Bebe, casa y ropa sucia

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Capitulo:

Llegue a casa y mi sorpresa fue extremadamente grande, habia pedacitos de colores por todas partes, serpentinas regadas, jueguetes por doquier y pañales sucios adornando mi amado sofa.

Saimon se encontraba con la mitad de su cuerpo en el sofa mientras que la otra mitaf yasia fuera de este, cuando se percato de mi presencia elevo su cabeza me sonrio y de nueva cuenta dejo caer su cabeza en un cogin.

Mi pequeño hijo dormia flacidamente en su moises con un pequeño peluche en su bracito y su dedo gordo en su boca.

Me quite los zapatos para no hacer tanto ruido, subi al cuarto cuarto de elian, pense que luz se encontraria en el cuarto pero no era asi. Tome mi celular recordando que lo habia apagado, mi sorpresa fue que tenia tres llamadas perdidas de luz, veinte de saimon, un mensajes de luz y veinten mensajes de saimon.

Mensajes de luz:

Señor isaac, el dia de hoy no creo poder ir a cuidar al pequeño eliel, espero no se moleste conmigo.

Atentamente: luz

Una sonrisa se poso inesperadamente en mis labios, como molestarme con ella. Despues me anime a leer los mensajes de saimon los cuales desbordaban desesperacion.

Saimon:

Donde estas?! Donde esta luz?!... nunca pense decirlo pero necesito a luz.

Mesaje 2 saimon:

Tratare de no entrar en panico pero tu hijo no!!!.... esta hecho un mar de mocos.

Mensaje 3 saimon:

Isaac, como veo que no contestas ni mis llamas menos los mensajes no lloriquees si encuentras tu casa hecha un desastre.

Trate de ahogar mi risa pero fue imposible lo que causo que despertara a Elian y con ello a saimon. Fui como de rayo a la sala imagiando que saimon se volveria loco con un llanto mas pero no fue asi, tenia a Eliel en su hombro derecho, arrullandolo para que consiliara el sueño.

Saimon me recordo a mi en la primera noche con mi pequeño, tenia el aspecto de haberse desvelado toda una semana y solamente fue un dia, una vez dormido saimon recosto a elian en el moises.

---con que te vulevas a reir como una cacatua, te juro... que dejo a tu hijo sin hermanos-- este comentario me causo mucha gracia

--¿que ha pasado aqui?-- pregunte tratando de sonar serio

--nada, que no habia podido tranquilizar a tu hijo, hice de todo hasta que avente un monto de hojas de colores-- saimon narraba todo de la forma mas dramatica que conocia-- asi que termine por hacer coffeti con la perforadora, cuando se terminaron las hojas encontre serpentinas y de igual manera las lance y asi sucesivamente--
--¿y que me dices de la ropa sucia?-- interrogue muy seriamente

Con esta pregunta saimon se rascaba la nuca para luego lanzar una sonrisa de "ese no fui yo"

--tu hijo es muy bueno ensuciando las cosas-- dijo saimon seguido por unas risitas nerviosas.

--bueno ahora por eso tendrás que cuidarlo mientras limpio toda la casa--
La cara de saimon palideció tanto que estaba a la par con el tono blanco de mis paredes.

Tome todo lo necesario para hacer la limpieza y heche manos a la obra moviendo aquí y haya, sacudiendo todo como loco, encontrando mas papañales de los cuales estoy seguro fue saimon quien los escondió. Termine con una dos bolsas negras grandes las cuales me dirigía a botar no sin antes pedir un favor.

--saimon! -- heche un grito

A lo lejos escuche como me respondía

--¡¿que quieres?!-- uso ese tono desesperado

--tengo ropa en la lavadora, solo enciendela y echa un poco de deterjente-- pedí como un simple favor

Con un mar de contradicciones saimon bajaba las escaleras con mi pequeño en su porta bebe, cuando de repente saimon tropezó haciendo que mi pequeño hijo de apenas dos meses de nacido volara. Todo paso en cámara lenta.

Primera escena: yo tratando de alcanzar en el aire a Eliel

Segunda escena: saimon tratando de
alcanzarlo

tercera escena: el sonido del porta bebe al caer en el suelo... Vacío y las risas de saimon

Mi preocupación paso a tomar forma de enojo, saimon me había jugado una broma y con mi hijo, en parte me sentía agradecido por que no hubiera sufrido un accidente.

--como se te ocurre jugar así!-- girte muy enojado mientras saimon sujetaba su estomago

--debiste de haberte visto! Fue realmente épica!-- seguía riendo tanto así que juro que le caían unas lágrimas
--ya deja tus idoteses y ayudame con la ropa, yo iré a tirar la basura--

Salí de mi departamento dando un gran portazo, tenia ganas de jugarle una broma a saimon, algo que jamas olvidará. Llegue a la parte trasera del edificio y deposite las enormes bolsas de basura en los contenedores librándome del mal olor de aquellos pañales, quien diría que un pequeño tendría la capacidad de destrozarme el olfato.

Llegando a mi departamento había un mundo de espuma en mi sala y sabia perfectamente quien era el autor de esta obra.... Saimon

--Isaac!... Ayudame... La espuma no me quiere!-- gritaba desesperado

Tenia dos opciones:

1.-dejarlo ahí para después burlarme de el

2.- ayudarlo para que cuide a mi hijo

Y como soy todo un pan de dios elegí la segunda opción. Como pude aleje la espuma que estaba a mi paso para llegar al cuatro de lavado y salvar a saimon de su prisión jabonosa.

Después de volver a limpiar esta vez con la ayuda de saimon pude adelantar un poco del trabajo de la oficina. Me di una larga y relajante ducha para así quitarme un poco de estrés, me prepare un licuado y tome mi laptop y seguir mirando los vídeo de la mujer que me dejo a mi bendición mas grande.

--hola amor, soy yo amelia. Este es el tercer mes de embarazo y te quiero decir que no aguanto, ya quiero que se note mi vientre-- Amelía se levantó del sofá donde se encontraba mientras levantaba levemente su blusa-- mira! Esta igual de plano que hace dos meses--

Miraba a la que fue y sera el amor mas lindo que tuve, mirarla enojarse con ella misma era lo mas enternecedor que no había visto nunca.

Cada una de las cosas que me contaba en aquel vídeo me hacia extrañarle, necesitaba llegar al noveno mes pero respetaría su forma de narrar su embarazo.

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Holaaaa!! Perdonen mi demora jejejeje en estos días he estado muy ocupada u.u pero ya llegue! :3

Espero disfruten de mi historia de todo corazón les agradezco que me regalen esos minutos de su tiempo para leer mi trabajo.

El Invasor *editándose * Donde viven las historias. Descúbrelo ahora