Capítulo 1: El comienzo

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Narra Adele

Hacia un rato llegaba de correr por el centro de Madrid, entré a mi nueva casa, en la cual había comenzado a vivir hacía poco tiempo luego de un año en la universidad, pero sin antes parar el cronómetro, sonreí al ver que había marcado un nuevo record. Fui a mi alcoba disponiéndome a quitar mi ropa para darme una larga ducha, pero antes me entretuve viendo televisión. Después de un rato, me dirigí a la cocina a prepararme algo de comer, mi estómago rugía así que me preparé un sandwich. Mi teléfono comenzó a sonar.

Llamada

- ¿Qué hay zorra? - Dijo Jennifer, riendo. Sonreí

- ¿Qué hay de ti? - Dije riendo, siempre nos tratabamos así, eramos grandes amigas.

- Preparate que a las siete tenemos la cita en el restaurant japonés con las chicas del gimnasio, no te vayas a olvidar - Recordó, asentí aunque no pudiera verme.

- De acuerdo pequeña perra, luego nos vemos, adiós y gracias- Sonreí y colgué.

Fin de llamada

Cita con las chicas del gimnasio, qué emocionante, hacia mucho quería tener una cena en ese restaurante japonés, era tan pintoresco, la comida se veía siempre muy apetitosa. Volví a tirarme en el sofá, tomé el control e hice zapping, nada interesante, miré el reloj de pared que marcaba las 5 con cuatro minutos, bufé y me levanté maldiciendo. Agarré una manzana de la cocina mientras me encaminaba al baño, prendí el grifo de agua fría más el de caliente, volví a mi habitación a ver que me pondría en lo que esta tomaba temperatura, retiré mi remera y pantalón deportivo, seguido saqué unos tacones del armario para probármelos pero en ese intento escuché el timbre sonar ¿Tan rápido había venido Jenny? Imposible, ella es muy impuntual. Me puse un short de jean azul y salí al living, una vez en la puerta principal, destrabé esta y abrí sin más, tomándome por sorpresa el hecho de que no se encontraba nadie del otro lado, solo se escuchaban autos pasar a lo lejos, las hojas de los árboles siendo arrebatadas por el viento y el sol cayendo al horizonte dejando ver un cielo más oscuro, sin más cerré la puerta algo extrañada.

5:45 pm.

Estaba escuchando música mientras cantaba en la ducha, pero algo me alertó, ruidos de cajas cayendose en el living, paré la música y bajé el agua para poder escuchar, pero todo yacía enmutecido, me quedé pensativa un breve rato, que creo que fueron unos 3 minutos para ser exactos, al no escuchar nada, volví a prender el grifo, me dispuse a enjuagar mi cabello, cuando sentí que la puerta del baño se abría bruscamente, haciendome casi resbalar, mis ojos se abrieron como platos. Mi cuerpo empezaba a temblar, me digné a hablar ya que esa persona o lo que fuese no emitía sonido.

- ¿Q-Quién eres? - Pregunté titubiando, no hubo respuestas - ¿Jennifer? ¿Eres tú? ¡Ya déjate de bromas! ¡No es gracioso! - Escuché lo que serían unas botas rechinar sobre la cerámica mojada, acercandose a mí. Solo nos serapaba la frágil cortina la cual no dejaba mucho para ver.

- Lamento decirte... Que no soy Jennifer - Escuché una voz masculina algo ronca del otro lado, mis ojos parecían que se saldrían de sus órbitas, mi corazón se paró. Cuando quise intentar escapar, el sujeto fue más rápido, no dudó ni un segundo en correr la cortina y agarrarme bruscamente de las muñecas, haciendo que resbalara dándome la cabeza contra la mampara de la bañera, mi llanto y gritos no faltaron, este me golpeaba tanto que hasta sentía que me moriría allí mismo, podía ver como el agua se llevaba mi sangre, otro sujeto más entró al baño, al parecer iba a ayudarlo.

- Cójela fuerte mientras voy por cinta - Dijo o mejor dicho le ordenó, retirandose nuevamente, yo seguía gritando, me salía sangre de la herida que se encontraba en mi frente, el tipo que me agarró ya estaba casi todo empapado del agua de la ducha. El timbre sonó, haciendo que aquel ponga una mano en mi boca.

