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— Joven, Le voy a pedir que no salga de la habitación de nuevo, Sus heridas no son un juego. Tiene que estar más atento a su cuerpo. — Regañó la joven enferma al jugador mientras esté evitaba mirarla— Voy por su comida. —Dijo entre suspiros para salir de la habitación
— Esa comida no tiene sabor. —Murmuró una vez que estuvo completamente solo.
Dejando escapar un cansado y molesto suspiro se volvió a recostar en la cama mientras miraba el cielo, Eran aproximadamente las 6 de la tarde, El sol estaban comenzando descender lentamente para darle paso a la luna y a sus millones de amigas
Miro su pierna enyesada al igual que su mano, y para su suerte, Ambas eran las derechas, Odiaba ese lugar con todas las pocas, pero poderosas fuerzas que le quedaban en su ahora maltratado cuerpo.
Aunque eso le pasaba por necio, cuántas veces sus compañeros de equipo no le había dicho que esa técnica era peligrosa, Cientos de veces, sobre todo Kido, Él había Sido el encargado de recordar a cada momento por qué no tenía que realizar esa tan peligrosa técnica.
Y sí.
Estaba en el hospital debido a que el señorito se dejó influenciar por ese chico Fudo quien estaba bajo en completo control de Kageyama, El cuál era el ser más molesto y frío del mundo, Toda la Royal lo odiaba profundamente, Y él no era la excepción.
Comenzó a recordar el duro entrenamiento que había tenido a manos de ese hombre, Todo de repente comenzó a ponerse sumamente oscuro, Las manos de Kageyama eran las única que se hacían presentes, poco a poco su rostro y cuerpo también lo hicieron
Sakuma comenzó a temblar, El miedo que ese hombre había implantado comenzó a surgir de él consumiéndolo poco a poco haciéndolo sudar y temblar ante aquella dichosa figura.
— Aquí está su comida. —Entró de pronto la enfermera con la comida dándole un claro y molesto susto al del parche quien se exaltó ante aquello— Perdón. —Sonrió— ¿Te estabas quedado dormido?
— No. —Negó mirando la comida que recién habían puesto enfrente suyo.
— Oye. —Habló suave mientras colocaba las manos detrás de su espalda— ¿Nunca te quitas ese Parche? De seguro te has de ver bastante guapo sin eso, Pe-Pero no es que te quede mal. —Agrego rápidamente nerviosa.
— No me gusta quitármelo. —Comentó sin verla.
La chica lo miro y luego a la comida, Soltó un pequeño suspiro y se dio vuelta.
— Sigo esperando el día en que hables un poco más y así poder conocerte mejor. —Comentó algo triste la chica mientras salía del lugar.
Sakuma la miro de reojo.
Para comenzar, No iba a durar toda la vida ahí como para que necesitaran conocerse, Además, no le gustaba tenerla cerca, Lo hacían sentirse incómodo al respecto.
Ese era un punto que tenía que mejorar si quería tener más amigos, Intentar hablar con los demás sin tener esa rara sensación en su estómago
¿O era miedo?
Llevo lentamente las manos a su pecho mientras miraba las sábanas que cubría sus piernas, acaso.
¿Tenía miedo de hacer amigos?
Eso era completamente tonto, No le podía tener miedo a algo tan ridículo como eso, ¿O sí?
Negó varias veces mientras comenzaba a comer la horrible pero pasable comida que le habían traído hace algunos segundos, a él no le gustaba, Pero al parecer a su cuerpo sí.
