La frase fue claramente escuchada por su acompañante que sonrío contra su pecho y lo levantó del suelo con sus fuertes brazos, aplastándole con fuerza contra la pared empujando la enorme erección que se frotó contra el cuerpo de Jiang Cheng arrancando un grave gemido.

El amante gruño por lo bajo excitado por ese gemido "Dime ¿Esto es lo que quieres? ¿Quieres ser devorado por mí?" El hombre le preguntó con voz profunda muy cerca de su cuello y oreja, mandando oleadas de calor por todo su cuerpo.

Jiang Cheng tomó con fuerza el cabello del robusto comensal y lo acercó buscando su boca, el beso fue brutal y salvaje poniéndolo aún más caliente, deseoso de continuar. Sintiendo su pene ponerse pegajoso dentro de su molesta prisión, moviendo las caderas descaradamente para invitar a su acompañante a comer de él.

Y con una enorme sonrisa el hombre devoró una vez más su boca con maestría enrollando sus lenguas moviendo sus caderas en sincronía y Jiang Cheng se alegraba completamente por esta victoria fácil.

En las afueras del club en un oscuro callejón alguien jadea apasionadamente.

Alguien más le acompaña suspirando ronco detrás suyo.

Ambos dejan escapar obscenas frases poco coherentes que encienden más sus cuerpos.

El mayor no le ha dado tregua a Jiang Cheng desde que lo empujó a ese lugar, besándolo salvajemente, mordiendo cuanto mira y metiendo su lengua dentro de su boca para intentar amortiguar sus gemidos, pero ambos son terribles en ese intento, ambos quieren ser descubiertos, porque esta noche están desenfrenados y Jiang Cheng ama estar tan desinhibido.

El hombre lo despojó en pocos movimientos de sus ropas dejándolo desnudo de la cintura y con su pecho expuesto, mordiendo tanto como quiso sus pequeños pezones creándole unos dolorosos cardenales que a Jiang Cheng le causaron un morbo maravilloso.

Así es como llegaron a esto, con un Jiang Cheng siendo sostenido en una posición difícil, dolorosa, placentera.

El oscuro callejón donde se encuentra está custodiado, algunos hombres en traje protegen a los otros dos que están comiendo salvajemente sin ninguna clase de pudor, Jiang Cheng apenas está sosteniéndose de puntitas con su pierna, con su fuerte acompañante sosteniendo su otra pierna al aire muy alto para abrirlo muy bien y empujando salvajemente contra la rosada flor.

Las manos de Jiang Cheng están demasiado ocupadas en aferrarse a aquel brazo que detiene su cintura, con el ardiente acompañante que se entretiene dejando un collar de chupetones en el cuello del más bajo el cual asume serán difíciles de ocultar y se delita, el aroma disgustante del callejón no disminuye el libido de ninguno, aunque por el contrario están tan emocionados por estar haciendo algo tan descarado en un lugar donde cualquiera podría verlos y eso sólo suma puntos al apasionado encuentro concentrándose sólo en el cuerpo del otro.

Jiang Cheng puede sentir claramente como el hombre le está arruinando el interior, porque su acompañante es demasiado grande y grueso con una boca inquieta que marca todo a su húmedo paso, no se arrepiente de estar siendo masajeado profundamente, hasta que el hombre se mueve ligeramente de ángulo y es cuando golpea su escondida pequeña nuez, mandando ondas de profundo placer haciéndolo querer doblarse sintiendo su propio pene escurrir en demasía el blanquecino líquido, jadeando con aturdimiento.

Este hombre sabe cómo hacerlo perder la mente, se convence.

No puede evitar girar su cabeza, deseando la lengua de ese hombre en su boca, necesitando ese beso. Su amante lo complace, lo besa haciendo bailar sus lenguas en un beso experto sin darle tregua hasta que a ambos les falta el aire. Pero aún no, no pueden culminar y a su voluntad el hombre se retira por completo de su entrada que esta estirada de una manera imposible y peligrosa, se podría volver adicto a este hombre fácilmente por que no cualquiera podría hacerlo estremecer haciéndolo jadear desesperado por aire.

En una nueva pose el hombre lo toma de frente abriéndole de piernas por completo, sosteniéndole fuertemente de sus caderas con Jiang Cheng agarrado con fuerza de su cuello, un empujón violento arranca un jadeo enloquecedor y casi toca el cielo con las manos.

Se retira por completo del cálido interior.

Con Jiang Cheng gimiendo en reproche, pero no termina la acción, el hombre lo eleva con un nuevo embiste y esta vez siente la desesperación de querer llegar, intenta tocarse, sin embargo, su compañero lo aprisiona contra la pared negándole el acceso a su propio apéndice, es una ridícula tortura que le arranca una leve sonrisa.

Lo embiste con más fuerza.

Podría volverse loco de pasión.

Podría volverse adicto a las reacciones del más bajo.

Saliendo lentamente del ardiente amante el hombre contempla el desastre que tiene entre manos, sonríe satisfecho para sí mismo.

Jiang Cheng mira aquellos ojos ámbar deseando llegar a su orgasmo provocado por este hombre, su acompañante es cruel negándose a que la acción culmine, así que se besa con pasión y a la mitad vuelve a torturarlo, y se aferra al labio inferior su verdugo cruel, que desde no mucho llama esposo y se le escapa un ligero susurro con su nombre "A-Huan".

El dolor mezclado con esas embestidas los hace culminar en gruesos chorros de amor espeso sobre el prístino traje, Jiang Cheng puede sentir como su interior se estremece en medio de los espasmos del delicioso encuentro perdiendo la conciencia, quedando lánguido entre los fuertes brazos del hombre que tanto ama.

El otro aun aferrado en medio de su orgasmo se da cuenta del estado de su amante y sonríe.

¿Cuántas veces habían cometido este crimen?

¿Hasta qué punto estaba dispuesto a llegar por su esposo?

Sonriendo para sí, se las ingenia para acomodar su ropa y llevarlo a casa ayudado por el grupo de guardaespaldas.

Quedando ansioso por descubrir un nuevo lugar y enredarse en el cuerpo de su amor una vez más.

~Fin~

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Espero que te haya gustado* 

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