- ¿A quién cojones esperas? - Preguntó al parecer enojado, apretandome la mano contra la boca sin poder contestarle, el otro sujeto se adelantó a abrir la puerta, por lo que oí. Me sacó del baño, de modo que logré ver apenas la puerta principal encontrandome con que se trataba de mi vecina.

- ¿Señora? - Preguntó el tipo delgado y alto, que ya no traía pasamontañas, dejando ver su hopo con gel bien peinado, su voz era tensa e interesante, pude ver que mi vecina Ana lo miraba confundida.

- Me pareció escuchar unos ruidos raros ¿Está Adele? - Preguntó, por dios que alguien me ayude a que se dé cuenta de que me están secuestrando. Pude sentir al sujeto que me tenía, apretarme más contra él y hacer una fuerte presión para que no hablara o no emitiera sonido alguno.

- Oh, lo siento, es que estaba la televisión muy alta, una gran pelicula de terror ¿No? - Lo escuché reír falsamente, la sonrisa de Ana no era muy convincente.

- Pero la televisión está apagada - Soltó esta sin entender, mientras azomaba su cabeza para observar el living.

- La he apagado recién - Dijo serio - Soy Luke, el primo de Adele, la estoy cuidando ya que está enferma - Se presentó, dándole dos besos a la anciana.

- Vale, está todo bien - Sonrió - Adiós Luke, mandale saludos a Adele, que se mejore, ha sido un gusto - Dijo y se retiró, este cerró la puerta bufando. El sujeto que me tenía me dejó de presionar la boca, comencé a gritar lo más fuerte que pude, pero al acto seguido, pude sentir como su puño se enterraba en mi estómago nuevamente.

- Traba las puertas, Maximus! Aquí tenemos una luchadora valiente - Habló aquel, al ver que yo intentaba defenderme como podía. En un momento caí al piso mojado por el agua de la ducha, que no tardó en cerrarle el grifo aquel "Maximus", haciendo que la casa quede en absoluto silencio. Ambos salieron del cuarto de baño a la cocina.

Intenté levantarme, como pude reuní todas mis fuerzas para hacerlo, me había partido el estómago un poco más, tenía muchos moretones en este. Sin más, logré estar de pie, me asomé a la puerta, los pude ver de espaldas en el mesón de la cocina bebiendo de sus latas de RedBull, era mi oportunidad de huir. Sin hacer ruido, fui a mi habitación a ponerme mi ropa interior más un short, logré encontrar mis converse ya que también habían revuelto toda la habitación, me las puse sin atarmelas, no debía tardar tanto o se darían cuenta; Pude escuchar a uno hablar en otro idioma, creo que estaba por el móvil, si no me equivocaba hablaba en Noruego, sentí que se acercaba a la habitación por lo que me escondí debajo de la cama no sin antes agarrar mi celular, aprovechando el momento, marqué el número de Jennifer, la cual me contestó al segundo. 

Llamada

- ¡Hasta que al fin atiendes zorra! - Exclamó esta, al parecer estuvo llamando.

- Jennifer, llama a la policía - Susurré lo más bajo que pude, esta rió como si hubiera dicho un chiste.

- ¿Policía? No no querida - Volvió a reir, por dios que idiota eres Jennifer!

- Quizás se corte esta llamada en un par de minutos, me encontrarán, me secuestrarán y quién sabrá que será de mí, tú sola eres la que sabe esto, así que en cuanto esta llamada se corte, ve corriendo a la policía - Murmuré, creo que esta ya había comprendido lo que pasaba ya que no volvió a reir, si no que se la escuchaba sollozando.

- Déjate de bromas, Adele, no es gracioso - Dijo casi gritando.

- Debo irme, adiós - Me despedí y corté la llamada.

Fin de llamada

No escuchaba señales de vida de aquellos tipos, solo sabía el nombre de uno, me asomé, no había nadie, salí de abajo de la cama, volví a marcar pero esta vez a la policía, mientras lo hacía me encaminé despacio a la puerta de la habitación que daba al pasillo horizontal, miré a la izquierda y cuando iba a voltear a la derecha, algo me empujó la cabeza contra el cuadro de la pared haciendo que me desmayara al acto.

¿Vas a Matarme? (Fanfic-Rubius)Where stories live. Discover now