— No.

Empeze a leer la página en la que Damen estaba, las páginas estaban muy desgastadas al igual que la portada que simplemente era de color rojo, las letras no se veían muy bien pero aún así no era tan difícil leer.

La leyenda del castillo.

Me quedé perpleja al ver lo que Damen estaba leyendo, era sobre la leyenda del castillo, todo lo que investigue con Marley y lo que dijo el profesor estaba ahí, incluso habían más cosas y ahora sí tenía algo de sentido, miré de reojo a Damen quien parecía querer morirse. Algunas cosas no coinciden con lo que las personas hablan pero la mayoría si.

En el libro habla de el 31 de octubre, cada 30 años la historia se repite, una joven es la elegida, es la persona perfecta para el chico el cual viene de algún lugar desconocido, un lugar donde no tiene sentido, algo aterrador. El 31 de octubre la elegida llegará al castillo en el bosque, y se encontrará a el chico que viene de otro mundo totalmente diferente. Una noche es suficiente para que ambas almas unidas y destrozadas sean solamente una sola, sean algo perfectamente imperfecto.

No todo será bueno, tendrán que luchar por su amor, día tras día. Superar a el mounstro que está dispuesto a destrozar cada humano que es feliz, cada humano que tiene amor. El mounstro será liberado cuando el chico pise este mundo, las dos almas perdidas, se encontrarán peleando contra el, se encontrarán envueltas en un desastre, un desastre peligroso.

Un desastre en el que solo uno será el ganador...

— Vaya, Mucho información que procesar.

Damen me quito el libro de mala gana y me miró como si me quisiera matar. ¿Cómo rayos consiguió ese libro? ¿Es verdad?

— ¿Dónde lo conseguiste?

— En la biblioteca, la sección restringida.

— ¡No puedes ir ahí! ¡Ni mucho menos agarrar un libro!

— Lo se .— dice obvio —. Por algo se llama restringida.

No te hagas el gracioso, ¿Eso es verdad?

— Creo.

— ¿Crees?

— Si, puede que sea verdad puede que no, todo es posible.

— Eso no ayuda, Damen .— replique —. Si es verdad, todo este pueblo está en gran peligro.

— Eres demasiado ciega .— murmuró mientras miraba a otra parte —. Tonta.

— ¿Ciega?  .— repetí confusa —.  Veo muy bien, gracias.

— ¡De verdad eres tonta!

— ¡No lo soy!

— ¡Estúpida lenta!

— ¿¡De que hablas!?

— ¡De que tú eres la elegida!

Abrí mis ojos como platos ¿Que? Sentía que me desmayaría en cualquier momento, miré a Damen como si estuviera loco pero el solo se limito a verme furioso ¿Porque se enoja? Yo no tengo la culpa de nada, me calme y lo volví a ver.

— ¿Y quién es el chico?

Damen se quitó la cobija de mala gana y salió de la cama dando fuertes pasos hacía el baño, ya dentro, cerro la puerta de un portazo.

— ¡Estúpida lenta!

— ¡Pero dime quién es! — protesté.

Me acerque al baño y toque la puerta, escuché el gruñido de Damen después de unos segundos abrió la puerta y me miró con mala cara, yo sonreí incómoda.

Dos Almas UnidasWhere stories live. Discover now