- Muchas gracias a todos, en especial a usted señor, por tenerme en cuenta. -Dijo ella sonriendo. 

- Además de este comunicado... 

Eli ya no podía seguir escuchando, estaba tan satisfecha con ese comunicado y más con la cara de Courtney en escucharlo. No podía importarle nada más que eso.

Luego de la junta Eli fue con con Kate y con sólo una mirada y una sonrisa ella comprendió que debían empacar sus cosas y subir al cuarto piso.

- Lo logramos Kate... - sonrió Eli. - Estamos arriba. 

***

Ella llegó a casa con su sonrisa intacta. Axel ya no estaba, se había ido a su trabajo.

Ella aprovechó para bañarse, organizar un poco la casa y hacer algo para comer.

Se sentó en el sofá a leer un libro y sonrió al ver que las cosas de Axel ya no estaban esparcidas por la sala, sino que ya se encontraban junto a las suyas en su habitación. Ahora, la habitación de los dos. 

Luego de un rato, dejó su libro y prendió la televisión.

Se estaba adormeciendo cuando sintió la puerta abrirse y vio a Axel entrando con ojos cansados.

- Hola linda.

- Hola amor. - sonrió ella.

Él se acercó a besarla pero ella se apartó un poco.

- Qué pasa.

- ¿Estuviste bebiendo? - preguntó ella.

- Si, Carlos me invitó un par de Wiskys... por eso demoré en llegar.

- oh. - musitó ella no tan contenta.

- ¿Te molesta? - preguntó abrazándola.
"No me molestas que bebas, me molesta que te quedes con Carlos".

- No, claro que no. - sonrió. - Sólo no vengas ebrio todas las noches ¿Si? 

Axel rió. - no te preocupes, no lo haré. - La besó cortamente. - Esta mañana llegó una carta.

- ¿De qué? 

- Una citación para nosotros. Es sobre el divorcio. Tenemos que ir el jueves.

- Wow... ya pasaron cuatro meses... - dijo murmurando ella. - No te preocupes por eso yo la cancelo.

- Preferiría que no la canceles. - dijo él un poco suave. 

- ¿Qué? - Eli se sorprendió. – pense que querías que siguieramos...

- Tranquila. - La abrazó y luego la besó. - Quiero que nos den el divorcio... quiero que nos casemos de otra manera y que comencemos de cero. 

- Yo no sé... - Dijo ella confundida.

- Ponte algo lindo. - dijo el besándola. - iremos a un lugar.

- Está bien. - sonrió, pero fue una forzada realmente no podía ni pestañar de la sorpresa. 

- Voy a ducharme.

- bueno. - Musitó ella yendo a la habitación por algo que ponerse.

Esta nueva situación la descolocaba totalmente.

Al principio no iban a romper el matrimonio y ahora él quería divorciarse. Sin embargo dijo que era para volver a empezar desde cero. 

Eli sabía que debía confiar en Axel, que él nunca la dejaría y que si no se fue desde el primer día, desde el comienzo de esta historia no se iría a estas alturas. 

Terminó de recoger su cabello y salieron.

* * *

-Este lugar es hermoso. - Susurró ella. - de todos los años que viví en Nueva York, nunca conocí este lado de Central Park.

Él dejó la manta caer en el suelo y puso la canasta arriba de ella.

- Yo tampoco lo conocía. - Dijo sentándose. Ella imitó su acción. - Lo descubrí una noche, en la que escapé de casa. - Miró a la Luna. 

- Supongo que habrás traído a muchas chicas para aquí. - dijo ella con un tono divertido recostándose.

- Te equivocas. - negó él. - eres la primera.

Ella sonrió. - ¿De verdad?

- Oh si. - Dijo él acostándose. - Un lugar muy especial, para una mujer muy especial. - la abrazó. 

- ¿Axel?

- Qué, cariño.

- ¿Alguna vez pensaste que terminaríamos así? - ella lo observó.

Él no giró su rostro, pero sonrió ante su pregunta. Mirando a las estrellas dijo: - Si. Es imposible no sentirse atraída a un hombre tan guapo.

Eli rió y él giró su cuerpo para quedar sobre ella sin aplastarla. 

- y tú, ¿pensaste lo mismo? - Susurró en sus labios. 

- En realidad no. - Pausó. - Pero a medida que pasaban los días, me imaginaba como sería estar contigo.... de verdad.

- Y ahora que lo sabes... ¿Qué piensas?

- Pienso que el idiota borracho que conocí en Las Vegas, resultó ser el hombre más tierno, dulce y sexy que haya conocido. - Besó cortamente sus labios. 

- Lo sabía. - Sonrió él y luego la besó apasionadamente.

***

Al día siguiente de su hermosa y romántica noche con Axel, Eli pasó su día entre medio de hojas, llamados, corridas y estrés. Si bien ansió mucho su ascenso, le costaría mucho mantenerlo. Querías acción, pues ahí la tienes.

Los tacos ya comenzaban a molestarle en la plata de los pies, y la camisa rosa con mangas ¾ le estorbaba. La pollera entubada ya era uma complicación al querer ir de un lado a otro y no poder dar sancadas más largas por la costuta.

Lo único que podía reconfortarla sería volver a casa, darse un baño y esperar a Axel para mirar juntos una película hasta quedar dormidos. 

Antes de llegar a casa se llegó por el apartamento de Camila, quién la hizo pasar para conversar.

No quería demorarse, pero inevitablemente terminó charlando hasta que se hizo de noche. 

Lo único que le parecía raro era que Axel no mandara ningún mensaje preguntando por ella, pero supuso que seguiría en la carpintería. 

Finalmente, tomó su auto y volvió a casa.

Saludó al portero. 

Tocó el botón del ascensor.

Se subió en él.

Apretó el botón número seis.

Espero a llegar a su piso.

Salió del ascensor yendo directamente hasta la puerta de su apartamento.

Metió la llave y abrió la puerta...

Lo único que ella no sabía es que en ese preciso momento, la felicidad de volver a casa se iba a volver un remolino de desilusión y depresión que la harían abandonar todo. Todo.

Siempre hay una primera vez.Where stories live. Discover now