"Sí... Estoy segura que no va por ese lado." Le hice un pequeño puchero, sacándole una sonrisa. "Mi pequeño hermanito." Ella se tomó su tiempo antes de continuar. "Sé que has sufrido mucho, Venti, más de lo que cualquier omega podría vivir, no solo por el idiota de Kaeya, sino porque te has enfrentado a una discriminación que nadie imaginaría solo por ser diferente. Entonces... Te puedo imaginar como un vaso a punto de rebalsar."

"Es algo así."

"Lo sé, pero piensa un poco."

"¿En qué?"

"¿La última gota tiene la culpa de que el vaso esté tan lleno?"

Solté un largo suspiro, mirándola a los ojos. Jean tenía razón, Xiao no tenía la culpa dela cantidad de pensamientos que pasaban en mi cabeza, de mi baja autoestima o de mi creencia de que no merezco absolutamente nada, pero la realidad es que eso no tiene nada quever, yo vi lo que vi, no lo imaginé y sinceramente... No se me ocurre una forma para justificarlo que sucedió.

"Da igual, Jean." Me acomodé mejor en la cama, cerrando los ojos con fuerza. "Para este momento él ya está con Lumine revolcándose y jurándole amor eterno."

"Eh... Sí, de hecho..."

 "¿Qué pasa?"

"Él no se ha ido."

"¿¡Lo dejaste entrar!?"

Grité, cubriéndome la boca después al recordar que mi pequeño estaba durmiendo a mi lado. Jean y yo lo vimos removerse hasta que se entregó de nuevo al sueño, sacándonos unsuspiro de alivio, no me gustaba que Bennett me vea llorar, amaba lo fuerte que era ante susojos.

"No, no lo dejé entrar, tonto."

"¿Entonces?"

"Está sentado en los escalones de afuera, o ahí lo dejé antes de venir a verte."

"¿En serio?" Busqué la ventana de mi habitación y me sorprendí con lo que vi. Había empezado a llover. "Bueno... Para este momento ya se fue, está lloviendo y no creo que quiera mojarse."

 "No lo sé ¿Por qué no lo compruebas tú mismo?"

A pesar de lo mucho que deseaba quedarme en cama, tenía miedo que realmente él no sehubiera ido y estuviera ahí, sentado a los pies de nuestra puerta como un vagabundo abandonado. Me levanté de la cama y luego de mirar a Jean, asegurándome que se quede con Bennett, salí de mi habitación para dirigirme a la entrada, intentando hacer el menor ruido posible.

"¿Cómo está él?" Me sorprendí al escucharlo hablar apenas mi mano se colocó sobre lapuerta. Asustándome, llevé mis dos manos a mi boca para cubrirla y no soltar ningún chillido o ruido extraño. "¿Jean? ¿Mi bebé está bien?" 

Miré por la ventana al lado de la puerta y seguía lloviendo. ¿En serio estaba mojándose fuerade mi casa?

"Mm." Iba a decir algo, aunque al final no lo hice, toqué con suavidad la madera de la puerta,suspirando profundamente. Él en serio estaba ahí. No había vuelto para estar con ella.

"Eres tú ¿Verdad?" No respondí, no dije nada. "No puedo olerte, pero sé que estás ahí, amor,gracias por venir." Con cuidado, me senté en el suelo, apoyándome en la puerta. Encogí mispiernas y apoyé mis brazos en mis rodillas, solo escuchándolo. "Sé que si lo quiero, ahoramismo puedo obligarte a abrir la puerta, pero sabes que no voy a hacerlo." Asentí. "Sé que quizás no quieras verme y si esta puerta me permite que no te vayas, entonces que se quedeahí, es buena."

 "Buena puerta." Murmuré, sabía que debido al sonido de las gotas golpear el piso de la calle, Xiao no me oiría igual.

"Realmente te amo, espero que Jean te lo haya dicho porque eres lo que más amo en estemundo, Venti." Cerré los ojos, apoyando mi cabeza también contra la firme madera. "Yo no sabía que Lumine estaba en mi penthouse." Comenzó. Hice un gesto, queriendo levantarmesolo al escuchar el nombre de aquella omega. "Te juro por el amor que te tengo que nada escomo parece."

the perfect omega ; xiaovenWhere stories live. Discover now