CAPÍTULO 25.

Começar do início
                                    

Xiao es más bajo que los demás alfas, no busca pelea para hacerse sentir alguien superior, no te impone qué hacer o qué no hacer y tampoco le llama la atención presumir la cantidad de omegas que tiene a sus pies. Él quiere a Bennett y sabe tratarlo, no es torpe, es cuidadoso, listo y cauteloso. No se rinde, no se siente mejor que nadie y por sobre todo, es el mismo alfa que ahora está a mi lado, intentando calmarse a sí mismo para no responderle a su madre a pesar que ya está en la edad en que todo alfa cree que nadie puede pasarte por encima.

Él no es perfecto y yo no soy perfecto, quizás por eso estamos hechos el uno para el otro.

"Bebé ¿Estás bien?"

Volví a la realidad y lo encontré mirándome. No sabía cuánto tiempo había pasado, pero al mirar de re ojo hacía el frente del auto, observé que estábamos en el estacionamiento del edificio donde se encontraba su penthouse, así que definitivamente me había tomado mi tiempo comprendiendo algo que Xiao me intentó enseñar desde el primer día que nos conocimos.

"Estoy... Bien." Afirmé, disfrutando de la paz interna que sentí apenas sus ojos y toda su expresión se relajó, mostrándome una pequeña sonrisa.

"Ya vas a poder ayudarme, mi perfecto omega."


<3


"Xiao." Jadee apenas mi cuerpo cayó sobre el colchón de su cama, observándolo colocarse sobre mí, con sus piernas a cada lado de mi cuerpo y sus manos apoyadas a los costados de mi cabeza. "Tenemos... Tenemos que hablar."

"Lo sé." Su mirada se conectó con la mía y pude observar como sus preciosos ámbar se habían vuelto más oscuros y brillosos, mostrando su deseo por algo que yo también me moría por hacer. "Pero primero te necesito. Tu cuerpo, a ti, todo tú."

"Xiao."

Sabía que no debía dejar que algo tan importante como el tema de las almas gemelas quede en el olvido, pero ¿Cómo negarme a tan hermoso alfa frotando su mejilla contra mi cuello? Las manos de Xiao no tardaron en dirigirse hacia mi pantalón, abriendo el botón y bajando la cremallera con rapidez, si no es que la había roto en el proceso. Luego esa misma mano subió por debajo de mi remera hasta acariciar mi vientre, logrando que un gemido escape de mi boca.

"Imaginarte embarazado me puede tanto, bebé." Su rasposa voz iba directo hacía mi oído, jadee cuando su lengua se encargó de delinear mi lóbulo con lentitud. "Todo tú eres tan excitante."

"¡Xiao!" Gemí, dos de sus dedos tomaron una de mis tetillas y tiraron ligeramente de esta, jugando con ese pedazo de carne, mientras su otra mano acomodaba mis piernas, dejando que uno de sus muslos se coloque en medio de ellas y empuje hacia arriba. La simple fricción me consumió en una fuerte oleada de placer mientras mi miembro se iba endureciendo más. "No es... No es cierto."

"¿Ah no?"

"No." Busqué su mirada e hice un pequeño puchero, subiendo una de mis manos para acariciar su mejilla, apoyándola después sobre su hombro. "Me veía muy... Gordo y tenía miedo que me deje marcas... Estrías, esas cosas."

"¿Y te cuidaste mucho la piel?" Mientras hablaba, Xiao me ayudó a incorporar la mitad superior de mi cuerpo para quitarme la remera, acostándome después. Sentí mis mejillas sonrojarse cuando lo tuve admirando con detalle mi vientre, pasando la yema de sus dedos por sobre mi piel.

"Sí. Mucho."

"A mí me habrías encantado con estrías o con lo que fuera."

"Eso es porque me miras con ojos de amor." Sonreí, sorprendiéndome de la facilidad con la que esa palabra escapó de mis labios, ignorado lo caliente que sentía mi rostro. "Así tuviera un mono en el rostro seguro me dirías que te encanto."

the perfect omega ; xiaovenOnde as histórias ganham vida. Descobre agora