Capítulo 1.

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Capítulo 1.

Narra Peter:

Tenia muchas ganas de volver a ver a Susan, y sobre todo a Edmund y Lucy. Ellos se habían ido a casa de nuestros tíos y nuestro primo Eustace.
Pero hoy nos volvíamos a reencontrar.

Estaba esperando en la estación para volverlos a ver. El primer tren llegó, el de Susan.
Había mucha gente, no la veía. Pero ella a mi si ve vio.

—¡Peter!

—¡Susan!

Corrimos y nos abrazamos, diciéndonos lo mucho que nos habíamos echado de menos.
Otro tren llegó y vimos bajar a Lucy y después a Edmund, que venía con nuestro primo.

Nos abrazamos todos en un abrazo grupal.

—Os he echado mucho de menos —dijo Lucy.

A decir verdad, estaban muy cambiados. Lucy ya no era una niña de 13 años, ahora tiene 15. Y Edmund ya tiene 17 años, se volvió muy responsable en nuestro ultimo viaje a Narnia, y espero que siga así.

—Hola primo —le saludé y Susan le dio un abrazo.

Fuimos a una casa que había a las afueras de la ciudad, libre de guerras. Allí vivía nuestra abuela, Beatris.
La saludamos y nos enseñó nuestras habitaciones, yo la compartía con Edmund y Eustace.

Estábamos todos en el salón y Lucy, Edmund y Eustace tenían algo que contarnos a Susan y a mi.

—Y bien... ¿que tenéis que contarnos? —preguntó Susan.

—¡Estuvimos en Narnia! —grito Lucy.

—¿Qué? —Susan y yo no nos lo creíamos.

—Sí, y Eustace también —dijo Lucy. Le miramos con una sonrisa burlona.

—Con que has estado en Narnia, ¿eh? —le dije yo.

—Sí, pero Aslan nos dijo que solo yo podría volver, vosotros ya habéis crecido —al decir eso todos nos callamos—. Lo siento, no era mi intención.

—No te preocupes, tienes razón. No vamos a volver —dijo Susan con tristeza.

De repente el salón empezó a temblar.

—¿Que esta pasando? —pregunto Lucy.

—¿La guerra? —Edmund intentaba mantener la calma.

Se abrió un agujero en medio del salón y nos empezó a coger uno a uno.
Noté un fuerte golpe en la espalda. Había caído en algo duro. El suelo.

—¿Estáis todos bien? —pregunte poniéndome de pie.

—Sí —dijo Susan tocándose la cabeza.

—Que mala caída —Edmund rechistó.

—Chicos, ¡estamos en Narnia! —gritó Lucy levantándose y saliendo de aquella cueva en la que habíamos caído.

Salimos todos de ahí y observamos el gran mar de Narnia.

—Eustace, ¿quien no iba a venir otra vez? —dijo Su riendo.

—Esta bien, perdón —dijo nuestro primo—. Pero Aslan dijo que no volveríais.

—Tiene razón —dijo Ed.

—A lo mejor cambió de idea —comentó Susan encogiendo sus hombros.

—O en verdad nos necesitan —dije yo.

Decidimos caminar para inspeccionar un poco el lugar, aunque ya nos lo conocíamos. Caminamos durante horas, Lucy estaba cansada y yo me ofrecí para que se subiese en mi espalda. Por fin llegamos a una pequeña cabaña, bajé a Lucy y de mi espalda y nos dirigimos a entrar en esa pequeña cabaña. Edmund dio unos toques en la puerta pero nadie contestó. Así que decidimos entrar.
No había nadie. La casa era bastante grande aunque por fuera no lo pareciese. Tenía una cocina, un salón, un baño y unas escaleras que llevaban al piso de arriba.

—Iré a mirar arriba —dijo Susan caminando por las escaleras.

—¡Esta casa es genial! —exclamo Lucy.

—Lo sé pero no es nuestra, alguien vivir aquí y tarde o temprano vendrá —dije yo.

—Vamos Peter no seas así, hemos encontrado una casa donde poder quedarnos hasta que sepamos cómo ayudar —dijo Ed.

—Chicos, al parecer hay 3 habitaciones —dijo Susan bajando las escaleras.

—Bueno mientras estemos aquí, en Narnia, este será un sitio perfecto para quedarnos —dije yo sonriendo.

—¡Primer en elegir habitación! —Lucy subió las escaleras corriendo.

—Pero sólo hay 3, Lucy y Susan dormirán juntas, Edmund y Eustace en otra habitación —dije yo convencido.

—Oye oye, porque tú seas el mayor no significa que yo tengo que dormir con alguien y tú solo —replicó Edmund.

—¡Oye! Tampoco soy tan mala compañía —dijo Eustace.

—Está bien. Lo siento, primo, ¿no roncaras verdad? —preguntó Ed gracioso, a lo que todos soltamos una carcajada.

El cielo empezó a oscurecer y la temperatura bajó. Todos estábamos en el salón hablando.

—Qué ilusión que estemos en Narnia, ¿os lo podéis creer? —dijo Lucy entusiasmada.

Narnia: El Retorno Helado. Peter Pevensie (1)Where stories live. Discover now