El Orfanato Maldito de Rivadavia

Capítulo 1

-¿ Qué quiere decir con que tiene muchas cosas que contarnos?- dijo Ansel - Digo, no les preocupa...

-Que, ¿tenes miedo?- Grit era la menos miedosa y la mas curiosa.

-No, solamente preguntaba- aunque Ansel no era el mas valiente de todos, si le daban miedo estas cosas, pero le divertía descubrir.

Eran cerca de las tres de la tarde. Ansel, Eva, Manuel y Grit, terminaron el bachillerato hace un año y medio. A los cuatro, les gustaban los misterios,en especial lo relacionado con el terror, cosas como fantasmas etc., y a pesar de que les daba un poco de miedo, nunca les dejo de inquietar, asi que por eso, decidieron un día, empezar a investigar por su propia cuenta.

Estaban en el auto de Manuel, que siempre quiso uno desde que empezo su tercer año de bachiller, y al fín lo tuvo. Estaban pasando una canción de Paramore llamada ''In the mourning'', aunque no les gustaba mucho esa banda.

Llegaron a la casa de Olga. Su casa estaba a varios kilometros de Irrazabal, sobre la Ruta 50, pero les precisó detalles de su hogar y no les costó encontrarlo. La señora era viuda y vivía sola, ella les dijo que tenía 89 años, pero ellos le dában unos diez más. Su cara estaba adornada con profundas arrugas, con el paso y el peso de los años en su andar los invitó a pasar. Todo su semblante era antiguo y denso, tenía ganas de hablar pero en sus ojos brillaban destellos de miedo y espanto.

Sin que pueda escuchar Olga ''¿Nació en la epoca de la primera guerra mundial o que?'' le dijo Manuel a Grit, lo cual hizo que se riera.

Entraron a la cocina de la vieja casa y sobre la mesa tenía una especie de baúl cerrado. Se sentó en una silla, lo tomó entre sus manos y comenzó la historia de la casa… otrora el orfanato San Juan, pero antaño…

-Bueno em... Olga, ¿usted, estaba en ese Orfanato en su infancia?- Pregunto Ansel

-¿Qué? No no no, por supuesto que no, si hubiese estado ahi, dudo que este viva ahora, y no por la edad.- dijo Olga con la voz un poco temblante.

-¿Por qué no dejamos que hable primero?- dice Manuel.

-Cuéntenos Olga.- dice Eva.

-Esa casa no se va a vender jamás. Ahí pasaron cosas espantosas, cosas oscuras y de las que nadie quiere hablar. La historia comienza mucho antes de su construcción, cuando esa tierra fue víctima de rituales satánicos. Lo que pasó en el orfanato fue el desenlace trágico, la venganza de aquellos oscuros seres. Pero yo vi todo… yo viví todo. Años después de la primera guerra mundial decidimos venirnos a vivir de Francia a la Argentina.

Manuel y Grit se miraron como si hubiesen dado cuenta de que mataron a alguien y con un poco de expresión de risa en sus caras.

-Europa estaba muy convulsionada y mi padre temía que pasara lo que varios años después pasó, la segunda guerra, la peor de todas. Mi padre era agricultor y mi madre ama de casa, así que vendieron todo lo que tenían y se vinieron a vivir a Mendoza, lo único que no se vendió fue la cámara de fotos de mi madre, ya que era un objeto muy moderno en Montpellier y suponíamos que en Argentina no iba a existir. Desde muy chica heredé la pasión de mi madre, por lo que aprendí a tomar fotos y me hice aficionada. A mis quince años me contrataron del club social del pueblo para que retratara las fotografías de una fiesta donde iban a estar varios políticos importantes, ya ni me acuerdo quienes eran.