18. Un autobus de dos pisos, Respirarte y Temple Bar

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- ¿Raro bueno?  

Su primera reacción es darle la respuesta que probablemente espera, la de dejarle tranquilo a él y probablemente a si misma. 

Pero quizás porque solo les quedan unas horas de estar en la vida del otro, opta por la sinceridad.

- Pues no lo sé- la mirada de Luis la insta a continuar pero no está segura de lo que quiere decir. 

El autobus se detiene en un semáforo. Están a punto de cruzar el río Liffey y de llegar a la parada de la Oficina de Correos. 

- Oli, mira- Luis señala un puente de metal blanco- el puente del medio penique. 

La niña se acerca al asiento para observar mejor los puentes, el río y a la gente que pasea junto a él . 

- Aquel no era nuestro momento, Aitana- no parece triste ni enfadado. 

Ella está a punto de contestar que nunca parece ser su maldito momento. 

O quizás lo fue y pasó durante aquel brevísimo verano del año 2018, a pesar de todas las veces que se han vuelto a encontrar desde entonces. 

El autobus se detiene justo al cruzar el puente de O'Connell. Luis coloca a Oscar, que sigue dormido, en la mochila y Aitana toma de nuevo la mano de Olivia. 

La oficina de correos, un monumental edificio de columnas jónicas esta a apenas cien metros de la parada del autobús. 

- La primera vez vine a Dublín me contaron la historia de este edificio,  los líderes del levantamiento de Pascua del 16 se amotinaron aquí.

Luis le habla a Olivia pero pronto queda claro que sus palabras están dirigidas a Aitana. A la pequeña, por muy irlandesa de pura cepa que sea, las palabras de su padre le suenan a chino. 

- Eran muy pocos y estaban mal equipados, no tenían la menor probabilidad de ganar, los ingleses llegaron y bombardearon el edificio, acabaron con todo menos con la fachada que no se destruyó pero quedaron las marcas de los disparos y la metralla de las bombas en varios lugares.  

Luis señala con un dedo a varios puntos de las columnas y Aitana y Olivia siguen la dirección en la que apunta, donde la piedra aparece desconchada. 

- ¿Y qué pasó?- Olivia ya ha distraido su atención hacia un hombre que vende comida para las palomas junto a la entrada a Correos, pero Aitana quiere saber el final de la historia. 

Intuye que es importante para ella y que Luis no está hablando solo de esas columnas. 

- Los ingleses ganaron, detuvieron a todos los líderes del levantamiento y los fusilaron en la carcel- duda un instante antes de pronunciar el nombre en gaélico- la carcel de Kilmainham Gaol. 

- Oh- Aitana baja la vista decepcionada, esperaba una historia algo más optimista. 

- El caso-la voz de Luis atrae de nuevo su atención- el caso, es que aunque el edificio quedó completamente destruido, al reconstruirlo decidieron no tapar las marcas de los disparos y las bombas. Es algo que me gusta de los irlandeses, están orgullosos hasta de sus fracasos, son parte de su historia. 

Oscar levanta la cabeza y exige la atención de su padre. 

- Hola chaval, ¿ha estado bien la siesta?- baja la cabeza y deja un beso entre los rizos oscuros, después devuelve la atención a Aitana y se encuentra su mirada clavada en él- anda ve, te esperamos aquí. 

Aitana da un par de pasos hacia la puerta, pero se le ocurre una idea de pronto. Irlanda ya no forma parte del Reino Unido, así que en algún momento tuvieron que lograr la victoria. 

En las pequeñas cosasWhere stories live. Discover now