Capitulo1.

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Todo empezó el día que me enteré de que mi hermano estaba malo, tenía cáncer, mi hermano era mi vida entera desde que nació pero desde ese momento me crie con mis abuelas, desde mis cuatro años ya que la mayor parte del tiempo mi hermano se la pasaba en el hospital. Siempre echaba de menos a mis padres aunque se turnasen para dormir uno en el hospital y otro conmigo, a pesar de eso absolutamente todo el tiempo tuve, tengo y tendré un vacío el cual parece ser que solo la comida puede llenar, al cumplir nada mas que ocho años pesaba 65 kilos, ya que mis abuelas me tenían muy consentida y me daban toda la comida que yo les pidiese, mi padre siempre me decía que estaba gorda y que debía adelgazar, mi madre me decía que tenía que perder peso, pero yo realmente no me veía tan gorda de hecho me daba exactamente igual, bueno, al menos hasta hoy mi doce cumpleaños.

Me desperté muy contenta ¡Era mi cumpleaños! -¡Felicidades! -Me dijeron mi abuela y mi tía al ver que ya estaba despierta. -Toma tu regalo, esperemos que te guste. Dentro habían dos camisetas, creo que eran las que mas se pegaban a tu barriga que habían de la tienda, de todos modos sonreí y dije gracias, cuando entonces dijo mi tía: -Abuela eso es muy pegado, no le va a quedar bien. A lo que mi abuela contesto sin pensar dos veces: -Eso le tiene que quedar bien, la muchacha de la tienda que esta embarazada dijo que le cabía hasta a ella. Mi cara en ese instante debió cambiar por completo porque me dijeron, - Pruébatelo haber como te queda. Efectivamente, no me cabía, si eso yo lo sabía normal si pesa más de medio kilo. Pensé nada mas intentar metérmela por los hombros.

Las palabras de mi abuela se me quedaron grabadas todo el día en la retina, ¿¡Estoy mas gorda que una embarazada!? Aunque se me pasó al rato ya que celebré el cumpleaños jugando con mis amigos durante toda la tarde. A la mañana siguiente desperté cansada, las primeras palabras que se me vinieron a la cabeza fueron de nuevo las de mi abuela así que me levanté y fui al baño, allí estaba el peso, me monté en él y esperé... 68 kilos, mi abuela tenía razón pero ¿Qué podía hacer para perder? No tenía ni idea.

Por ese motivo acudí a una amiga en la escuela, ella se llamaba Alicia y daba trucos para perder a todo el mundo pero obviamente como a mi eso me daba igual nunca la escuchaba.

-Hola Alicia, me da vergüenza decirte esto pero...

- ¿Quieres perder peso? contesto dando por hecho lo que le iba a decir.

- Si ¿Me podrías decir algún truco para intentarlo? Respondí un poco cortada.

- Claro, mira, empieza comiendo menos de lo que sueles comer y vas quitando cada vez más comida, si no quieres que se den cuenta tus padres pues comes y luego tan solo vomitas. Si quieres perder es la mejor opción que veo para ti. Dijo sin remordimiento alguno.

- Vale lo haré pero... lo veo muy complicado.

- Si quieres que sea un poco más fácil bebe muchísima agua y come chicles, por cierto, cómprate una libreta y apunta todo lo que comes así podrás repasarlo y que no se te olvide.

- Vale gracias.

- De nada, -dijo ella.

A mi me parecía una idea descabellada dejar de comer o vomitar así que no lo eché cuentas y pensé que era mejor esperar a que me estuviera desarrollando. Así que me esperé dos años.

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⏰ Last updated: Jun 10, 2021 ⏰

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