Capitulo 1

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Nervioso no alcanzaba a cubrir lo que sentía, ya era un nuevo día y por lo tanto, día que le tocaba cita con la doctora Addison Tomlinson, era beta muy linda, con unos ojos de un azul profundo y cabello rojizo, le agradaba mucho cada que iba a algún control de sus celos o para los supresores que por obvias razones utilizaba cada que este le llegaba.

Su madre y su abuela se encontraban en la cocina mientras escuchaban a Luis Miguel y esbozó una sonrisa al ver el pequeño delantal que su abuela Martha tenía amarrado a la cintura que decía "made In México cabrón" y alrededor pequeñas banderitas de México.

Su abuela había crecido casi toda su vida en México, pero ella añoraba vivir el famoso sueño americano, por lo tanto a la edad de 17 años cruzó la frontera de manera ilegal. Eso hacia que la admiración por su abuela solamente creciera, no cualquier omega se anima a realizar algo tan extremo como eso, los omegas por lo general tienen tendencia a evitar situaciones dónde los pongan en riesgo, pero su abuela Martha no, y ahora a la edad de 56 años su abuela seguía con un temperamento bastante fuerte para ser una omega mayor.

La admiraba demasiado, desde el criar una hija por si sola, porque si, el abuelo los abandono cuando se enteró que estaba encinta, la admiraba aún más cuando soportó un lazo roto y aún así tuvo las agallas para poder criar a su ahora madre, Anna.

Anna era una preciosa omega de ojos verdes y cabello castaño, que se encargó de criarlo y darle absolutamente todo lo que él necesitó, su madre quedó embarazada a la edad de 15 años justo cuando presentó su primer celo, muy desafortunado, pero ahora ya supo que eso de que "al primer celo no puedes preñarte" era totalmente falso.

Y como si de una maldición se tratara, su "padre" también los abandonó, le decía a su mamá que no lo necesitaba, porque en realidad ¿para qué?, ni siquiera quería saber su nombre y de igual manera su madre jamás habló de él "fue mi primer novio harry, y las cosas no terminaron bien, no tiene caso" le decía su madre cada que la curiosidad le ganaba y optaba por preguntarle sobre el paradero del alfa.

Su madre y su abuela se habían encargado de educarlo de la mejor manera, y a decir verdad entendía la razón por la cual su abuela lo quería proteger de los "errores" de su madre, Martha tenia los valores de la iglesia de su pueblo en México hasta la raíz de su ser y no le molestaba, no lo hacia, sin embargo era un punto de ser sofocante el que su abuela tuviera ideas tan tercermundistas aún después de tantos años de vivir ahí.

Toda su vida la había pasado ahí, residían actualmente en un barrio medio en Miami, Florida. Y le gustaba mucho, no tenia muchos amigos y estaba bien con eso, de igual manera él tenía a Daniel.

Daniel es un alfa de un cabello rubio y unos bonitos ojos azules, aunque si le preguntas siente que algo falta en sus ojos, pero está bien, es alguien con quien se refugia y le gusta pasar el tiempo.

Oh, pero que travesía fue llegar hasta la meta de que pudiera entrar a su habitación.

Cuando le presentó a Isaac a su abuela, esta le hizo que cada que viniera se encontraran exclusivamente en la banca del porche a la vista de todos, e inclusive si se quedaban en la sala ella se quedaba "haciendo algo en la cocina" o simplemente quitándoles la televisión y poniendo su novela favorita "cuando me enamoro" de hecho, Daniel ya podría mantener una conversación en español con su abuela y su madre, ya que después de esos 2 años juntos (y probablemente unos cuantos huarachazos por parte de Martha) ya había podido comprender el idioma, incluso le había agarrado amor a Rafael, un alfa de ojos verdosos y tez morena-clara.

Ahora, después de 2 años y varios regaños y charlas incómodas de porque no tenían que tener sexo por parte de su abuela, por fin habían logrado llegar a su habitación (con la puerta abierta, cabe aclarar) .

Salió de su ensoñación y vió con una sonrisa con hoyuelos como cantaba su abuela mientras movía la cabeza y su pequeño chonguito se movía de un lado a otro a ritmo de Luismi. Se sentó en la mesa y esperó a que su abuela le acercara el desayuno.

-Oh, hola cariño.- le dice su abuela mientras lo toma de las mejillas y le deja un besito en la frente.- ¿Como amaneció la criatura más bella, preciosa, chiquita de la casa?.- le dice mientras hace la voz más aguda y hace un pequeño pucherito con su boca un poco arrugada.

-Pues, amanecí.- dice mientras deja caer la cabeza entre sus manos.- estoy nervioso.

-Oh.- martha eleva las cejas.- ¿por la cita de hoy?

-Si.-toma una pequeña vincha rosada que había colgada en el respaldo de la silla y se la acomoda para que su cabello no le estorbe en la comida (y porque lo hacían sentir bonito)

-Oh cariño, no es algo por lo que debas preocuparte, Addison es muy buena doctora.- eleva los hombros.- sabes que es algo por lo que todos los omegas pasamos.- se acerca y le acaricia los hombros.- tranquilo, y si necesitas ayuda ya sabes que me puedes decir y tranquilamente te acompaño.

-No, no.. tranquila, estaré bien.- toma una quesadilla que su abuela le puso en el plato y empieza a ponerle salsa.- tengo que acostumbrarme, supongo.

-Bien...pero cualquier cosa me dices ¿bien?.- asiente con la cabeza.- y ahora que lo dices, ¿a que hora es la cita?

Voltea su cabeza con media quesadilla en la boca y se da cuenta que son las 8:30 y su cita era a las 9:10, tenía que salir ya para poder tomar el autobús y poder llegar pronto.

Abre los ojos mientras deja su quesadilla a medio comer, niega con la cabeza y toma un largo trago de agua de jamaica rápidamente mientras toma una servilleta y limpia sus manos.

-Se-se suponía que en 40 minutos, tengo que irme ahora si quiero llegar a tiempo.- dice y se levanta casi corriendo.

Llega a su habitación y guarda todas las cosas que podría necesitar en una pequeña bolsita blanca y se observa por ultima vez en el espejo. Llevaba puesta una camisa de gasa un poco transparente color blanca y una falda plisada color rosa, creía tener una pequeña obsesión con tener faldas, lo hacían sentir hermoso. Tenia de todos los colores y a Isaac le gustaba consentirlo y muy seguido este le compraba algunas.

Después de que le agradó lo que vió, se puso unas converse blancas y se dirigió al baño a cepillarse los dientes, para así salir y despedirse de su abuela.

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⏰ Last updated: Jun 28, 2022 ⏰

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The virgin omegaWhere stories live. Discover now