Mi razón ; Shinsou Hitoshi

Ingreso a la U.A. parte 1

En ese momento la extranjera paseaba por el lugar con bastante naturalidad, pero cuando vio una abertura al jardín no se lo pensó dos veces antes de ir por allí.

El clima era bastante fresco, la vista era bastante buena. Le gustó el paisaje, comenzó a pasear sonriendo.

—Mi gran sueño siempre ha sido, todo un día para mi.— Cantó paseando.— Nada que hacer, ni donde estar por una vez...— Dio una vuelta como una princesa.— Sin lecciones, ni comidas, ni una lista por cumplir.— Levantó los brazos, mientras se sentía en una película.

Observó a su alrededor, riendo sola por haber cumplido una de sus fantasías. Observó un poco más lejos una laguna pequeña, que tenía un puente encima.

Su vista fue hacía atrás viendo la luz de la fiesta, y después a su celular. Tenía tiempo. Comenzó su camino hacia ese lugar con menos iluminación.

—¿Dónde estará mi tierra? No sé con quien viví y por qué la memoria perdí.— Empezó suavemente.— Tal vez tendré familia, lejos cruzando el mar.— Llegó al comienzo del puente.— Di... ¿por qué siento que el corazón se me sale del pecho?— Observó el cielo despejado, tomando aire para seguir.

—Llevo un rato preguntandome, ¿Qué haces?— La voz repentina provocó que saltara y diera un pequeño grito por la sorpresa de haber sido espiada.

Se giró hacia el acosador, aunque no lograba verlo bien debido a la poca luz, podía notar su silueta, y era un poco más alto que ella.

—Pero qué, weon, casi me matas del susto.— Llevó su mano a su pecho, sintiendo como palpitaba su corazón por la adrenalina.— ¿Quién eres? ¿Qué quieres?— Se calmó un poco al ver la expresión confundida del otro.

—Perdón, ¿Hablas japonés?— El intruso preguntó en inglés con cuidado.

—Sí, un poco, ¿Qué pasa?— Respondió más calmada.

—Bueno, me preguntaba que estabas haciendo desde hace un rato.— Explicó otra vez.— Tienes una bella voz, por cierto.— Agregó.

—Estaba cantando.— Acomodó su cabello, ocultando su vergüenza por haber sido vista.— Y claro que lo sé, por algo cantaba en un lugar público.— Sonrió.

—Ya veo.—

Entonces quedó un silencio incómodo, porque parecía que el chico no tenía nada más que agregar, la chica no quería seguir el rumbo de la conversación, además este no parecía irse, y esta no parecía invitarlo a que se fuera.

—Entonces... ¿Quién eres?— Preguntó resignada.

—Cierto, perdón, mi nombre es Todoroki Shoto.—

—Un gusto, soy De La Cruz Aleska.— Extendió su mano, ambos se vieron, terminó por aceptar extrañado.

—No eres de Japón, ¿Verdad?— Preguntó.

—Wow, ¿Lo descubriste tú solito?— Sonrió al ver su cara.— Era broma, es obvio, soy de Latinoamérica.— Respondió aún con gracia por su propio chiste.

—Ya veo.—

Otra vez el incómodo silencio, esta vez Aleska observó su celular, ya iba a ser hora de regresar, pensó usar eso de excusa.

—Pues, me voy, un consejo, si vas a espiar a la gente, no te les acerques cuando estén cantando.— Sonrió levantando la mano mientras pasaba a su lado para regresar.

—¿No quieres que te acompañe?—

Se giró un poco.— ¿Para? Conozco el camino.— Respondió para seguir su camino.