Entre a Avalor a pesar de las quejas de los que se formaban en la línea frente a la puerta, Julián uno de los seguridad del sitio me sonrió retirando la cinta para que pudiese pasar, apenas entrar no sé de donde apareció Alana –Dios santo va a caerse el cielo dos veces en un día...- dijo sonriendo y dándome un gran abrazo.

- Pero mujer... ¿Cuantas horas trabajas? esta gente son unos esclavistas- le dije riéndome

Se acerco a mí para decirme confidencialmente en voz baja – los dueños han venido, solo verifico que la noche inicie perfectamente, pero pasa dime ¿Qué quieres bar o restaurant?

- Barra - dije- esperare allí a una amiga después decidiremos.

- De acuerdo, Mateo se ha ido- dijo haciendo un puchero – pero Luigi ese chico mono del bar cuidara de ti ok.

Sonreí asintiendo –Gracias Alana.

Me llevo a la barra con un gesto de quitar importancia y le dio instrucciones que me atendiera estupendamente, así que pedí mi primer mojito y me senté en la barra observando a mi alrededor, le había enviado el mensaje a Megan antes de salir de casa, ya debería venir en camino así que decidí empezar a disfrutar de mi noche, la música era agradable, el nivel justo para que los clientes puedan conversar con la básica necesidad de acercar sus cuerpos pero no de gritarse, la luz lo suficiente para que puedan verse la cara o los platos pero mantener un ambiente cálido e intimo, de verdad Alana hacia un excelente trabajo, se podría ver que sabía perfectamente lo que hacía y lo que sus clientes querían.

Pasaron 30 min y 2 mojitos mas y Megan nada que aparecía, yo ya estaba harta de agradecer insinuaciones y bebidas, había un hombre de traje de unos 38 años bastante insistente que empezaba a ponerme nerviosa a pesar de que Luigi el barman, le advirtiese que no me molestase o llamaría a seguridad, estaba llamando a Megan por enésima vez cuando el trajeado me tomo del codo con intensión de alzarme para llevarme con él. Voltee buscando la mirada de Luigi para pedir ayuda pero este se encontraba en la otra punta de la barra muy ocupado sirviendo algunas bandejas para las meseras, cuando sacudía mi brazo para soltar el agarre sentí un cuerpo pegarse a mi espalda y una voz grave – Suéltala ahora mismo - el sonido de la voz me provoco varias sensaciones, alivio por saber que alguien estaba percatándose de la situación, temor porque el hombre de traje no parecía tener intención de obedecer, dado que aferro aun mas su agarre a mi codo y excitación... ¿Qué?... Espera un minuto... si esa exaltación que se produce en tu cuello cuando escuchas una voz de mando grave y seductora.

Pude ver una mano izquierda cubrir la muñeca del imbécil trajeado y apretar con fuerza mientras se cercaba mas a mi espalda y apoyaba su mano derecha en mi hombro- La han dejado plantada la llevare a casa- contesto el trajeado que ya empezaba a percibir la amenaza física, yo en mi posición podía sentir la tensión que emanaba del cuerpo ubicado a mi espalda.

- No la han plantado, ya llegue, ahora lárgate de aquí. –Dijo con voz aun más amenazante, era impresionante como se le podía oír perfectamente sin alzar la voz, cerré los ojos y respire profundo porque mi corazón empezaba a acelerarse por la mezcla de sensaciones, y fue la peor idea que pude tener en toda mi vida, si el tono de su voz me excito, su olor agito todas las células de mi cuerpo que parecieron despertar de un letargo de cien años en un segundo, no le había visto por estar tan cerca de mí y lo incomodo del momento, no había volteado a mirarle pero Jesús, María y José, una parte de mi rezaba que tuviese dos cabezas para que yo no terminara lanzándome sobre él.

El hombre de traje soltó mi brazo quejándose entre dientes y se marcho, me quede congelada no podía decidir si voltear, ni siquiera sabía si quería moverme, quería verle pero no me atrevía a reaccionar. – ¿Estás bien? – me giro tomándome suavemente por los hombros y me miro directo a los ojos, nos miramos infinitamente como 2 segundos cuando cerré mis ojos y como soy una idiota redomada, volví a inspirar hondo en busca de concentración y calma, pero es que acaso soy idiota... todos mis sentidos se unieron en una carrera a toda velocidad hacia mi cerebro, su voz en mi oído que ahora aunque seguía siendo grave era suave y protectora, el tacto cálido de sus manos tomando mis brazos a la altura de mis hombros, su olor que al tenerlo de frente y cercano se percibía con mayor detalle, cítricos almizcle y madera, parecía una mezcla entre su perfume y su gel de ducha, mi Dios del cielo era delicioso y 'para rematar el cuadro, lo vi...

------

Aqui vamos, tres capitulos para que entiendan mas o menos de que va la historia, voy a esperar sus impresiones para actualizar, me gustaria mucho saber su opinion, y sus observaciones, por favor no olviden votar y compartir con quienes ustedes crean que puedan disfrutarlo.

Nos vemos pronto, no olvides seguir el perfil de intagram @elfantasmaenelcloset para que sepas las actualizaciones.

Lo Que SoyWhere stories live. Discover now