Capítulo 196: Yan

Start from the beginning
                                    

—Xiao YuAn... —Yan HeQing dijo con voz ronca—. No me dejes otra vez. No puedo soportarlo más...

Xiao YuAn, enterrado en el cuello de Yan HeQing, asintió de nuevo una y otra vez.

—No me iré, no volveré a dejarte.

Yan HeQing extendió la mano y ahuecó la barbilla de Xiao YuAn, levantó su cabeza y le dio un beso tierno y cariñoso, lo que hizo que Xiao YuAn dejara de llorar. Yan HeQing tocó el lugar donde estaban conectados, pero Xiao YuAn sintió algo de vergüenza y estiró su mano para detenerlo. En esto, Yan HeQing preguntó: —¿Duele?

¡Realmente duele! ¿¡De acuerdo!?

Xiao YuAn negó con la cabeza y tartamudeó en respuesta: —N-no, está bien, n-no d-duele.

Yan HeQing levantó ligeramente las cejas...

Entonces, Xiao YuAn abrazó a Yan HeQing con fuerza, agarrando su espalda y pidiendo piedad.

—Yan-ge, despacio... más despacio.

—Mm-hmm —Yan HeQing besó las esquinas enrojecidas de los ojos de Xiao YuAn. Sorprendentemente, de verdad se contuvo y redujo la velocidad.

Xiao YuAn notó la delicadeza de Yan HeQing y su corazón se ablandó. Mientras abrazaba su cuello, dijo: —Yan-ge, mírame.

Cuando Yan HeQing miró a Xiao YuAn, vio cómo éste curvaba sus ojos y le sonreía.

—Yan-ge, me gustas muchísimo.

Su apariencia era obviamente muy diferente, pero esa sonrisa era tan familiar, al igual que esos cálidos ojos risueños que reflejaban la figura de Yan HeQing.

En aquel entonces, era la misma sonrisa que disipaba la humillación y el maltrato al que lo sometían, derritiendo el hielo y la nieve del Norte.

En ese momento, los miles de montañas y ríos, el viento y las nubes, las flores que florecen en primavera, así como la eterna y brillante luz de la luna, no eran rivales para esa brillante sonrisa, la única luz en la vida de Yan HeQing.

Yan HeQing besó a Xiao YuAn, quién estaba empapado de sudor y cuyas extremidades yacían sin fuerzas en la cama, y estiró la mano para tirar del edredón, envolviéndolo fuertemente. Luego se vistió y salió de la alcoba para dar instrucciones a las sirvientas. Después de un rato, enviaron a la alcoba un gran cubo de madera lleno de agua caliente. Luego de que Yan HeQing les indicó que se fueran, levantó a Xiao YuAn, colocándolo cuidadosamente en el agua caliente, entró también y lo aseó.

El cubo de madera era muy grande, por lo que los dos no se sentían estrechos en lo absoluto. Sin embargo, Xiao YuAn se acurrucaba perezosamente contra el cuerpo de Yan HeQing, quien luego le limpiaba cuidadosamente el cuerpo con una toalla en el vapor del agua caliente.

Xiao YuAn descansó un rato hasta que finalmente recuperó sus fuerzas, y mientras mantenía la postura de estar sentado con la espalda contra el pecho de Yan HeQing, dijo con una sonrisa: 

—Hablando de eso, Yan-ge he querido preguntar. Cuando nos separamos aquella vez, si hubiera tomado la horquilla de jade blanco, ¿me habrías atado y llevado de vuelta a pesar de todo?

Yan HeQing no respondió y se limitó a mirarlo fijamente.

Xiao YuAn pensó para sí mismo: Ya me han molestado una y otra vez. Ahora, es mi turno de molestar a Yan HeQing, ¿verdad?

Entonces, Xiao YuAn no solo no se detuvo, sino que también se rio sin descanso, y dijo: 

—Pero, aunque me llevaras de vuelta, si hubiera luchado y pedido clemencia, ¿me habrías dejado ir? Yan-ge, siempre tienes especial miedo de que me hagan daño, ¿verdad? Pero, el día que renací de nuevo, alguien me pateó directamente de la cama. En ese momento, mi frente se abrió y hasta sangró, ¡me dolió tanto! Mis ojos también estaban borrosos por el dolor.

Buscando el HaremWhere stories live. Discover now