Un nuevo contrato para encabezar una de las revisas más populares de Japón no tardó en ocupar su día libre. Escarbando en su memoria algunos detalles del contrato, mientras se dirigían al set, recordó algo sobre tener un compañero en una que otra imagen. A Denki realmente no le importaba demasiado, siempre y cuando su compañero fuera tan profesional como él, entraba en los estándares del rubio. Al fin y al cabo, no era por sonar egocéntrico, pero era muy poco probable que lo opacaran, y el lo sabía, por lo que su conciencia estaba tranquila.

El chofer anunció su llegada al establecimiento, sacando a Kaminari de sus pensamientos. Bajaron del auto, divisaron el lugar, charlaron brevemente sobre el contrato y lo que harían con el fotógrafo; lo de siempre.

Entonces los pasos de alguien más se unieron al sonido ambiente de la conversa.

Denki no tardó en girarse cuando el fotógrafo se excusó y dirigió a toda prisa hacia la nueva presencia, anunciándolo en voz alta como su compañero.

No parecía mucho mayor que el. Era bastante alto, justo como era de esperar, fácil le llevaba una cabeza al rubio. En general su apariencia no tenía nada especial; cabello azabache con puntas marcadas que realmente no le sentaba mal a su aura laxa, piel de tono carnoso común y ojos oscuros de contorno simple. Probablemente lo más interesante de su apariencia era su curiosa hilera de dientes, pero ni siquiera eso le otorgaba algo "único" o "especial" que lo hiciera destacar. Sin embargo, el chico no era poco atractivo, al contrario: era extrañamente apuesto.

Tal vez era su porte y forma de expresarse, que transmitía confianza automática. O simplemente a veces la belleza se encuentra en las cosas más simples.

—Tu debes ser Kaminari Denki—

Se acercó el desconocido, Denki extendió su brazo para estrechar manos, comunicando sólo un "el mismo" antes de permitir al chico presentarse.

—Sero Hanta, es un honor trabajar contigo—

Denki respondería a aquel comentario con una risa de cortesía, hubiera preferido poder decir lo mismo del chico, pero realmente no sabía nada de él, nunca antes lo había visto y eso que contactos no le faltaban. El pasajero pensamiento de la falta de experiencia de un posible novato frente a él revoloteó en la cabeza de Denki, siendo constantemente espantado por contra-suposiciones. Por favor, el era Kaminari Denki, no lo iban a poner a trabajar con un amateur.

El fotógrafo dio las órdenes para que se iniciara la sesión, y para alivio del rubio; el moreno resultó ser bastante profesional. La sesión fue dinámica porque Sero lograba que lo fuera: entre respiro y respiro, fuera un comentario ocurrente o un buen chiste; Sero suavizaba el ambiente laboral y lo volvía un poco menos agobiante. Denki internamente agradeció aquello, y al culminar la sesión y observar algunas de las fotos desde la cámara del fotógrafo: el casi perfecto resultado completamente esperado por parte de Kaminari, fue complementado de maravilla por Sero en sus tomas en conjunto. A Denki casi que le hubiera gustado hacer otra sesión con su compañero del día.

Despidiéndose del fotógrafo y el equipo, Denki se dio media vuelta y dirigió a la puerta seguido de su guardaespaldas con la intención de subir a su auto e irse a su hogar. Más una mano deteniendo eufóricamente su avance lo hizo elevar la mirada.

Parecía que Sero pensaba exactamente que decir, cosa que hizo a Kaminari elevar en sospecha una ceja.

— Cuando venía en camino vi que abrieron un nuevo Mc'Donalds, ¿Quieres ir por unas hamburguesas? —

Bueno, esa propuesta en definitiva sorprendió a Denki. Es decir, el chico le parecía atractivo, demostró desbordar carisma desde el momento en el que abrió la boca por primera vez, y el simple hecho de invitarlo a un lugar tan informal le pareció un gesto tan espontáneo y real que rozó con lo tierno, es decir... En el mundo de Denki, ¿Cuántos hombres a los que les pareces atractivo elegirían un Mc'Donalds para invitarte a cenar?-

SeroKami Week 2021 - BNHAWhere stories live. Discover now