— Termine — Dijo Mati mientras que mostraba su plato completamente vacío.

— Bien. ¿Porque no vas a arreglarte para ir al colegio? — Habla Aidan a lo que Mateo solo asiente y en cuestión de segundos el desaparece de la cocina — Te quedo muy bueno el desayuno — Murmura comiendo un pedazo y yo solo asiento.

— ¿Quien era Sabrina? — Pregunto algo curiosa mientras que me giro al verlo.

Yo no estoy celosa, solo me da algo de curiosidad saber quien es por el simple hecho de que soy un poco bastante insegura de mi misma.

El traga lo que tiene en la boca — Sabrina es una...empresaria con la cual pienso trabajar para hacer nuevos proyectos — Explica con cierto nerviosismo.

Entrecierro mis ojos, pensando un poco pero al final sonrió, le había creído por completo.

— Bien — Dije aun con esa leve sonrisa y el tambien sonrie.

— Te quiero y eso debe de quedarte claro — Murmura tomando mi nuca para luego darme un beso totalmente tierno.

También te quiero

[...]

Habíamos llegado a mi colegio, después de desayunar, arreglarnos y dejar a Mateo en su colegio por fin Aidan me habia traido en mi colegio.

Llegamos Murmura justo cuando estaciona el auto una cuadra antes del colegio.

Gracias por traerme Digo con una leve sonrisa y el tambien sonrie.

Toma mi nuca y me acerca lentamente a el sin dejar de mirar mis ojos, besa mis labios suave, lento y con ternura haciéndome desear jamas separarme de el. Una de sus manos viajan hasta mi cintura para poder tomarla, apretarla suavemente y jalarla un poco hacia el.

De repente el beso comienza a hacerse mucho más intenso, necesitado, salvaje y apasionado. La mano que tiene en mi cintura comienza a acariciarla y adentra su lengua en mi boca provocando una guerra entre la suya y la mía.

— ¿No puedes faltar aunque sea un dia al colegio? — Pregunta entre besos que deja desde la comisura de mis labios a mi cuello.

— Lo haría pero tu... — Suspiré — Tienes trabajo — Murmure con excitación.

— Soy el maldito jefe, puedo hacer lo que quiera — Murmura aun dejando besos húmedos por mi cuello mientras que yo solo suelto suspiros. Se separa de mi y me mira a lo que yo trato de tranquilizar mis hormonas — Te llevare a un lugar, lejos — Murmura para luego volver a besar mis labios con la misma necesidad de antes.

Se separa de mí y jadeo tan solo sentir como su mano acaricia mi intimidad por encima de mis bragas. El mira hacia el frente y comienza a arrancar el auto mientras que aún sigue con sus caricias ahi.

Jadeo y suspiró agitadamente mientras que estiró una de mis manos hacia la pierna de Aidan. El conduce mientras que me mira de reojo, una sonrisa traviesa se forma en su rostro y de la nada sus caricias se detienen al igual que el auto.

Estábamos en un semáforo

Besa mis labios mientras que el semáforo sigue en rojo, se separo de mi y acerco dos de sus dedos a mi boca, yo la abrí un poco y el metio esos dedos en mi boca para que yo los remojara de mi saliva por completo.

El semáforo se puso en verde, saco los dedos de mi boca y miro al frente para volver a conducir. Yo mordí levemente mi labio inferior y acaricie su miembro por arriba de todas las telas que llevaba encima. Su mano viajo hasta mis bragas una vez mas y sin dejarme reaccionar aparto mis bragas para poder adentrar uno de sus dedos en mi.

Gemi al sentir como entro su dedo en mi mojada entrada, me retorcí en mi asiento al sentir como adentro otro, mis ojos se entrecierran mientras que sentía como Aidan movía sus dedos en mi interior, mis gemidos pausados resonaban por el auto y apostaba que eso calentaba a Aidan ya que sentía como cada vez se ponía más duro.

Sus dedos comenzaron a moverse rápidamente sobre mi, haciendome gemir, miraba a Aidan y me sorprendía el simple hecho de que pudiera masturbarme y conducir a la vez. Mordí mi labio inferior por la excitación mientras que acariciaba su pene por arriba de la ropa.

Algo desesperada desabroche su pantalón con algo de dificultad ya que el no detenía sus movimientos y la excitación en mi cuerpo debilitaba ciertos músculos en mi. Al terminar de desabrocharlo adentre mi mano en su interior, ame el pequeño gruñido que salió de su boca al sentir como mi mano toco su miembro erecto y totalmente duro.

Lo acaricie y él movió mucho más rápido sus dedos en mi interior, provocando que comenzara a gritar porque sentía que mi orgasmo comenzaba a aproximarse, mastube un poco su miembro mientras que sentía como mis piernas comenzaban a temblar y como mi entrada comenzaba a apretar los dedos de Aidan.

Sus dedos no se detenían y mi vista se volvía cada vez más borrosa por la excitación hasta que llegue al clímax, solté un fuerte gemido mientras que me retorcia en el asiento. Aidan saco sus dedos de mi para poder chuparlos y de la nada el auto se detuvo, miré hacia la ventana algo agitada y me di cuenta de que estábamos en medio de la nada.

— Encima de mi, ahora — Hablo firme, con su voz tan gruesa y dominante que inmediatamente me hizo obedecerlo.

Carajo...

𝐌𝐲 𝐬𝐮𝐠𝐚𝐫 𝐃𝐚𝐝𝐝𝐲 © [✔]Where stories live. Discover now