T/N: dormí muy bien mi señora, le agradezco mucho haberme dejado dormir con usted-dije mientras me levantaba para ir a prepararme para comenzar con mis tareas.

Alcina: me alegra escuchar eso, y no fue nada-dijo girandose a verme con una sonrisa que hizo que me derritiera, ¿podía ser más perfecta esta mujer?

T/N: si me disculpa, me iré a preparar para comenzar con mis tareas-incliné la cabeza un poco y me dirigí a la puerta.

Alcina: alto ahí querida, ya no serás más una sirvienta en este castillo, desde hoy serás mi mascota-dijo la dama.

T/N: -estaba impactada, ¿sería su mascota?, que se suponía que debía hacer? Dudo que pueda negarme- m-mi señora, y-yo no se que decir.

Alcina: no hay nada que decir cariño, no te puedes negar-lo sabía, sabía que no me podía negar.

T/N: ¿y-y que debo hacer como su mascota?- realmente no sabía que debía hacer como mascota de la dama.

Alcina: te daré un pequeño ejemplo de lo que implica ser mi mascota-dijo la dama con una sonrisa pícara en su rostro, se levantó de su asiento y se acercó a mi, yo estaba inmóvil, ¿que iba a hacer la dama?, ella se inclinó hasta estar muy cerca de mi rostro y en un movimiento rápido me besó, ¡la dama me estaba besando!, ¿que debería hacer?, apartarse no es una opción, no es que quisiera hacerlo tampoco. Después de unos segundos solo cerré los ojos y correspondí el beso lo mejor que pude, realmente era inexperta en ese tipo de cosas, mi padre jamás me había dejado hacer esas cosas, ni siquiera tener amigos. Cuando la dama se apartó yo jadeé, no quería que se acabara, quería que continuara- ¿y bueno, que piensas?

T/N: n-no se que decir, mi señora yo jamás había hecho nada como eso-dije tímidamente jugando con mis dedos

Alcina: ¿entonces fue tu primer beso?- preguntó la dama a lo que yo asentí- no tienes por qué preocuparte por eso, iremos lento, no quisiera apresurar las cosas si nisiquiera habías dado tu primer beso- dijo la dama y acarició mi mejilla con su mano enguantada

T/N: s-se lo agradezco mucho mi señora- dije aún muy nerviosa, la situación aún era difícil de creer para mí, pero viendo el lado positivo, la dama ha sido muy gentil conmigo, estoy segura de que lo seguirá siendo, además no tendré que hacer todo ese trabajo pesado en el castillo, era realmente agotador, y eso que fue solo el primer día.

Alcina: dormirás conmigo todas las noches a partir de hoy, también te compraré nuevos vestidos, como mi mascota vestirás lo que yo te dé, ahora quédate aquí, conseguiré un vestido para que uses por el momento, tu talla es similar a la de mis hijas, no será problema conseguir un vestido que te quede bien.

Cuando la dama se salió de la habitación me senté en la cama a intentar asimilar todo lo que acababa de pasar, realmente era la mascota de la dama, no era una relación como la que imaginé en mis fantasías...pero es un comienzo, quizá podamos ser más en un futuro, solo espero que todo siga como hasta ahora, realmente no conocía mucho a la dama, todo había pasado tan rápido, aún no me lo creo, mascota de la dama del castillo. Mis pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de la puerta de la habitación abriéndose, la dama entró con un vestido negro bastante bonito.

Alcina: que buena chica, esperando a su ama- dijo la dama con esa sonrisa que hace que me derrita, estoy segura de que debo estar roja como un tomate en este en este momento, sus palabras resonaban en mi cabeza una y otra vez, "buena chica", con su voz esa frase hizo que mojara mi ropa interior, "ama", así debo llamarla ahora supongo, eso me da mucho material para más fantasías con la dama- aquí tienes, se te verá muy bien- con eso dicho la dama me dió el vestido- póntelo

T/N: s-si -me dirigía al baño hasta que la dama me detuvo agarrando mi brazo

Alcina: en la habitación querida, quiero verte- yo asiento muy nerviosa, la dama me iba a ver en ropa interior, nadie más que mi madre me había visto en ropa interior, lentamente comencé a quitarme el pijama que estaba usando, la mirada atenta de la señora me ponía realmente nerviosa, pero no podía desobedecer, ya en ropa interior tomé el vestido y me lo puse

T/N: m-mi señora, ¿sería tan amable?- dije girandome para que la dama me subiera la cremallera del vestido, ella subió la cremallera lentamente, el roce de su fría piel me erizaba la piel, parece que se tardaba a propósito, era muy probable que así fuera, al terminar de subirme la cremallera me dirigí al espejo de la dama y me miré, el vestido de verdad me quedaba bien

Alcina: te ves hermosa querida- la dama se acercó a mi y puso sus manos en mis hombros mirándome en el espejo, se agachó a la altura de mi cara y dejó un suave beso en mi mejilla- vamos, nos acompañarás en la mesa a mi y a mis hijas- con eso dicho nos dirigimos al comedor, por supuesto me senté al lado de mi ama, sus hijas ya estaban en la mesa, me miraban con caras confundidas por mi presencia, ya había visto a las hijas de mi ama antes, pero no desde tan cerca, las tres tenían manchas de lo que suponía era sangre en la boca- T/N nos acompañará en la mesa desde ahora en adelante, quiero que la traten con el mismo respeto con el que me tratan a mi, no quiero ver heridas en ella y no quiero que la molesten, ¿les queda claro niñas?- sus hijas asienten, la pelinegra se veía algo molesta, pero no se atrevió a decir nada, supongo que contradecir a su madre no era algo que pudiera hacer, la rubia parecía indiferente, no le importaba, y la pelirroja me miraba con entusiasmo, parecía la más agradable de las tres, ella me saludó sonriente con la mano a lo que yo respondí de la misma manera, está sería mi vida ahora, esperaré lo mejor.

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No tenía planeado actualizar hoy, pero a petición de un/una lector/lectora quise actualizar, agradezco mucho el apoyo, me pone feliz que disfruten la historia♡

Más que una simple sirvientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora