Capitulo dos.

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Como si fuera de trapo, el ser que me respiraba en la nuca me empujó haciendo que cayera en el suelo, sentí aire por todo mi cuerpo y los gritos mezclados con golpes de desesperación de Dinah con la puerta eran cada vez más altos

Intrusas -susurro una voz ronca que provenía junto el aire helado que pasaba por mi cuerpo, cerré los ojos con miedo, sin saber que mierda hacer.

Déjame, por favor -susurre llevando mis piernas a mi pecho, abrazándome de ellas, sollozando.

Tienes que buscar la solución, tienes que buscarla, así podrás salir- susurro nuevamente aquella voz proveniente de la nada, el piso me congelaba toda y lo único que pude fue susurrar

Por favor... déjame ir -cerré los ojos sintiendo una mano recorrer mi abdomen

Suerte -susurro nuevamente antes de que Dinah finalmente pudiera entrar corriendo hacia mi abrazándome

¡Prende las malditas luces! -grite aun en desesperación y llanto, la oscuridad nuevamente me aterraba y su mano helada en mi abdomen se había quedado en mi piel. Dinah prendió la luz y volvió a mi para abrazarme, me alegraba verla de nuevo y también ver la luz, pero ahora lo que teníamos que hacer, es salir de aquí, inmediatamente.

Hoy duermo con Ally, Dinah, Lauren, Mila y hasta Big Rob.

Para de llorar Moni... -susurro mi mejor amiga tratando de parar mi llanto, yo solo la miraba, estaba tan espantada como yo sin saber que hacer- ¿Que paso bebé?

Tenemos que salir de aquí... La vo-voz me dijo que somos un-unas intru-tusas -tartamudeé entre tanto llanto y se levanto casi cargándome, beso mi frente y seco mis lagrimas con sus dedos pulgares. Salimos del baño y ella me dejo en la cama, haciendo que me abrazara de la cobija por si llegaba otra vez y protegerme como cuando era una niña, debajo de la cobija con los pies arriba.

Dinah se dirigió a la puerta y se dio cuenta que al abrirla, una pared de ladrillos estaba construida, con pánico corrió s ver el balcón, pero estábamos en un piso muy alto, en donde si salíamos por aquel balcón, ya era considerado un suicidio.

Ella daba vueltas por todos lados, hasta que recordó su celular, ya que la vi correr hacia su teléfono

¡Mierda! -gritó enojada tirando el teléfono cerca mío- ¡no tengo señal! -llevo sus manos en la cabeza y corrió a ver el mío- no hay internet, ni señal, no... ¡nada! -me miro con su rostro totalmente apanicado, ella no sabia que hacer.

Tranquila, ven aquí -le susurre y ella corrió hacia mi abrazándome, hundiendo su rostro en mi cuello. Inmediatamente acaricie su cabello cerrando los ojos- ya pasara, ya pasara -susurro nuevamente escuchando sus sollozos- después de esto iremos solamente a conciertos de Beyoncé, lo prometo

Y como si el fantasma supiera en que estado estaban, apago todas las luces haciendo que abrazara a Dinah como oso.

Mi Polinesia favorita prendió la lámpara de su celular, alumbrando
Hasta el rincón más sospechoso. Pero al girar a la izquierda, lo vimos....
Alto de cabello cafe, musculoso y sin un rostro definido. Ambas gritamos escondiéndonos como pudimos con la cobija.

Sentía la respiración de Dinah muy cerca, y tomaba mis manos entrelazando nuestros dedos.

Escucha, vamos a salir de aquí, pero pase lo que pase corre, corre como nunca y no mires atrás. Si solo una puede salir con vida de aquí serás tu, ¿entendido? -me dijo con una seriedad increíble, cada palabra que me decía hacia que negara con la cabeza- no es pregunta, hagas lo que hagas yo te sacare de acá con vida, ya tuve suficiente con lo que acaba de pasar... no quiero perderte, Mani -y terminada la oración, me planto un beso en los labios.

¿Y así quiere que la deje atrás por si la atacan?

Si ella muere, yo también

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