¡Admito que te amo!

Capítulo 14 "Los celos"

Ambos recogieron su ropa y se vistieron tranquilamente, cuando escucharon la voz de Damián buscando a Fernanda.

Aquella sensación de peligro la hacía sentirse extraña, pero le agradaba la idea, mientras Franco terminaban de acomodarse la corbata, ella decidió salir a encontrarse con Damián,  poniéndose los zapatos aún.

-¿Qué pasa por qué tanto escándalo? - pregunto con voz autoritario

-¿Dónde demonios está Fernanda? Llevo toda la tarde llamándole y no me contesta ni una sola llamada - respondió furioso

-No me digas que ahora ni eso eres capaz de hacer, que pésimo marido eres - se burló sin el menor pudor

-No estoy para tus bromas absurdas - le dijo mientras la tomaba bruscamente del brazo

-Suéltame estúpido - dijo mientras se liberaba de Damián - te diré donde está tu mujercita, ya que veo que ni eso puedes hacer bien...- hizo una breve pausa, disfrutando la ansiedad que le provocaba a Damián esperarla hablar.

-Habla maldita sea - levantó la voz

-Gonzalo está en el hospital, y Fernanda se quedará está noche con él, claro si es que logra sobrevivir una noche más - dijo con una sonrisa en los labios

-¿Estás diciendo que Fernanda no me avisó? ¿Para esa familia estoy pintando o que? Soy su esposo, debería enterarme de lo de pasa en esta casa - bufó

- Cálmate, tampoco es para tanto tu drama Damián, de tanto coraje, podrías ser el próximo en hacerle compañía a Gonzalo - bromeo, pero Damián permaneció furioso - Anda, ve con tu esposa, cualquier reclamo, es a ella a quien le corresponde escuchar tus gritos de macho herido y pisoteado

Damián casi la fulminó con la mirada, para después salir de la casa, dando tremendo portazo, mientras ella se sentía victoriosa y satisfecha, uno de sus mejores momentos en el día, era fastidiarle la vida a Damián, era un blanco fácil, bastaba golpear su enorme ego para enfurecerlo.

Volvió a la biblioteca donde Franco ya la esperaba completamente vestido.

-¿Era el esposo de Fernanda? - preguntó intrigado

-Ssi...- respondió lentamente con la mirada puesta en él - Franco quiero que me digas algo

-Dime ¿Qué quieres saber? - respondio temiendo a una nueva pelea que los hiciera acabar con aquella magia que acaban de bordar ambos en aquel sitio.

-¿Cuál es tu relación con mi hijastra? - pregunto un poco inquieta

- únicamente de trabajo - respondió simple y seguro

Bárbara permaneció un rato en silencio, pensativa...

-¿De trabajo? - hizo una breve pausa

-Si, únicamente de ese tipo

- ¿Por qué ella te aviso sobre lo ocurrido con Gonzalo? - cuestionó inmediatamente

-Supongo que por la asociación de ambas empresas...- guardo un momento de silencio - ¿Estás celosa nuevamente?

- No sé porque usas el nuevamente, nunca lo he estado, al final del día, puedes hacer lo que se te dé la gana con tu vida - respondió tratando de restarle importancia a ese momento.

Él se acercó hasta donde estaba ella, con sus manos la tomo de la cintura y pego su cuerpo contra el suyo, mientras sus labios estaban a centímetros de distancia.

- Lo único que quiero, es quedarme toda la noche a tu lado - le dijo antes de besarla

Ella correspondió aquel beso, aunque sus mente le daba vueltas al asunto, era algo que la tenía intranquila, tenía que admitir que se moría de celos, pero no podía decírselo a Franco, eso lo haría sentirse seguro y con el poder sobre ella y no podía darse ese lujo, suficientemente débil se había mostrado en momentos pasados.