Capítulo 1

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—¡Luna! ¡Mueve tu trasero, idiota! —La pelinegra me grita, arrojándome una pequeña navaja al rostro, acción que hice que me agache rápidamente para esquivarla.

—Sé que tienes ganas de matarme, Azabache, pero deberías controlarte por lo menos hasta acabar con los fallos. Después tendrás el permiso de asesinarme como quieras —Me acerco a ella alzando la comisura derecha de mis labios.

—Eres idiota, pero hay veces en las que superas las expectativas, ¿sabes? —Apunta con su mano en dirección a mi pecho.

Siento que quiere decirme algo, pero lo único que consigo hacer es mirar el punto de mi pecho al que está señalando.

—Date la vuelta —Agrega soltando un suspiro pesado.

¡Oh! Con que era eso.

Al darme la vuelta veo a un pequeño fallo con la navaja encajada entre lo que de seguro eran sus ojos.

La criatura apenas se mueve.

—Ah... —Es lo único que sale de mi boca.

—De nada —Dice con una pizca de sarcasmo y se hinca para quedar al nivel de aquella cosa que se retuerce débilmente en el suelo—. ¿Le duele? —Se le queda contemplando por unos segundos con un brillo en los ojos.

—O eso quiere aparentar, no te dejes engañar por eso. Solo es un fallo —Hablo, haciéndome notar y me coloco al mismo nivel en el que está ella—. Es por eso que no estoy de acuerdo con que hayan chicas en nuestro escuadrón, son muy sensibles y se dejan ablandar y distraer por este tipo de cosas —Saco la navaja y la encajo sobre la piel negra de la criatura en el lugar donde se supone está su núcleo de vida.

Iris no se inmuta en lo más mínimo por la escena que presencian sus ojos, pero al parecer si le enojó mi comentario.

Preparándome para el reclamo de siempre en...

3...

2...

1...

—En primer lugar: Ni Arce, ni yo, somos como las mujeres humanas, ¿de acuerdo? Somos muy distintas a ustedes, eso es cierto, pero el hecho de ser chicas no significa que nos haga menos fuertes o capaces para hacer las cosas. No deberías medir las capacidades de alguien por su sexo —Explica con una paciencia que me preocupa —. Y en segundo lugar —Toma aire con fuerza y lo suelta lentamente—: ¡Son experimentos que sufrieron mutaciones! ¡Deja de decirles "cosas" o "fallos"! Al referirte así de ellos te estás rebajando de nivel y te igualas con los humanos. Coordina tu cerebro con las cosas que dices, ¿quieres? Le harías un favor a la humanidad —Estalla como era de esperarse.

Dicho eso, se levanta, se da la vuelta y toma el camino para dirigirse a la torre principal.

—¿Me dejarás solo con la vigilancia? —Reclamo enderezándome sobre mi propio eje.

—¡Eres capaz de hacer eso tú solito, ¿cierto?! No necesitas a una débil mujer como yo ¡Solo no te quedes contemplando tanto la luna! ¡Puede que así sobrevivas a la noche por tu cuenta, Logan! —Alza el tono de voz para que pueda escucharla sin que ella tenga que  detenerse y no continuar su camino.

Soy Logan. Logan Blackstone.

Tengo 16 años.

Mi color favorito es el verde.

Me gusta mirar la luna en mi tiempo libre, por lo que mis amigos me dicen Luna.

Así es como se presentaría un chico normal, ¿cierto? Perfecto.

Bien... El verdadero Logan es más complejo. Todo aquí es más complejo de lo que aparenta.

Soy el numero uno de los diez jóvenes que eliminan a los fallos.

Medicina AzabacheWhere stories live. Discover now