Capítulo 60: Lujuria

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Sabía que le habían marcado a fuego en sus huesos, y su miedo y aversión a los asuntos de cama se hacía cada vez más exuberante. Su memoria seguía punzandolo, recordándole que había perdido la compostura debajo He Yu, de tal manera que había dado rienda suelta a los deseos que había estado reprimiendo, incluso aunque se hubiera resistido con fuerza. Había gemido, se había estremecido, se había perdido, y los recuerdos eran como marcas de látigo que no dejaban de dolerle, humillarle, torturarle constantemente. Encendió su ordenador y clickeo en el vídeo de las medusas marinas, observando a los antiguos seres que flotaban alrededor, tratando de desviar su atención a otra parte. No podía caer tan bajo, pensó.

 .

Unos días después en la Residencia He.

-Estoy de vuelta

-...hmm.

La casa de He Yu apenas estaba iluminada, y el cálido resplandor hizo que He Yu frunciera el ceño al entrar en el vestíbulo, como si fuera un vampiro acostumbrado al frío,y el silencio y la oscuridad del viejo castillo fuera lo que le resultaba familiar.
Lu Zhishu y He Jiwei estaban allí.
Habían vuelto a la villa después de que él y Xie Qingcheng lo hicieran, el día después de haber seguido a Xie Qingcheng al hospital y tras encontrarse sin nada más por hacer.
En ese momento, se sentía incómodo en su corazón y especialmente vacío, acababa de ser empapado por el estímulo de la extrema excitación, e inmediatamente, de repente, volvía a quedarse solo, por lo que no pudo evitar sentirse vacío y melancólico. Así que volvió a la casa principal, al menos había amas de casa y sirvientes con él.
Pero se fue al día siguiente y nunca más había regresado. Hasta hoy.

Aunque He Yu sabía que sus padres volverían a Shanghai pronto, había pensado que no se quedarían mucho tiempo. Y fue porque estaba molesto y no quería verlos que se había ido de nuevo para evitarlos. Cuando volvió a casa, no esperaba encontrar a Lu Zhishu y a He Jiwei todavía allí. Estaba tan poco acostumbrado a ser saludado que su primer pensamiento ante la visión que tenía delante fue: "Quizá esto tampoco sea real, debo estarlo imaginando".

Pero entonces se dio cuenta de que nunca había imaginado que sus padres volverían para tener una agradable cena con él ellos nunca aparecieron en sus delirios.

- ¿Hace frío afuera? Mamá te hizo una sopa, una sopa de setas y abulón...

- Mamá.

He Yu se quedó callado un momento, las primeras palabras que los humanos aprendían le parecieron un poco crudas:

-Soy alérgico a esa especie de marisco.

La sala se volvió repentinamente silenciosa. Lu Zhishu se sintió un poco avergonzada y miró hacia He Jiwei.  
He Jiwei tosió:

-Está bien, come otra cosa, hice que te hicieran col hervido y la sopa en que se ha cocido durante mucho tiempo era lo que más te gustaba.

He Jiwei tampoco era muy amigo de He Yu, pero al menos era más fiable que Lu Zhishu, sabía lo que le gustaba a He Yu.
He Yu no quiso decir nada más, y no pudo evitar que los tres se sentaran juntos a la mesa. El ambiente se volvió aún más tenso durante un tiempo.
He Yu no podía recordar la última vez que los tres se habían sentado juntos como una familia, había pasado demasiado tiempo. Miró los rostros de He Jiwei y Lu Zhishu, le resultaban incluso desconocidos. Para él, sus padres parecían más bien dos avatares de sus contactos de WeChat, con esos colores planos.

-¿Cuándo piensan volver a Yanzhou? Preguntó He Yu.
- No hay prisa"

Inmediatamente, la gorda cara de Lu Zhishu se llenó de una dulce y grasienta sonrisa que incluso se tambaleaba un poco por lo llena que estaba:

Libro de Casos ClínicosWhere stories live. Discover now