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Se concentró en aquel punto rojo que estaba en el centro del tablero con varios círculos de diferente tamaños, la flecha y el arco una vez más cubierto por su magia y soltó la cuerda lanzando junto con la flecha que se clavo en la madera sin hacer mucho daño, era como si fuera una flecha común y corriente.

Volvió a intentarlo una vez más para obtener el mismo resultado pero no se rendiría, tenía que lograr al menos solo una vez, volvio a alzar el arco pero una mano encima de la suya la detuvo.

- Supongo que debes estar cansada, ya olvide cuántos intento has hecho.

- Estas intentando animarme o lo contrario.- soltó un leve suspiro y le dio el  arma a la azabache quien lo agarro.- Siempre es igual.

- No siempre es igual, a mucho les suele pasar lo mismo, cuando aún no saben controlar su magia.

- Pero toda los demás lo hacen, destruyen el tablero pero yo solo logro clavar la flecha incluso si utilizo magia.- estaba tan frustrada por su poco avance.

- Sana no puedes ir todo de una, es poco a poco.- la animo Mina con una sonrisa, pertenecía a los de arquería, una de las mejores.- Además ustedes apenas están  aprendiendo a utilizar la arma junto con su magia.

- Deberías descansar, el entrenamiento ya termino.- apareció Dahyun con una gran sonrisa también pertenecía a los de arquería de segundo escuadrón, era la que seguia a Mina en las mejores.- Traje un poco de jugo de naranja.

- Gracias Dayun...- agarró la botella y le dio un trago.- Momo, Chae y Jeong donde están?

- Fueron a vigilar a los alrededores de que no hubiera ni una monstruo causando problemas.

Las tres eran luchadoras de las más fuerte, cuando le tocaba entrenamiento con ellas a veces escapaba porque le hacían hacer mucho ejercicio y luchar con sus compañeras, salía lastimada porque algunos no controlaban su fuerza o lo hacían a propósito y entonces Jihyo o Nayeon que eran angeles de la línea sanadoras la ayudaban con su heridas.

- Me iré a cuidar las flores.- les informo a sus dos amigas presentes.

- Claro, ve con cuidado.

- Descansa un poco.

- Lo haré. nos vemos luego.

Fue primero a su casa para darse un baño y cambiarse de ropa a una más cómoda para luego dirigirse a su pequeño campo de flores que ella misma se encargo de cultivar y seguir haciéndolo al igual que cuidarlo.

Llevo consigo un gran cubo de agua para echarles mientras tarareaba una canción, se detuvo al recordar que aquella chica alta debe estar en el gran árbol acostada en la rama.

Dejo las cosas a un lado y se acercó rápido para luego volar hacía ahí pero no había nadie, se quedo esperando un poco más pero no aparecia así que regreso a su casa, donde estaba completamente sola pero era algo a lo que ya estaba acostumbrada.

Se preparo la cena y agradeció antes de dar su primer bocado seguido de muchos más hasta dejar el plato sin nada, lo lavo fue al baño y aseo para luego ir directo a su cama.

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Al día siguiente solo se escapo del entrenamiento para ir a su jardín donde se encontraban unos niños jugando con una pelota y un señor de tercera edad cuidándolos, era uno de los señores retirados de las escuadrones de guerra.

- Buenas tardes señor.

- Hola Sana, todo bien?

- Si.

- ¿Como va tu día?

- Genial.

- No deberías estar entrenando a estas horas?

- Me dieron libre.

- Eso es bueno, hay veces que se necesita un poco de descanso, ya se que los monstruos son un problema pero de que sirve tanto entrenamiento si a la hora de pelear estas cansada, en mis tiempos debieron ser iguales.

- Usted la tuvo difícil en sus días de entrenamiento.

- Era de los más fuertes de mi escuadra así que no tuve muchos problemas pero aun así un descanso no nos hubiera venido mal.

- Ya veo, iré a jugar con los niños.

El señor asintió con una sonrisa y Sana camino hacía los niños que ya la conocían, no tardaron en invitarla a jugar con ellos.

Se divertía y distraía tanto jugando con ellos, eran tan tiernos, sus sonrisa provocaba la suya olvidando por completo que se estaba saltando el entrenamiento.

Solo quería evitar las burlas de los demás al no verse capaz de utilizar bien su poder en el tiro al blanco, podía dar al punto no más destruir aquello de madera que era la misión.

Al regresar a casa luego de jugar un buen rato con los pequeños que no querían irse a casa porque querían seguir jugando les prometió que mañana iría de nuevo.

- Donde has estado toda la tarde Sana?.- hablo su amiga Jihyo cuando le abrió la puerta de su casa.- Por qué toda despeinada?

- No me sentía bien.

- En serio, que tienes?

- Dolor de cabeza.- había hecho un look de enferma porque sabía que alguien vendría a preguntar porque no fue al entrenamiento.

Ellos tambien se enfermaban pero si tocaban alguna planta que no debería ser tocada o recibían algo toxico del inframundo y de los monstruos se recuperaban luego de uno o cuatro días de descanso así que no era ni un problema grave.

- Ire por unas pastillas.

- No hace falta, ya tome una y tal vez en unos minutos ya estaré un poco bien.

- Tocaste algo o comiste algo extraño?

- No, solo es un simple dolor de cabeza.

- Ya hiciste la cena.

- Recién término de prepararla, quieres un poco?.

- Claro ya estoy aquí, y como fueron los anteriores entrenamiento?

- Igual que siempre, no logro hacer lo que me dicen que haga.

- Pronto lo lograras solo sigue intentando.

- No es tan facil como parece, todos dicen lo mismo.

- Sabes que yo también entrenó, no solo con lo de curación.

- Si pero ustedes lo logran a su primer intento.

- Al principio nadie la tiene facil, se que haces lo mejor que puedes y eso hará que llegues hacer una de las mejores, solo ve despacio no te apresures o entonces tal vez vaya mal.

- Más mal de lo que ya voy lo dudo.

- Veamos algo para distraernos te parece?

- Si.

Su amiga se quedo por esa noche.




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