love story ━━ jj maybank.

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—Pensé que estabas triste. —comentó.— Ya sabes... por Julieta.

Lo escuchó soltar una risita y enseguida su mirada se posó en el. —¿Triste? ¿Por Julieta? —cuestionó divertido.— Nada de eso.

Una sonrisa se extendió en los labios de Pope y su rostro inmediatamente mostró sorpresa ante sus palabras.

—Resulta que ayer conocí a una chica. Rubia, alta, bronceada... excelentes t -

—Mejor sáltate esa parte. —lo interrumpió Pope, haciéndolo reír.

—Bueno, en pocas palabras... ya superé a Julieta. Es más, ¿quien es Julieta? Porque no tengo ni idea. Suena como alguien que no me gusta en lo absoluto. —fingió confusión, provocando que el moreno a su lado lo observara incrédulo.

JJ y Pope sabían que eso era pura mierda, aún así, Pope decidió no cuestionarle nada.

—¡Vaya! felicidades, entonces. —palmeó su espalda varías veces, dedicándole una leve sonrisa.— Mucha suerte con esa rubia bronceada que conociste.

Se burló, ganándose una mirada fulminante por parte de JJ.

—No me crees nada, ¿no es así?

—¿Cómo esperas que te crea, hermano? Dices lo mismo siempre. —mencionó divertido, negando con su cabeza.— "Ya la olvidé", "no me gusta", "ella ya no me importa"... es pura mierda, lo sabes.

El rubio frunció el ceño y enseguida rodó los ojos, soltando un suspiro. —Eso no es cierto. Créeme, ya no siento nada por ella. —aseguró.— Ni siquiera me gustaba tanto.

La mandíbula de Pope casi se cae al escuchar las palabras de su amigo.

—¿No te gustaba tanto? —cuestionó sorprendido e incrédulo.— Amigo, cuando teníamos 13 amenazaste Matthew Taylor apenas te enteraste que quería invitarla a salir.

Le recordó, haciendo que JJ bajara su cabeza, avergonzado al acordarse de eso.

—¿Y el verano pasado? Estuviste detrás de ella todo el tiempo y luego le dijiste que te gustaba y que querías que estuviesen juntos.

Era cierto, eso hizo.

La verdad es que después de tantos problemas y discusiones, JJ se había decepcionado de Julieta y ella de él, llevando al rubio a pensar que ella en realidad no valía la pena y que la estaba olvidando, pero eran puras mentiras.

Pero a pesar de tanta mierda, nadie nunca podría quitarle a JJ todos los recuerdos, la felicidad, ni sus sentimientos por Julieta tan fácilmente, ni siquiera el mismo.

Pope lo sabía, John B lo sabía, Kie lo sabía.

Y JJ lo sabía.

—A veces me pregunto por qué no puedes seguirme la corriente aunque sepas que lo que digo es mentira, Pope.

(...)

Esa misma mañana, Ray levantó temprano a su hija. Había comprado latas de pintura para mejorar la estética de su casa, tal como lo habían planeado y esperaba poder tener un buen rato de padre e hija mientras se encargaban de sus cosas.