CAPITULO 2

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En cuanto estoy dentro del coche, cierro los pestillos, abro el bolso, saco un pañuelo de papel y me seco la cara. ¡Estoy empapado! Pero justo cuando voy a meter las llaves en el contacto... ¡zas!, se me caen. Maldigo a oscuras y me agacho para buscarlas.

Toco el suelo con la mano. A la derecha no están. A la izquierda tampoco. Vaya... encuentro el paquete de chicles que busqué hace días. ¡Bien! Sigo toqueteando el suelo del coche y por fin las encuentro. Entonces oigo unas risas

cercanas y miro a mi alrededor con cuidado para que no me vean.

¡Oh, Dios mío!

Entre risas y colegueo veo acercarse a mi jefa y a minho Parecen divertidos. Eso me pone de mala leche. Yo currando hasta las once y pico y ellos, de parranda.

¡Qué injusticia! De pronto, mi jefa y Minho se apoyan en la columna de al lado y se besan. !Vaya tela...!

¡No me lo puedo creer!

Semiagachada en el interior de mi automóvil para que no me vean, contengo la respiración. Por favor... ¡por favor! Si se dan cuenta de que estoy ahí, me muero de

la vergüenza. Y no. No quiero que eso ocurra. De repente, mi jefa suelta el bolso y sin ningún miramiento toca con decisión la entrepierna de Mimho. ¡¡¡Le está tocando el paquete!!! !Por todos los santos! Pero ¿qué estoy viendo?

¡Dios! Ahora es Minho quien le mete mano a ella por debajo de la falda. Se la sube, la empuja hacia arriba contra la columna y se comienza a refregar contra ella. ¡¡Qué fuerte!! ¡Ay, madre! ¿Qué hago?

Quiero marcharme. No quiero ver lo que hacen pero tampoco puedo salir de allí. Si arranco el coche, sabrán que los he pillado. Así que, agazapada y sin moverme, no puedo dejar de mirar lo que hacen. Entonces, Minho vuelve a apoyarla en el

suelo y la obliga a dar la vuelta. La coloca sobre el capó del coche y le baja las bragas, primero con la boca y luego con las manos. ¡Joder, le estoy viendo el culo a mi jefa! ¡Qué horror! Y en aquel momento escucho a Minho preguntarle:

-Dime, ¿qué quieres que te haga?

Mi jefa, como una gata en celo, murmura entregada por completo a la causa.

-Lo que quieras... lo que tú quieras.

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