ARISTA HUMANO

capítulo I

Un encuentro inesperado

Humano, Arista, Demonio o espíritu ¡Ha sido durante tantos años lo mismo! Estas han sido las formas en las que con el tiempo hemos sido definidos ¡No sé qué decir! "Mi argumento va mas allá de ello" Puedo sentir un poder muy dentro de mí como una corazonada tremenda sobre una vida que no se si he vivido, pero en el fondo de mi corazón sé que hay mucho más que una historia de un Dios o Diosa que nos dio vida en este mundo perfecto donde todos somos más de lo mismo, siento que soy diferente a todos los demás de tal manera he de descubrí mi lugar y posición en este mundo así muera en el intento.

Todo comenzó una tarde muy común escuchaba las aves cantar desde mi ventana, sentía una suave brisa de verano en mi rostro, por mi mente paso una imagen que reflejaba cierta satisfacción personal, para con mi vida y el mundo que me rodeaba, hasta que escuche una voz que me decía<<Vas a morir>> yo mire a mi alrededor y no pude percibir de donde venia tan macabra voz, nuevamente logre escucharla diciéndome.

<< ¿Qué Crees que haces? "Piensas que eres normal" Tu y los tuyos van a perecer si no despiertas de este sueño en el que te encuentras>>

Yo me consterne y Salí corriendo de la casa estaba muy preocupado de lo que me estaba sucediendo, comencé a llorar, a cada paso que daba en el bosque alrededor de mi casa, hacia mucho frio esa tenue brisa de Verano que llegue a sentir se había extinguido, percibía un horrible sabor a sangre en mi boca lo cual me descontrolaba de tal modo en que sucumbí en el suelo del frio bosque en el cual perdí la conciencia por mucho tiempo.

Cuando logre despertar era de noche y pude ver el cielo lleno de estrellas estaba congelado de pies a cabeza, sentía mucho temor de lo que esa voz me había relatado, eran momentos muy críticos para la perfecta viada que creí tener, pero algo había de hacer para solucionar lo que mi mente agobiaba, sin pensarlo dos veces me levante y me dirigí a casa de inmediato con mi familia.

Mi madre estaría muy preocupada eso creí, mi padre no me tomaba mucho en cuenta puesto que yo no era el hijo perfecto para él, mi hermano menor si lo era, dicho joven llamado Antoni, si cumplía con sus expectativas de ser humano ordinario, tenía sus rasgos y su apariencia masculina definida de tal modo que era un hombre humano en todo el sentido de la palabra, yo había de ser muy diferente a todos ellos, puesto que poseo rasgos Aristicos muy marcados, pero estando en un cuerpo humano no había de ser como nuestros antepasados del poder infinito.

Mi madre me describía con un ser perfecto, hermoso y delicado en todo aspecto y sentido de la palabra, ella también era hermosa, para mí era algo magnifico ser como mi madre, era una persona tan culta que cada ademan que hacia al caminar y al hablar era tan similar a los antiguos espíritus que gobernaron el mundo.

mi madre se llamaba "Sabella" Fue educadora por más de 15 años no podía entender como ella a su edad de 60 años se veía como si ni un solo año transcurrido en la vida la hubiese afectado, de tal modo que se veía mucho más joven que mi padre que ya estaba viejo y cansado, yo a mis 25 años me veía de 19 o 20 años mi hermano Antoni tenía 18 años y al parecer también iría por el camino de nuestro padre quien lucho hasta su último aliento para brindarnos la estabilidad y la riqueza que gozamos bajo su lecho familiar.

Al llegar a casa vi que todo estaba tranquilo mi papa dormía como costumbre y mi madre estaba en total silencio, Antoni también dormía, fui donde mi madre y quise hablarle del tema ella me esquiva y dice.

<<Descansa tuviste un día difícil mañana podremos hablar con más calma>>

Aunque por dentro quería respuestas, su voz y su convencimiento me hicieron obedecer me dio un beso cálido en la mejilla derecha y me dijo que me amaba, subí la empinada escalera que ocupaba todo salón central de la casa, hasta un corredor en la planta alta donde se encontraba mi habitación, y dirigí la mirada hacia afuera de la casa a trabes de un enorme ventanal dorado con vitrales coloridos. Note que Había alguien allí esperando mirando fijamente hacia donde yo estaba.