Capitulo 1: Los inicios.

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Frente a las puertas de su hogar un joven noble se encontraba derrotado, todo cuanto conocía ya había desaparecido frente a él. Las cenizas del lugar se propagaban por toda la tierra, el color grisáceo oscuro se extendía por todo el campo y alrededores. En medio de todo es Neithan se encontraba perdido, arrodillado en la tierra solo veía la destrucción del patio, los cuerpos se amontonaban, los pocos heridos agonizaban en sus últimos instantes, las llamas tocaban el cielo, pero ya no a la misma magnitud que su inicio. El cielo se volvió oscuro como si la noche hubiera llegado en una terrible pesadilla de la cual no se podría despertar. Creía que todo era una mentira, que despertaría para volver a ver a su familia reunida pero ya no podía, todo lo que estaba sucediendo era real y deberá cargar con la culpa de haberlos dejado solos a todos. El no poder haber hecho algo era castigo suficiente – Debe de quedar alguien, debe haberlo- Se dijo a el mismo. Se levanto con las pocas fuerzas que tenían, las heridas recientes le dificultaban moverse bien por lo que al entrar a las ruinas tuvo que hacerlo apoyándose en todo lo que encontraba, con dificultades recorrió lo que antes eran pasillos de piedras cubiertos de una hermosa pintura que le acompañaban diversos decorativos, pero ahora las llamas habían consumido cada parte que había en el lugar. Con una severa molestia pudo llegar subir las escaleras del patio que conectaban con la sala principal, se adentró entre los escombros del pasillo que se dirigía al gran salón, pero no valió la pena, en cuanto estuvo adentro los escombros tapaban la entrada, lo poco que pudo ver fueron algunos cadáveres, el olor a carne quemada le daba nauseas por lo que volvió en sus pasos hasta llegar a un patio interior. Las entradas a la cocina, despensa, armería, tesorería, estaban bloqueadas u obstruidas sea por las ruinas o las llamas que impedían el paso. El único lugar para seguir era hacia los aposentos de la familia. – No veo rastros de mi madre o mi hermano, ¿Dónde estarán? – Fue en lo primero que pensó cuando estuvo en el patio – Tal vez pudieron escapar, estoy seguro. Deben de haber dejado algo... lo que sea - Su dolor solo se comparaba con la preocupación que le invadía.

Al volver a buscar por el lugar, pudo encontrar el camino hasta los aposentos. Pero todo lo que había en su interior estaba destruido, en su habitación solo encontró como una parte del techo había caído dentro, en la de sus hermanos solo encontró destrucción, pero no del combate o de las llamas si no de saqueo. Alguien se había tomado la libertad de entrar en esta zona antes que él, todo objeto de valor se lo habían llevado, desde collares, anillos y ropa hasta los cuadros de las habitaciones. Nada de valor quedaba ya. Solo podía sentirse perdido cuando caminaba por estas habitaciones, el silencio lo invadía todo, no quedaba nada ahí y si se quedaba más tiempo entonces él se volvería parte de ese cementerio. La última habitación a la cual entro fue a la de sus padres, también había sido saqueada, pero de alguna forma, aún conservaba un toque de dignidad, como si la dejaran tal cual, pero por los cajones abiertos o la ropa en el suelo demostraba lo contrario. En un último intento de encontrar algo reviso lo mejor que pudo, pero no hallaba algo que valiera la pena, en su cansancio se sentó en la cama para luego sumergirse en sus pensamientos.

Los cadáveres del exterior habían traído a los cuervos, posiblemente las llamas atrajeran la atención de visitantes no deseados por lo que la mejor acción era salir de ahí, pero - ¿Hacia dónde debería ir?, los caminos están llenos de saqueadores. Mi padre y hermano estarán ya en la capital. No hay forma en la que me pueda reunir con ellos, aun si me adentrara en los caminos para encontrarlos, nada me asegura que llegue en una pieza – Las dudas se acumulaban y el tiempo se agotaba.

Se paro del lugar, pero al hacerlo pudo sentir que algo se quebraba bajo sus pies, cuando busco el origen de esto se agacho para ver bajo la cama, encontró un pequeño collar que había quebrado con el peso de su bota, pero también acompañado de un cofre. Primero tomo el collar en sus dedos buscando su origen, era de plata con algunos signos grabados en el colgante, cuando paso sus dedos por él pudo notar que se abría. Presiono un poco por lo que la tapa se abrió, en su interior había una imagen de la familia reunida. Todos estaban ahí con un rostro tranquilo, los ojos de cada uno expresaban una sensación nostálgica. Guardo el pendiente con el mayor cuidado en sus bolsillos. Ahora se dispuso a ver la caja, esta era demasiado vieja, cuando la agito parecía llena pero no podía identificar el sonido de su interior, en un intento desesperado busco una forma de abrir la cerradura, pero no encontraba nada que le ayudara. Se detuvo unos segundos creyendo haber escuchado voces, pero debía ser su imaginación, no quedaba nadie haya fuera, cuando volvió a posar sus ojos en el cofre pudo recordar que este era bastante viejo. Lo tomo por ambos lados para alzarlo sobre su cabeza, acto seguido lo estampo contra el suelo provocando que este se quebrara y revelara su interior.

Volumen 1: OswinterWhere stories live. Discover now