Bebe

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La tranquilidad del ambiente fue abruptamente interrumpido. Takeru se levantó de la cama cuando la persona a su lado lo despertó 

La última vez que vio alterada a su mujer fue en aquella fiesta de despedida de solteros que organizaron Spectre y Miyu para ambos, y como atracción principal les presentaron un pastel erótico de él, que no dejaba para nada la imaginación de los invitados. 

Kiku grito alterada y avergonzada, se cubrió los ojos mientras Takeru buscaba las cabezas de quienes pensaron que sería gracioso eso. Además de que él no tenía el tamaño de esa cosa entre los pantalones.

 Después de eso y con varios meses después finalmente llegaba al mundo el primer hijo de la familia Homura-Kamishirakawa. Dio la noticia a sus amigos y en lugar de felicitarlos,  varios entregaban dinero a Jin que estaba feliz de recibir una jugosa recompensa y gritaba a Aoi que ya habían terminado de completar para su propia boda. 

Cuando pregunto la razón de aquel acto, Yusaku explicó que todos habían apostaron cuando su amigo dejaría en estado a la chica, varios, por no decir casi todos, apostaban que tomaría al menos 5 años, por lo "mojigato" que era el ojigris cuando todavía eran novios y la falta de actividad entre los dos. No hace falta decir que Takeru maldijo a sus amigos, por dudar de su virilidad y en algún momento de su vida se vengaría de ellos. 

Después de ello, los nueve meses pasaron con suma tranquilidad, como cualquier matrimonio tenían sus altas y bajos, las dietas, antojos, cambios de humor y citas prenatales se hicieron comunes durante ese periodo de tiempo hasta ese momento de la vida.

Takeru llevaba con cuidado a su esposa hacia una camioneta (como diablos consiguió un carro en primer lugar, bueno no importa); y comenzó su trayecto al hospital. Kiku no dejaba de quejarse de los dolores y Takeru buscaba desesperadamente a que el número del doctor, que podía jurar que estaba algún lado del movil. 

—Aguanta cariño.—Trata de tranquilizar a la mujer.—¡Maldición!, ¡Por aquí debe esta el maldito número!

 Sigue buscando al interior de la guantera y el portavaso, descuidando la vista del camino, Kiku entre las contracciones y tratando de ayudar a su despistado esposo, abrió los ojos sobresaltó cuando ve lo que esta apunto de pasar.

—¡Lo encontre!

—¡Takeru! 

Un par de adultos mayores que cruzaron la calle hizo que Takeru detuviera el móvil de golpe, las ruedas derraparon el pavimento, evitando algún percance mayor. Por la preocupación, Takeru bajo del carro, solo para recibir un golpe en el rostro.  

—Eres un loco. maldito cabrón—La mujer golpeo con su bolso la cabeza del peliblanco.—enfermo, lunatico, mi Henry esta enfermó del corazón, aprende a conducir.

—¿Anzu?—La débil voz del hombre, hizo que la mujer se detuviera. El desafortunado había perdido color en su rostro y no dejaba de tocarse el pecho. 

—Henry, ¿te ocurre algo?

—Me duele mucho el pecho

—Dios mio.—Cambio dramáticamente de enojo a preocupación—llamaré una ambulancia

—Yo voy al hospital.—se adelanta a decir Takeru a la pareja.—Los puedo llevar

Minutos más tarde, una camioneta iba volando, literal, por las calles de Den, mientras en su interior no dejaba de tener una pelea entre una mujer anciana y su conductor.

—conduce más rápido, mi henry se esta muriendo.  

—Ya deje de golpearme, vieja bruja.

—Pues conduce más rápido cabrón. 

Un día ordinarioWhere stories live. Discover now