a ese complemento, no hay poder humano ni celestial que rompa el hilo, sin importar las circunstancias, las calles y vidas ocupadas o la época, están destinados, y en esta historia, dos almas que juraron estar juntas, y ser fieles hasta el final de los tiempos, pues su conexión fue, es y será, infinita.

1846: la primer vida (Nuevo México, Estados Unidos de América)

Brooke Addison caminaba tranquilamente por el mercado de la ciudad en búsqueda de comprar un medicamento a buen precio, suficiente para tratar la fiebre de Ronan, su hermano menor; quien no había dejado de toser y temblar durante toda la noche. Debido a lo cual su joven hermana paso horas en vela cuidándolo, manteniendo la leña del fuego y cambiando el pañuelo en su frente cada cierto tiempo. El médico del pueblo, el doctor Gustavo, había acudido a revisar al infante por la mañana, por lo que tuvo que pagarle 10 centavos y un buen desayuno en agradecimiento al hombre como cordialidad. Así que le quedaba poco dinero para conseguir especias con las que pudiera hacer un buen remedio para la salud del pequeño de solo tres años. Hacía escasos dos inviernos que ambos habían perdido a sus progenitores a causa de la viruela que azotó fuertemente la nación, perderlos fue azul, como nunca antes brooke había conocido. Las pobres almas de inocentes que se cobró la enfermedad dejaron a los ciudadanos vulnerables en todos los sentidos posibles. Su familia incluso había tenido que vender a su esclavo; el joven Joseph tuvo que ser enviado a Carolina del Sur con un nuevo dueño, dejando a los dos huérfanos más solos que nunca, echarles de menos fue como un gris oscuro solitario. La mayor de la familia Addison ya rondaba los 20 años de edad, casi 21; pero debido a la crisis, su padre no pudo conseguirle un esposo de buena familia para que se hiciera cargo de ella antes de morir. Por ello, ahora sus hijos estaban a su suerte, sin saber que interiormente, la menor agradeció aquel hecho. "No somos más que piel y huesos hechos para salir adelante" pensaba Brooke mirando como el ataúd de sus padres descendía bajo tierra en la calle de ese pueblo.

Después de regatear con algunos vendedores con mucha cautela y utilizando el encanto heredado de su madre, Brooke pudo conseguir algunas de las hierbas suficientes para hacer un buen té que le sirviera a su joven hermano. Todavía con algunos centavos en su bolsillo fue en búsqueda de pan y si corría con suerte, algo de queso y azúcar para cenar. La herencia de su familia era suficiente para tener una vida decente, pero no lujosa ni demasiado cómoda como para gastar a manos llenas. Aun así, la joven se había logrado administrar con el tiempo. Llegó a la panadería sosteniendo su canasta en manos y asegurándose de arreglar su largo vestido de color azul oscuro; al mismo tiempo que peinaba un poco el moño rojo de su cabello. Lucir hermosa y como una muchacha decente eran la mejor arma que tenía para conseguir lo que más deseaba, así que en el negocio logró obtener una gran pieza de pan blanco con descuento cortesía del hombre en el mostrador. Satisfecha consigo misma, lo guardó aún caliente bajo una servilleta en su canasto y continuó su travesía saludando a algunos viejos conocidos en el camino, con amabilidad.

- Aquí está señorita, el queso más fresco de la reserva.- el hombre de piel pálida y cabello castaño apareció en el mostrador, con su pedido envuelto en una servilleta. El señor y la señora Smith tenían las mejores vacas del condado, por lo que vendían leche y el queso más deliciosos, aunque un tanto costosos, pero valían la pena cada centavo.

TAYLOR SWIFT IMAGINAS Where stories live. Discover now