Capítulo 2: PlanetFem

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—Vendes un paraíso, pero no lo compro. —Me levanto de mi asiento—. Es una oferta tentadora, sin embargo hay mucho que perder ¿Dónde queda mi dignidad o mis gustos? Discúlpeme, pero no puedo dejar de estar interesado en algo muy distinto a lo que piensa.

—Sé que estás muy interesado en Asunseth, Elier.

Me sobresalto y sonrojo.

—Yo...

—Siento decir esto, pero está fuera de tu alcance, aunque... —Hace una pausa antes de continuar—. Tu estatus va a cambiar si aceptas nuestro ofrecimiento ¿Qué es un año comparado con toda una vida? Al iniciar este tratamiento puedo asegurarte que serás uno de los pocos que la podrán conocer. Te lo prometo, no es una promesa vacía.

Este hombre sabe jugar sus cartas, es un manipulador experto.

—Mejor me voy —digo nervioso, entonces giro, yéndome rápido en dirección a la puerta.

—Muchos hombres ricos te están esperando, Elier.

Me detengo, así que lo miro enojado.

—Siempre pensé que yo sería el hombre, y lo seguiré pensando —digo determinado.

—Siento desilusionarte, pero los más adinerados terminan siéndolo, debiste haberte dado cuenta. —Suspira—. Sin embargo en este mundo sigue siendo mejor ser una mujer.

—Ah ¿Y por qué usted no es una? —expreso molesto.

Se ríe.

—Ojalá.

Lo miro fijamente por un tiempo y mantengo mi enfado.

—Señor Valtec, buenos días. —Me retiro para no seguir hablándole.

Al salir del edificio sin ninguna dificultad pareciera extraño hasta que unos vehículos se estacionan en todo mi camino y termino por detenerme. Necesito hacerle más caso a mis malos presentimientos o dejar de pensar que sucederá algo, así no llamo a los problemas. Mejor aún, no hubiera venido, pero es que ya me tenían harto, aunque tarde o temprano vendrían a buscarme. No hay dónde huir en HimnoVida, es tan pequeña.

La Guarda Proyectual otra vez me guía hasta las instalaciones de PlanetFem y yo refunfuño al estar delante de Valtec de nuevo.

—Creo que no me entendiste —aclara severo—. Tu ayuda es imprescindible, quieras o no. No comprendes que un hombre convertido en mujer tiene más posibilidades de procrear, más probabilidades de sobrevivir y sobre todo, medios para que salvemos nuestra extinción inminente. —Se me acerca e intento retroceder, pero los guardias no me lo permiten—. Es muy necesario que pruebes la eficacia de esta iniciativa. —Toma mi barbilla—. Acepta tu destino.

—Lo único que veo es morbo en todo esto. —Giro mi rostro para que no me toque—. Morbo y corrupción. —Observo hacia un costado.

—Tú ves eso, yo solo veo el futuro, acompáñame. —Comienza a caminar y los hombres que me sostienen me obligan a seguirlo.

Llegamos a un cuarto blanco, cerrado por donde se vea, cuadrado y pequeño. Solo tiene una mesa y una silla, me sientan justo en esta última. Mis muñecas son atrapadas por unos ganchos en los apoyabrazos, así que ya no puedo soltarme de ninguna manera.

—¡Esto es una violación a mis derechos! —expreso indignado, luego me asusto cuando alguien le trae una bandeja a Valtec, la cual tiene una jeringa—. ¿Q... ¿Qué harás con eso?

—Me alegra que preguntes. —Sonríe—. Es de lo que te he estado hablando todo este tiempo, el ADN que cambiará la vida de muchos, incluyendo la tuya. —Mira a su guardia—. Tráele una lapicera para que firme el contrato.

AsunsethTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang