PROTEGER AL HERMANO MAYOR DE LA HEROINA (parte 2)

capítulo 218

Jeremy apostó por las palabras de Cassis como de costumbre, y rápidamente chasqueó la boca ante el sonido que siguió.

Cassis hizo caso omiso de Jeremy, que podía ver claramente como de costumbre.

Todas las decisiones de este viaje las tomó Roxana. Entonces Cassis miró el rostro de Roxana como pidiendo su opinión.

Roxana, miró a la gente en la distancia por un momento, y volvió su mirada hacia la tierra seca más allá.

Era obvio que los Knicks habían entrado en ese páramo.

El páramo, gradualmente volviéndose rojo a medida que se ponía el sol, parecía áspero y árido.

Por alguna razón, hubo una premonición infundada de que este es el último lugar por el que los Knicks eligieron morir.

Cassis parecía tener un sentimiento similar.

En poco tiempo, Roxana la movió de nuevo hacia adelante.

“No, seamos orgullosos. Es una pérdida de tiempo venir aquí e ir más lejos ".

Además, como pensaba Roxana, no habría ningún problema incluso si se encontraba con Liuzac ahora mismo.

Entonces los tres se acercaron a la multitud.

Un hombre que los encontró acercándose fue a Liuzac para informarle de la noticia.

Sus ojos fruncidos tocaron primero a Jeremy, quien se quitó el sombrero de la capa y reveló su rostro.

"¿Jeremy Agriche?"

Naturalmente, él inmediatamente la miró a los ojos con sospecha. Luego, aún más después de ver a Roxana y Cassis.

"Milisegundo. ¿Agriche y los Scouts of Blue? No, por qué hay tres personas aquí ... ... "

"Oye, debería llamarte Agriche Chiefs".

Mientras tanto, Jeremy no desaprovechó la oportunidad y corrigió el título equivocado de boca de Liuzac.

Nos vemos en Yggdrasil y nos vemos de nuevo, Liuzac Gasthor.

Luego, Cassis saludó a Liuzac. Roxana se quitó la capa y se acercó.

Mientras Liuzac se sorprendió y perdió las palabras, el hombre a su lado preguntó.

"Lyuzac, ¿estas personas son las que conoces?"

Fue el mismo hombre que descubrió a las tres primeras personas hace un tiempo e informó a Liuzac.

El hombre de mediana edad, como un hombre que tiene una enfermedad grave, era delgado y su complexión no era muy buena.

Sin embargo, extrañamente, su actitud hacia Liuzac era más íntima que la de otras personas que Roxana había visto antes. Ese punto me llamó la atención.

El rostro de Liuzac, que se endureció como una piedra en el momento en que el hombre abrió la boca, también era peculiar.