κεφάλαιο ένα | capítulo uno

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❀ Ƈαριƚυʅσ 1: Σԃιʂҽσ, Ƚɾσყα ყ Αϙυιʅҽʂ❀

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En Eubea a las afueras de Calcis había una hermosa villa en la cual una mujer reposaba en un sillón frente a la puerta principal de su casa comiendo uvas y bebiendo vino.

Era una mujer hermosa, con una melena dorada con ondas que llegaba hasta su cintura, adornada con oro y joyas preciosas; sobre su cuerpo se encontraba un hermoso vestido de la más fina seda azul, el cual, al igual que su cabello era sujetado por un adorno dorado al rededor de su cintura.

La mujer estaba en plena tranquilidad, pero esa tranquilidad fue interrumpida cuando la puerta principal fue abierta de golpe dejando ver en ella a un hombre de cabellos castaños con armadura, llamado Odiseo, rey de Ítaca.

Ella dirigió su vista hacia la entrada con cierto enojo presente en su mirada, el cual se disipó al reconocer a aquel hombre que perturbaba su paz, entonces sonrió y caminó hasta el cuidando sus pasos a la vez que hablaba.

— Gran dicha siento al verte frente a mi Odiseo, padre de Telémaco; dime pues ¿qué haces aquí perturbando mi paz pero de igual manera provocándome semejante felicidad? — Odiseo río y extendió sus brazos hacia ella, que corrió los últimos pasos que quedaban y lo abrazó.
— Veo que me has extrañado perfecta Idylla — Habló por primera vez el hombre con burla y cariño.
— ¿Cómo se encuentra la hermosa Penélope? — Preguntó la mujer ignorando el anterior comentario del hombre.
— Tal parece que extrañas más a mi esposa que a mi, tú buen y fiel amigo — Reclamó Odiseo fingiendo estar ofendido.

— Mi aprecio por ti es bien merecido, al igual que el aprecio que por tu mujer siento, más aún cuánto te aprecio lo sabes, no finjas ofensa que no ha sucedido y dime mejor que buscas en mi hogar — Pidió volviendo a su sillón.
— Puedo suponer que ya te has ente...
— Supones bien, me he enterado y conozco perfectamente los detalles, como todos, pues no vivo en una cueva. Menelao no supo retener bien a su esposa y debo decir que eso no me sorprende — Comentó la mujer quien se llevó una uva a la boca.
— El atrida Agamenón...
— Desea que luche contra los troyanos igual que lo desean sus "sabios" consejeros y sus hombres, eso y verás, tampoco me sorprende — Dijo y se llevó una segunda uva a sus labios.
— Tengo por seguro que vas...
— ¿A negarme? por su puesto que me voy a negar astuto Odiseo — Una tercera uva.

— Pero, y escúchame bien, vehemente Idylla...
— Pero me puedes convencer de alguna manera...tus trucos Odiseo, suelen sorprenderme, por algo eres llamado "el ingenioso", te conozco bien y también se que tú, Odiseo, de ánimo paciente, no te irás de aquí hasta lograr tu cometido — La cuarta uva.
— El único hombre que puede vencerte estará entre los soldados del atrida Agamenón — Dijo Odiseo lo más rápido que pudo evitando ser interrumpido por la mujer, quien al llevar una quinta uva a su boca la detuvo en sus labios para luego observar al hombre con burla.

TROYA (COMPLETA)Where stories live. Discover now