Kiss Me ִֶָ 𝗦𝗲𝘂𝗻𝗴𝗯𝗶𝗻

t w e l v e

—Changbin —habló el menor llamando la atención del mencionado, quien hizo un sonido con la garganta para que supiera que lo estaba escuchando.— ¿vas a hacer algo el sábado? 

Se encontraban afuera de la casa del aludido, habían regresado de un día juntos en el parque que les quedaba cerca. 

—Nope —replicó negando con la cabeza. 

—Genial —sonrió— ¿Nos vemos el sábado en mi casa a las cuatro? 

El de cabellos oscuros definitivamente no entendía a qué iba todo eso. 

—¿Qué tienes planeado? —cuestionó curioso, mirando al peligris. 

Seungmin simplemente sonrió. 

—Es una sorpresa —le dio un pequeño beso antes de darse media vuelta e irse, dejando a un Changbin atónito. 

La curiosidad comenzaba a crecer en el pelinegro, e incluso pensó en que era un día especial para los dos pero se dio cuenta que no, era un día como cualquier otro. 

Seo no podía esperar al sábado. 

𖡎

Finalmente el tan esperado sábado llegó. 

Las manos de Seungmin temblaban incontroladamente y trato de convencerse así mismo que era por el frío, pues la ciudad de Seúl había amanecido con nubes grises. Incluso había altas probabilidades de que lloviera y Kim solo deseo que la chica del tiempo de las noticias estuviera equivocada. 

Cuando la hora que tanto habían esperado llegó, Seungmin escuchó la puerta de su casa ser tocada tres veces. Supuso que era su amigo por lo que se despidió de su madre y tomando sus llaves, salió de la casa. Encontrándose con Changbin sonriéndole y el peligris le devolvió la sonrisa. 

 —¿Me dirás a dónde iremos? —preguntó el mayor, viendo como el más alto cerraba la puerta de su casa detrás de él. 

—Tendrás que esperar —río y le dio un pequeño beso en forma de saludo. 

Y así, ambos jóvenes se dirigieron a la parada de autobuses, donde irían a su destino. El viaje fue algo largo pero debido a que charlaban, en realidad sintieron que solo habían estado en el autobús algunos minutos. 

Al llegar,  tuvieron que caminar un poco y Changbin no dejaba de preguntar a dónde irían. Seungmin solo reía leve y contestaba con un "ya verás" aunque no se impacienta ni estaba enojado, sorprendiendo al de hebras oscuras. 

Changbin logró ver aquellas interminables escaleras de uno de los lugares más famosos y turísticos que Corea ofrecía. En seguida supo dónde estaban. 

—¿Qué hacemos en la torre Namsan? —preguntó el mayor mirando al  peligris amigo mientras subían las escaleras. 

Seungmin río. 

—espera un poco más, binnie —hablo susurrando, sintiendo los nervios creciendo en él. 

Seo no dijo nada y siguieron subiendo las escaleras. 

Al llegar, vieron los puestos que había y decidieron comprar unos churros, de esa descansaban un poco de haber subido tanto. 

Cuando estaban listos para subir a la torre, caminaron hacia allá y subieron las escaleras con el menor tomando el brazo algo fuerte del pelinegro. 

—Seungmin, —habló el mayor llamando la atención del mencionado quien hizo un sonido con la garganta— podemos ir a otro lado si quieres. 

—No, binnie —negó con la cabeza— quiero hacer esto.