Eras linda, le parecías muy linda, y lo hiciste sonreír, y fuiste la parte más brillante de su día, porque siendo honestos, la sonrisa de un extraño puede inflar el corazón de hasta el ser más frío en el planeta, eso fue lo que a Elijah le llamó la atención, a pesar de que ninguno de ustedes sabía el apellido del otro, tú siempre le sonrías amigablemente. Sin embargo, en su cabeza formalidades como esas no eran relevantes, no eran importantes. Ustedes dos tendrían tiempo para ese tipo de cosas más adelante, estaba seguro de eso, solo requería un poco de tiempo extra.

Había una picazón en la parte posterior de la garganta, y la ahogó con otro sorbo del liquido oscuro y amargo que le habían proporcionado, tragándose otra flor y parte de un tallo con cierta dificultad. Le dolería la garganta uno o dos días, sin duda. Se había acostumbrado tanto que ya ni siquiera lo sentía como algo tan desagradable, como fue al principio.

Para entonces, ya sabrías cómo es que Elijah se sentía, y estaba seguro de que las enredaderas que brotaban en su pecho lo entenderían.

Peonías, para el amor avergonzado.

Manchas de sangre pintaron los pétalos multicolores, muriendo las flores arrugadas. No podía molestarse en tratar de esconder las flores, así que que fue dejando caer libremente mientras trataba de calmar sus doloridos pulmones, inhalando sólo para que su respiración se detuviera un momento después, contrayendo el pecho para detener unos segundos el dolor incesable. Su hombro se desplomó contra la pared de ladrillo y, de repente, se alegró de haber esperado hasta el final de tu turno para confrontarte.

Era tarde, pero no había nadie cerca para presenciar su humillación y tú rechazo. Y con esto Elijah, aturdido, se percata de que tú también ya te habías ido.
Te fuiste en el momento en que ese joven de voz ronca y tono ansioso comenzó a rogarte que te quedes, no tenía sentido, no tenías porque lidiar con un tipo confundido e igualado, creyendo que te conocía solo por verte repartir bebidas azucaradas y sonreír por bromas ridículas solo para cumplir con la atención al cliente que tú trabajo requería en una barista.

Pero... quizá si vieras cuánto dolor sentía, lo entenderías. Verías que estaba haciendo un sacrificio por ti, verías que estaba sufriendo por ti, más de lo que lo haría el "alma gemela" que, como le mencionaste, estabas esperando. Dijiste que no querías perder el tiempo con alguien para quien no estabas destinada, que no querías pasar por ese tipo de angustia, y él se atragantó con una ola de pétalos, hojas y espinas, todo mientras torpemente trataba de explicar que él te amaba, que él era a quien estabas esperando.

Tenía que serlo. Si no eras su alma gemela, ¿por qué pasó tanto tiempo pensando en ti? ¿Por qué se quedó despierto por la noche para fantasear con tu voz y tus labios? ¿Por qué se detuvo en tu departamento a primera hora de la mañana, solo para asegurarse de que estabas a salvo? ¿Por qué le importaba tanto si no se suponía que debían estar juntos?

¿Por qué le dolió tanto perderte?

Tenías que ser su alma gemela.
Te amaba y tenías que ser su alma gemela. No había otra opción.

Solo necesitaba que te percataras de la situación.


Elijah no estaba seguro de qué significaba el moho.

Tampoco estaba seguro de que fuera moho. Se sentía suave, pero era esponjoso, y dejó una mancha roja espesa contra la porcelana blanca del lavabo de su baño, el hedor de algo gutural y podrido pronto llenó el espacio estrecho.
Podría haber sido otra flor nueva, los síntomas se asemejaban. Podría haber sido cualquier cosa. Tal vez si miraba de cerca, lo descubriría, o si lo pinchaba o si abría los ojos, pero esa no era una opción, no porque algo áspero y dentado subiera por su garganta, abriéndose paso entre sus labios. y con una urgencia sin apuro.


Estabas en lo que parecia ser una sala, todavía dormida y serena, si tú vieras La Paz con la que te mirabas en la situación en la que te encontrabas, un grito de horror hubiera salido desde lo más profundo de tu garganta.

Él sabía que debería estar a tu lado, esperando que despertaras y pensando en qué decir cuando notaste que no estabas en tu hogar. Estarías confundida, desorientada y tendrías tantas preguntas que no podría estar atado con... con esto, lo que sea que fuera.

Le dolía el corazón y le daba vueltas la cabeza, pero se obligó a enderezar la espalda, levantando una mano para limpiar un pequeño rastro de sangre de la comisura de su boca. No quería que entraras en pánico.

Dentro de lo que cabe, la situacion no estaba tan mal.

Con cada fibra de su ser, sabía que tenía razón. Todo lo demás estaba mal. Tú, con tus ideas de un romance brillante y lejano, y su cuerpo, con sus limitaciones y dolor.

La naturaleza estaba equivocada. El destino estaba equivocado. Estar cerca de ti se sentía tan bien que se sentía a salvo. En serio él creía que era amor, amor real.

Otro ajuste Algo metálico comenzó a cubrir su lengua, pero lo sofocó, forzando una palma sobre su boca y negándose a dejar que sus pulmones expulsaran lo que desesperadamente deseaban. No pudo rendirse.

Él iba a ser feliz contigo. Tenía que ser feliz contigo.

No había una flor en el mundo que pudiera hacer algo para cambiar eso.






———

Gracias!

Significados de las flores mencionadas:

Aciano: "Mi amor es puro y limpio".

Peonía: "Soy tímido".

Aster representa paciencia

YANDERE OC's SCENARIOSWhere stories live. Discover now