Las escenas se repetían y repetían en su memoria, como un recordatorio de la culpa que la atormentaría hasta el día en que muriera.

¿Habían ganado la guerra? Sí. ¿Había perdido todo? También.

Dos meses acababan de transcurrir desde el día de Halloween.

El tiempo exacto en que había presenciado el entierro de su cuñada y su hermano mayor.

Desde aquel día, no había vuelto a ser la misma niña sonriente de ante. Ni mucho menos había visto a Harry (por órdenes de Albus Dumbledore).

El dar órdenes era tan sencillo, como lo era para el resto del Mundo Mágico que celebraba sin parar el Fin de la Guerra mientras que una huérfana terminaba de enterrar al último integrante de su familia.

Sus ojos nunca se despegaron de la lápida; era el último adiós que le podía dar a su hermano ya que nunca pudo decírselo con sus propias palabras.

James Potter sabía que iba a morir esa noche y Eleanor odiaba tener que vivir con ése último recuerdo suyo.

«Debí ser yo». No paraba de pensar mientras Remus Lupin, la sostenía por los hombros como si supiera que en cualquier instante ella se iba a derrumbar. Y así era. «Debía ser yo».

Las lágrimas silenciosas resbalaron y luego los temblores regresaron, perdiendo el control de sus emociones que había tratado de contener. Cayó de rodillas delante de la tumba que compartirían eternamente su hermano y su cuñada Lily. Eleanor no paró de llorar aún cuando sentía que la presión de su pecho era suficiente fuerte, no se detendría.

No le importó quebrarse delante de la familia Weasley o el resto de la orden u al menos, los únicos que quedaban con vida porque al parecer, eran pocos los que estaban aún.

Remus y su padre, Lyall Lupin, permanecieron a su lado impidiendo que nadie más se acercara (a petición de Eleanor). Dándole fuerzas a la menor.

Ese día tampoco se atrevió a hablarles a Bill o Charlie. Mucho menos a Tonks, a quien consideraba su mejor amiga.

Simplemente, no se sentía lista para hacerlo.

Y desde entonces, se había aislado de la vista pública por temor a las mismas preguntas y las miradas de lástima que siempre le inundaban cada que la cruzaban. Sí, ella había perdido a su única familia en una trágica noche de Halloween... ¿y?

Lo que menos necesitaba era la lástima de las personas, lo único que necesitaba era a su familia de regreso, quería volver a estar con su hermano James, estar de nuevo los cuatro juntos mientras él y Lily bailaban al ritmo de una melodía romántica con Eleanor admirándolos desde la chimenea sosteniendo a un somnoliento Harry. Ella quería que su cuñada trenzara su cabello una vez más y le cantara yesterday de los Beatles. Quería escuchar la voz de su hermano diciéndole que ella era su mayor orgullo y lo estuviera aún más cuando fuera seleccionada en la Casa Gryffindor al entrar a Hogwarts. Quería a su familia de vuelta.

Y eso no se podría.

Llorar por su devastadora y lamentable pérdida ya no tenía sentido. Nadie vendría a rescatarla de su cruda realidad, nadie la despertaría de su horrible realidad. Las lágrimas se agotaron más pronto de lo que creyó, pero el inmenso agujero negro que la inundaba por dentro seguía allí. Latente como el recordatorio de los ojos sin vida que jamás imaginó que alguna vez iba a ver en la alegre mirada avellana que tenía James Potter.

Warrior ⟶ b. weasley ¹ (EDITANDO) Место, где живут истории. Откройте их для себя