Día 2

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N/A: Lo que esta en cursiva es el pasado, lo demás es el presente.

Día 2: Primera vez/ Despedida

La primera vez que vio a Zenitsu, fue en la escuela, cuando lo vio mirando las prácticas de futbol.

Hoy en medio del juicio, esperando a que de la declaración que lo hunda o lo salve, siente que es la última vez.

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La primera vio a Zenitsu le desagrado, desde su cabello negro simple hasta su posición encorvada y temerosa, la forma en la que miraba el balón con miedo.

Era pequeño y demasiado delgado, sus brazos huesudos se asomaban de la camisa de deportes que le quedaba enorme.

Ojos caramelo tristes, todo en él grita que no quería estar ahí, pero el viejo le gritaba y lo obligaba a hacer los ejercicios.

Una perdida de tiempo y recursos era todo lo que Zenitsu era, mientras todos se burlaban de él y decían que no iba a durar un entrenamiento más.

Pero él no se burlaba, porque lo mismo dijeron todos de él cuando se unió al equipo, solo que él no tardo en demostrar lo que valía, a diferencia de Zenitsu.

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Cabello rubio y una postura más segura, incluso en sus ojos ya no se refleja esa tristeza, lo que hace pensar a Kaigaku que lo ha estado haciendo bien sin él.

Y en el fondo eso duele, ¿dónde esta el mocoso que le juraba amor eterno? ¿dónde esta aquel que decía que no podía vivir sin él?

Su cuerpo ha tomado forma, ya no es escuálido y pequeño, luego de años de entrenamiento, no había forma de que siguiera igual.

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No esta seguro del momento exacto en que desarrollo algún sentimiento hacia Zenitsu, pero ellos eran los únicos que se quedaban hasta el final de los entrenamientos y hacían más, incluso limpiaban la cancha antes de irse.

Jigoro Kawajima parecía a gusto con ellos 2, pero incluso cuando él no estaba, ellos siguieron con los entrenamientos, incluso se comenzaron a encontrar por casualidad corriendo en las mañanas en el mismo vecindario bajo y peligroso.

La falta de recursos era evidente en ambos, desde las zapatillas de deportes completamente desgastadas, hasta los agujereados uniformes y sus figuras escuálidas por la falta de comida.

Resaltando entre sus compañeros cuando alguno llevaba un moretón prominente en una parte visible de su cuerpo.

Si no fuerza por su entrenador, Kawajima probablemente se hubieran seguido desmayando a la mitad de un entrenamiento por la falta de comida.

Ciertamente fue sorpresivo darse cuenta de que era muy parecidos, de que sus vidas eran igual de miserables, pero no por eso Kaigaku iba a cambiar su actitud o iba a respetar a Zenitsu.

Tal vez fue en uno de sus entrenamientos a solas, mientras lo ayudaba con las flexiones, cuando una parte de él no pudo dejar de mirar la forma en que los músculos que poco a poco comenzaban a tomar forma se asomaban por la camisa del uniforme, o la forma en la que el sudor escurría por el cuello de Zenitsu, hasta perderse en el borde de la camisa.

Tal vez fue cuando Zenitsu le dio la mitad de su escaso almuerzo, o cuando lo encontró vagando en medio de la noche por las vías del metro buscando un lugar dónde acurrucarse a dormir.

Tal vez fue cuando lo escucho hablar de como le daban miedo muchísimas cosas, pero no las ratas porque se comparaba con ellas, viviendo de las sobras y buscando sobrevivir, mientras Kaigaku se identificaba y se acurrucaba más en una de las bancas del parque local.

KaiZen Week 2021Where stories live. Discover now