—No puede competir con ella porque usted vale más señorita —

Se para a mi lado viendo la mesa, toma un queso de la bandeja de aperitivos y me mira esperando una respuesta.

—¿Qué quiere decir con qué valgo más que ella?

—Usted tiene ambiciones y agallas señoritas, se nota que es una mujer valiente mientras la señorita Felisa es una mujer que por un incidente decidió abandonar todo lo que tenía y ser una gallina miedosa—

—¿A qué se refiere con gallina miedosa?— Christian mira por los lados, asegurando que no esté nadie cerca y se acerca más para poder hablar.

—Conozco a Sebastien y es un hijo de puta que no cuenta nada de su vida personal, estoy de acuerdo en eso pero no en que te oculte las cosas— Hace una pausa y agarra otro queso— Cuando Sebastien y Felisa estaban juntos me la presentó y nunca me agradó por la sencilla razón de que no solo quería a Sebastien por ser como es si no por su dinero. Es una mujer avariciosa y cruel cuando la tratas a fondo, creo que ya sabes que su famoso restaurante fue construido con el dinero de Sebastien y todas su joyas y viajes exóticos salieron de ese dinero.

Eso no me sorprende, Felisa es refinada y ostentosa. Tampoco me sorprende que su negocio saliera del dinero del francés .

—Felisa me comentó hace días que piensa volver con Sebastien— Christian ríe con ironía, como si le hubiera contado el chiste del año.

—Su negocio es próspero pero ella quiere más y la única manera de tenerlo en volviendo con Sebastien.

—¿Cree que él quiera volver con ella?

—No, Felisa le hizo mucho daño y él nunca se lo perdonará. Además,  Sebastien sospecha de que detrás de ese comportamiento extraño de ella hay alguien cercano a él— Frunzo el ceño.

—¿Quién querría que ellos volvieran?— Christian me regala una mirada, de esas que dicen que no es bueno lo que se acerca.

—Tiene sospechas de alguien y puede que ese alguien fuera el que ayudó a Felisa a entrar a este evento—

Mira detrás de mi y se aleja un poco sonriendo, siento un brazo rodear mi cintura y el delicioso olor del perfume me hace saber de quien se trata.

—¿Ya se conocieron?— Me pego a su pecho y el ejerce fuerza en su agarre.

—Es una espléndida mujer, no la alejes idiota— Sebastien asiente a las palabras de Christian.

—Lo sé, es una espléndida mujer — sonrio con las mejillas sonrojadas.

—Permiso, iré con mi esposa quien debe de estár buscando algo de comer— toma en un platillo varias fresas con chocolate y se retira.

—¿Todo en orden?— se para al frente y se encoge de hombros.

—Perfectamente— observo su rostro, está serio y despreocupado. Sus labios se ven brillosos gracias al champagne y su cabello se alboroto un poco. Nada fuera de lo común.

Pero no paso por alto el resto de un labial rojo que tiene en un lado del cuello, zona que nadie notaría ya que se oculta con el cuello de su camisa pero que yo si puedo ver cuando gira la cabeza aún lado.

—Lo puedo ver— Sonrio con falsedad cuando me mira — Iré a retocarme el maquillaje.

—No tienes que hacerlo, está hermosa— me hubiera encantado si halago si no fuera por el hecho que soy una antorcha en estos momentos.

—Igual lo haré— Me doy la vuelta y fruncido fruncido ceño con verdadero enojo me voy al baño de las mujeres.

Diviso a Felisa en la esquina del salón y observo su atuendo, un sencillo vestido sin mangas de color gris, la parte de arriba se pega a sus pechos haciéndolos más voluminosos. Su cabello está suelto pero muy bien arreglado hacia atrás y su maquillaje es oscuro con los labios de rojo.

El placer de Sebastien (M3) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora