II

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Pasamos al restaurante y nos sentamos en una gran mesa redonda la cual tenia un mantel blanco y varias botellas de vino y champán en un cubo de metal con hielo, parece de película esta mesa.

Habían dos hombres sentados en la mesa, uno se veía más bajito que el otro, tenía el pelo color chocolate y los ojos color esmeralda, el alto tenía el pelo negro y los ojos color miel.

Nicholas tomo asiento al lado del señor alto y a mi me dejó en la esquina, solo a su lado.

En cuanto tomamos asiento volvió a posicionar su mano en mi muslo y saludo falsamente a los otros dos hombres.

—Cuanto tiempo —saludo el hombre bajito.

—Y tanto —respondió Nicholas.

—Tu novia es guapa —dijo el alto sin quitarme ojo.

—Luis dejala, es mía —sonrio falsamente apretando el agarre en mi muslo.

—Esto caballeros, se que acabamos de llegar pero necesito ir al baño —intente escabullirme un rato.

—¿A caso sabes donde está? —inquirio el bajito. Yo claramente negué, era la primera vez que estaba en este sitio, ni sabía que existía.

—Yo te enseño donde está —se ofreció Nicholas.

Sin más se levanto de la silla y con su mano en mi cintura me guió hasta el baño.

—Ya está bien Nicholas puedo entrar sola.

—¿Estás segura?

—Si, espero que  aninguno de tus amiguitos se les ocurra acercarse, son un tanto...

—¿Asquerosos? Si lo se.

—Bueno ha sido un buen camino ahora dejame perder tiempo —proteste mientras me adentraba al baño a mirarme a un espejo.

Lo que sucedió a continuación fue algo que para nada esperaba, Nichola entró después de mi y me acorralo en el lavabo.

—Nicholas es un baño público y de mujeres deberías irte.

—Deberia pero no voy a irme.

—Si alguien te ve aquí...

—Tranquila, el baño de este restaurante está muy calmado siempre, prefieren que las empotren en el baño de chicos.

Gire sobre mis talones quedando cara a cara con Nicholas, la verdad es que era bastante alto y más si esta tan pegado a mi cuerpo.

—Deberiamos volver.

—Siempre podemos quedarnos, los cubículos no están nada mal, si no haces ruido —le tape la boca con una de mis manos la verdad es que no quería que siguiera hablando, estaba proponiendo follar en un baño público y encima tiene novia.

—Callate, tienes novia y es un baño público. Ahora quítate y volvamos, acepte venir no que me mantengas ocupada en un baño —una pequeña risa salio de sus labios y sin mas volvimos a la mesa.

(...)

Después de la cena con los supuestos amigos de Nicholas volvimos a casa, habían sido las dos horas más incómodas de toda mi vida.

—A penas has hablado en toda la noche ¿estás bien? —cuestiono Nicholas mientras veíamos una película.

—Si, simplemente no me apetecía hablar con dos desconocidos.

—Lo siento pero si no te llevaba esta noche iban a pensar que mi novia era inexistente y eres muy real.

—Lo inexistente aquí es que somos pareja.

Favorite Crime [Nicholas Leister y tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora