II

5 1 1
                                    

Entré a la mansión decidida, aunque la situación me pareciera extraña, no me asustaba, anteriormente me habían dado unas llaves, por lo que no tuve que tocar; en eso llegué a una sala central y vi un grupo de chicas, trece si no mal recuerdo, no me detuve a hablar con cada una y para mi sorpresa estaba la chica con la que hablé el otro día que estuve en la casa en un grupo.

Una chica algo baja de estatura, cabello blanco muy bien combinado con su piel clara, ojos color ámbar y finas facciones, llevaba puesto un traje, bajo el saco vestía una camisa roja, la verdad se veía muy elegante y bien combinada, se acercó a mi para darme la bienvenida y explicarme de qué iba más o menos este "proyecto".

—Bienvenida querida, gracias por unirte a este hermoso proyecto y por ofrecernos tu ayuda, verás que no te arrepentirás — Dijo mientras me veía con una pequeña sonrisa en su rostro de semblante tranquilo.

El tono de su voz era. . .  ¿Seductor? Era suave pero imponente.

—Gracias a usted por invitarme, le seré sincera, no me esperaba que me integraran a esto, tenía una idea distinta de a lo que venía, pero haré lo mejor posible — Dije con algo de seriedad, pues no acostumbraba a hablar de tú con alguien que obviamente acabo de conocer. 

—Déjame hablarte un poco de lo que tratará todo esto, y luego presentarte a las chicas, son adorables, te encariñarás con ellas muy pronto ~ — Decía amablemente mientras me tomaba del brazo para llevarme a mostrar las demás habitaciones, cada una era para cada chica, igual había comedor, sala de estar, lo básico. Ella iba hablando mientras yo veía el alrededor. — Supongo que te dieron un adelanto, pero básicamente este. . . "Proyecto" es para que esas lindas chicas den sus servicios, sabes a lo que me refiero? —Antes de que pudiera responder ella siguió hablando. — Bien, yo junto con la otra principal jefa de esto organizamos un pequeño menú para que no haya confusiones respecto a los precios de cada servicio.

«No puede ser, a lo que fui a meterme, si alguien descubre esto y no le parece, será mi fin. ¿Un menú? Dios bendito, ni siquiera sabía de la existencia de este tipo de cosas.»

Mi mente se ocupó en pensar en un escenario con todos los términos que usaba, algunos eran confusos que ni siquiera sabía como recrearlo.

— Estaba pensando. . . Si te gustaría ser parte de mis chicas. ~ — Dijo con una gran sonrisa en su rostro, podría decir que hasta lujuriosa, desde que la conocí me di cuenta de su actuar, la manera de ser de ella era muy coqueta, animada, confiada y seductora, aunque nunca pasó por mi mente que me hiciera esa propuesta no me extrañó del todo aquello. —

— Solo vengo a hacer mi trabajo, no a participar directamente en sus "servicios" no quiero verme involucrada, muchas gracias. . . 

Salí de la habitación para ir a la sala central con las demás chicas y hablar con ellas, no pasó mucho tiempo de conocerse y ya se abrazaban, incluso repartían besos entre ellas, y no besos cordiales como lo son en la mejilla, sino en la boca, lo cuál no me pareció raro, pero pensé en que se conocen apenas.

Escuché que siguieron hablando respecto a lo que haría cada una y a acordar precios, yo solo estaba sin poder creer aún en lo que estaba metida, ni tenía conocimiento previo de la existencia de algo como esto, pareciera para mi como si fuera esto una novela o yo que sé.

Salí del sitio y me puse en contacto con el encargado, si bien esto era raro, no me parecería extraño que funcionara, pues si habría personas que vengan por las chicas.

Casi lo olvidaba, no solo era eso, si no que su "proyecto" también constaba de un bar con más comodidades que uno normal y claro, no podría faltar, el servicio de alguna de las señoritas. 

Culpable de mi locuraWo Geschichten leben. Entdecke jetzt