Perdido En Las Vegas (ClarkKent x LexLuthor)

¿Que sucedió en las Vegas?

—¿Qué pasó?— Clark pregunta, despertando repentinamente con la luz del sol en sus ojos, en una habitación de hotel que definitivamente no es la suya a juzgar por su tamaño obsceno.

Tiene lo que supone que es un dolor de cabeza.

Eso ... eso no puede ser correcto.

No tiene dolores de cabeza.

No, a menos que esté cerca de la kriptonita y no tenga ninguno de los otros síntomas.

Sea lo que sea, es horrible.

-Hrngph...-dice el hombre desnudo en la cama junto a él. Clark esta de acuerdo con esa queja.

Esperen.

¿Hombre desnudo?

Oh Dios.

—¡Lex!—
Clark grita y se cae de la cama, llevándose las sábanas y rompiendo una lámpara al caer.

Lex Luthor se sienta lentamente y se inclina para examinar a Clark en el suelo, con el ceño ligeramente fruncido entre sus cejas artificiales.

—Tengo demasiada resaca para esto— informa solemnemente a Clark. Luego, con casi toda su precisión normal, se inclina sobre el otro lado de la cama y vomita en la papelera.
—Uck...—agrega. —¿Cuánto tuve que beber?—

Parece estar hablando con el bote de basura, pero Clark responde de todos modos.
—No lo recuerdo— admite, dándose cuenta de que es preocupantemente cierto.

—Seguro que no. No importa. No estoy de humor para lo que sea ​​que sea— ​​ Lex se sienta de nuevo, palmeándose la boca con un pañuelo de papel como si acabara de terminar una buena comida en lugar de ser arrojado violentamente a un bote de basura con forma de pata de elefante dorado.
—¿Estás desnudo?—

—¡Tu también!— Clark dice a la defensiva.

—Si bien. Eso no es tan inusual y ambos lo sabemos. Déjame reformular. ¿Por qué estás desnudo en mi habitación de hotel? Pero antes de eso, pásame ese frasco de analgésicos, supongo que no necesitas ninguna—

—¿Qué se supone que significa eso?—

—Oh, joder...pastillas primero, tonterías después. ¿Okey?—

Clark frunce el ceño, pero alcanza el frasco de la mesita de noche, haciendo una mueca de dolor cuando se da cuenta de que, no uno sino tres envoltorios de condones y una botella de lubricante explotada también ocupan la mesa.

Luthor le quita los analgésicos y toma la mitad de ellos, haciendo un gesto para que Clark le pase una botella de agua de la mesita de noche, lo que Clark también hace sin dudarlo. Lex todavía bebe agua como si la estuviera jodiendo. Su garganta trabajaba duro, la cabeza echada hacia atrás imprudentemente y haciendo que el pulso de Clark fuera más caliente y más rápido de lo que debería ser.

—Umm ...—murmura Clark Kent, periodista ganador del premio Pulitzer.

—De hecho— dice Luthor, fijándose en Clark con su mirada fría.

Clark obliga a su garganta seca a tragar y sujeta las sábanas que lo cubren con un poco más de fuerza. Tiene que recordarse enérgicamente a sí mismo que este es Lex Luthor, ex presidente de los Estados Unidos, actual magnate de la biotecnología y el tipo malo. A la luz de la mañana demasiado brillante, todavía se ve desgarradoramente como lo hacía en esa mansión de Smallville hace más de quince años.

Altivo pero muy esperanzado.

El Lex que Clark conoció entonces se ha ido, por supuesto. Solo necesita recordar eso, mantenerse en guardia y estará bien.