33. Digging into the heart of the problem.

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—Charlotte...

Bibi susurró sobre el pecho de la otra, abrazándola aún muy fuertemente...

—Eres la chica más jodidamente hermosa que he conocido... Sabes que todos aquí te aman y eso me incluye a mí. Tu padre no sabe lo que dice, y no sabe apreciar tus esfuerzos...

Charlotte poco a poco comenzó a quebrarse entre sus brazos, mientras jalaba lentamente a la otra consigo a uno de los salones vacíos del lugar...

Abrió la puerta, y ambas entraron.

Bibi solo pudo ver cómo su amada se dejaba caer contra el suelo y cubría su rostro con sus delgadas manos.

Cerró la puerta, y se tiró al suelo a su lado.

—No importa lo que diga de tí... Eres hermosa... Y yo... T-te amo tal cual eres...

Nadie podía verlas ahora. No había nadie ahí que pudiese ver el llanto de la rubia. No había nadie más, que ellas dos.

Charlotte levantó la mirada, mientras lágrimas tintadas de negro caían por sus mejillas.

Se abalanzó contra Bibi y la abrazó con muchísima fuerza, tratando de mantenerse juntas.

—No s-sé que sería de mi sin tu amor, mi vida...

Un cálido rosado pintó muy suavemente el rostro de la chica de rasgos asiáticos, antes de corresponder el abrazo y así poder entregarle todo de sí a la otra.

Bibi sabía cosas que nadie más sabía.

Charlotte también había pasado por tanto, tanta gente le había dicho fea, tanta gente le había ignorado... Su propio padre generó inseguridades horribles en su propia hija.

Ella solo quería ser amada por alguien... Pero pasó al lado de tanta gente horrible que solo la hizo sentir peor.

Y estaba orgullosa de ella de que hubiese levantado la voz contra Edgar.

La rubia se tomó su tiempo para calmarse, y calmar su casi incesante llanto.

Fue entonces cuando se separó de ella y se limpió las lágrimas con las mangas de su gran abrigo rojo.

Levantó la mirada, y le sonrió.

—Gracias por estar conmigo, sweetheart.

Bibi le correspondió la sonrisa y desvió la mirada con un sonrojo en su rostro.

—Quiero estar contigo. Yo sé lo que se siente que abusen de tí y nadie quiera creerte...

Se detuvo un segundo de seguir hablando. Sus ojos se abrieron de golpe y cubrió su boca confundida...

¿Realmente había dicho eso?

Regresó su mirada a Charlotte, quien la miraba en shock... En frío.

Ninguna de las dos dijo nada.

Bibi sintió ansiedad entonces, e intentó huir de alguna forma, pero se detuvo antes de si quiera hacerlo...

—Tú... ¿Fuiste...?

Cerró los ojos y se alejó aún más de la rubia, conteniendo las lágrimas que querían escaparse de sus ojos.

Solo pudo ver de reojo a la otra, viendo cómo miraba sus manos con una expresión de... ¿Asco? ¿Suciedad? ¿Culpa?

Bibi levantó la mirada, y observó a Charlotte cuidadosamente.

—No quería decir eso... No quería que lo supieras, al menos no así.

Charlotte cerró los ojos y suspiró muy pesadamente.

... Ahora se sentía culpable de que Bibi la estuviese apoyando.

Learning From The Bullet [EDITANDO🌺]Where stories live. Discover now