Pero ahora, ambos estábamos conectados en la idea de que podíamos estar así, juntos, toda la vida. Aunque quizás estaba permitiendo que otra persona entre en mi corazón más de lo debido, a tal punto que el celular me distraía de las actividades con mi pequeño.

"Bah ¡Lo haré!" Y como si fuera cosa del destino, escuché el timbre sonar, sabiendo muy bien de quien se trataba.

"Ben." Le susurré a mi pequeño. "Llegó Cruella De Vil." Le hice unas rápidas cosquillitas en su estómago antes de levantarme para abrirle la puerta a mi madre.

Como siempre, ella con su elegancia poco reconocida, me saludó con un beso en la mejilla antes de entregarme su abrigo y adentrarse en mi casa, admirando todo con lujo de detalle, aunque aguanté una risa cuando no tuvo nada que criticar, me había asegurado de limpiar y tener la casa exactamente en el mismo lugar que su última visita, así ella conseguía una razón menos para hacerme sentir inferior.

"¡Hola!" Saludó Bennett, parándose en el sofá, sosteniéndose del espaldar de este y moviendo su manito de lado a lado.

"Hola, Bennett." Ella le sonrió antes de sentarse en el sofá personal, mientras mi pequeño volteó y continuó viendo sus caricaturas.

Otro factor importante por el que todos creíamos que Ben sería un alfa sorprendente, era su capacidad de reconocer a las personas y de no confiar ciegamente en cualquiera, él t respondía dependiendo de cómo lo tratases y al parecer no había olvidado la última visita de mi madre, porque después de ser cortes o educado, la pasó por alto como si no existiera y continuó observando la televisión, tan independiente como un futuro gran alfa.

"¿No se supone que tu hijo debe ver programas más educativos? Esos bichos raros no le enseñan absolutamente nada."

"Bennett aprende más de nosotros que de la televisión y si a él le gusta está bien." Suspiré, como siempre, criticando hasta lo más mínimo. "¿Quieres algo de tomar? ¿De comer? Tengo restos de fideos instantáneos en la refri."

"No. No gracias."

"Bueno." Me encogí de hombros, caminando hasta sentarme en el sofá, al lado de mi pequeño. Mi madre no hizo gran cosa, solo se mantuvo observando rincón por rincón como si esperara que Santa Claus saliera de alguna de las habitaciones, y definitivamente eso no iba a pasar jamás. "Mamá, si estás esperando encontrar a un alfa fuerte y grande como mi padre, pues creo que deberías dejar de gastar tu vista, aquí no hay nadie."

"Esperaba que saliera de tu habitación o de algún lugar." Suspiró ella, con una mirada llena de decepción. "¿Piensas que esto será tu vida hasta que mueras, Venti? Necesitas un alfa."

"Mamá... No empieces."

"Tenemos que solucionar esto ya, por tu bien."

"¿Esto? ¿Qué es "esto"? ¿Una casa decente, con un hijo hermoso, un buen empleo y dinero para mantenerme? ¿Eso es "esto"? Tengo más de lo que cualquier omega puede conseguir en su vida, madre." Casi escupí la última palabra con asco, había prometido no dejar que sus palabras me afectaran, pero como siempre, no duraba ni una hora con esa mujer antes de que me saque de mis casillas, por ello sus visitas duraban tan poco.

"¿Te parece que tienes todo? ¡No tienes alfa! ¡Eres un don nadie por eso!"

"¿Y? ¡No tengo padres tampoco y he salido adelante! ¡La vida no se basa en tener a un alfa que te saque a pasear!"

"¡¿Crees que esa es manera de hablarle a tu madre?!"

"¿Crees que eres digna de ser llamada-" Iba a continuar hablando cuando escuchamos el timbre. Arquee una ceja, no esperaba a absolutamente nadie. Miré con todo el resentimiento posible a mi madre antes de alejarme para caminar hasta la puerta, sea quien sea, estaba feliz de que haya aparecido, no me gustaba tener discusiones frente a Bennett, menos faltándole el respeto a alguien que sea como sea, él reconocía como su abuela, así que no quería ser un mal ejemplo para él.

Solté un largo suspiro cuando mi mano se colocó en el picaporte, inspiré hondo para captar cualquier olor raro y mis ojos se abrieron exageradamente al olerlo, esa esencia no era desconocida para mí, pero me sorprendió tanto que tomé con fuerza la perilla y jalé sin preocuparme en absolutamente nada más.

Ahí estaba, era él.

"Hey, hola bebé." Su sonrisa de medio lado y el ramo de flores en sus manos terminaron de destruir cualquier barrera que haya creado hacía él durante todo este tiempo sin verlo.

Mi Xiao.



<3



holaa, ayer subí el capítulo sin querer y tuve que borrarlo pq no lo había terminado, por eso muchos recibieron la noti pero no podían abrirlo, perdón!!

the perfect omega ; xiaovenNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